¿Tienes un pequeño que comenzará el jardín de infancia pronto? Pruebe estas actividades de aprendizaje.
¿Estás rodeado de madres que preparan a sus hijos para el jardín de infantes con libros de trabajo, tarjetas y tutores? ¿Tiene miedo de que su hijo comience su carrera académica muy por detrás de sus compañeros?
Primero que nada, relájate. Incluso de adulto, es fácil dejarse atrapar por la presión de los compañeros de los padres: observar lo que hacen los demás y cuestionar sus propias creencias y sistemas de valores. Así que respire hondo y confíe en sus propios instintos y habilidades de crianza.
Cuando se trata de la preparación para el jardín de infantes, hay algunas cosas que puede hacer, pero la mayoría de ellas implican sutilezas sociales: asegurarse de que su hijo tenga buenas habilidades de cuidado personal, un sentido de independencia y, lo más importante, un deseo de aprender. Si bien el conocimiento de conceptos básicos como el alfabeto, los números del 1 al 10, las formas y los colores son útiles, la maestra de jardín de infantes tiene mucho currículo que necesitará repasar y tiene una gran cantidad de herramientas a su disposición para educar a sus estudiantes.
Aún así, algunos padres sienten que necesitan participar en la preparación para el jardín de infantes revisando ciertos fundamentos con su pequeño, y eso está bien. Solo asegúrese de que las actividades de aprendizaje sean divertidas y de no presionar a su hijo. Aquí hay cuatro cosas importantes en las que puede trabajar:
Habilidades de comunicación
Para que a su hijo le vaya bien en un salón de jardín de infantes (o en cualquier salón de clases), sus habilidades de comunicación deben perfeccionarse.Para desarrollar las habilidades lingüísticas, hay algunas cosas que puede hacer. En primer lugar, hable con su hijo. Sí, le habla a su hijo todos los días, pero trate de concentrarse en usar palabras nuevas, palabras descriptivas que ayudarán a su pequeño a aumentar su vocabulario. Por ejemplo, si están preparando tacos para cenar juntos, hablen sobre los colores de los ingredientes, cómo huelen y saben, y en qué se parecen y en qué se diferencian de lo que cenaron la noche anterior.
Reconocimiento de letras y números
Es útil que su hijo pueda reconocer la mayoría de letras y números del 1 al 10 a simple vista.Pero no es necesario que contrate a un maestro de jardín de infantes para que enseñe a su hijo en estas habilidades básicas, solo realice algunas actividades de aprendizaje divertidas, ¡no se requieren tarjetas de memoria flash!
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- Mientras juegas con bloques o carros, o con cualquier tipo de juguete que tenga un buen número, pídele a tu hijo que cuente hasta cierto número.
- Recoja un paquete de letras y números magnéticos (compare precios) que puede guardar en el refrigerador. Vea si su hijo puede distinguir las letras de su nombre o pídale que busque la cantidad de sillas en la cocina.
- Señale letras y números donde quiera que vaya, ya sea en el letrero de una tienda o en los marcadores de la carretera.
Trabajar en las habilidades motoras finas
En el jardín de infancia, su hijo va a escribir, colorear y recortar mucho. Ayúdelo a desarrollar sus habilidades motoras finas a través de diversas actividades, y sí, juguetes.Las tijeras pueden ser especialmente difíciles de dominar, así que, además, déjele que practique cortar en papel que se pueda cortar fácilmente, como los cupones que se encuentran en su periódico dominical.
Habilidades de escuchar
También es muy importante poder escuchar y comprender lo que dice la gente. Para aumentar las habilidades auditivas de su hijo, lean juntos, pero mezclen un poco. Para los prelectores que están familiarizados con un libro hasta el punto de memorizarlo, sustituya una palabra tonta en el texto y vea si su hijo se da cuenta de su error (“No me gustan los huevos verdes y el jamón, no me gustan Pete- ¡Yo soy!”).
Mientras lee una historia más reciente, pídale a su hijo que rime ciertas palabras dentro del texto (“¿Puedes pensar en algunas palabras que riman con jamón?”) O fíjate si puede identificar lo opuesto (“¿Qué crees que es lo opuesto de ‘en ‘es? “) Cuando haya terminado con el libro, haga preguntas de pensamiento crítico sobre lo que acaba de leer, como lo que ella cree que va a suceder a continuación o lo que un personaje estaba sintiendo en cierta parte del libro.
Independientemente de las habilidades que revise con su pequeño, la clave es dejar que las actividades de aprendizaje sucedan de manera orgánica y que ninguno de los dos se sienta como un trabajo.