Incluso cuando sea recién nacido, a su bebé le encantará mirar las caras. Cuando su bebé tenga entre 9 y 12 meses de edad, puede aprovechar esa fascinación para desarrollar varias habilidades: coordinación ojo-mano, lenguaje y habilidades para escuchar, e imitación.
Una vez que la visión de un bebé comienza a desarrollarse, le encanta mirar las caras, incluso las propias. Probablemente ya le haya presentado los espejos a su bebé, pero un juguete con espejo es algo que puede explorar por su cuenta.
Los juegos de espejos pueden ayudar a su bebé a desarrollar sus habilidades cognitivas y físicas y también a aprender a ser consciente de sí mismo.
Aquí hay una actividad de juego simple que seguramente le encantará a su bebé.
Bebé juega con espejos
Siga estos consejos para ayudar a su bebé a jugar de forma segura con los espejos:
- Empiece por localizar un espejo irrompible o un espejo que esté anclado de forma segura.
- Coloque a su bebé frente al espejo para que pueda ver tanto su reflejo como el suyo.
- Pídale a su bebé que señale su nariz, cabello, ojos, etc. Si necesita ayuda, usted puede señalar su propia nariz o señalar su nariz hasta que comprenda el concepto. Este ejercicio ayuda al bebé a aprender los nombres de las partes de su cuerpo que de otra manera no podría ver.
- Trabaja en las habilidades de imitación, haciendo muecas en el espejo y pidiéndole que haga lo mismo (arrugar la nariz, sacar la lengua, abrir los ojos, etc.). Hay pocas cosas más lindas que un bebé que intenta imitarte, y seguramente habrá muchas risas durante esta actividad.
- Utilice sus juguetes favoritos para realizar una especie de “espectáculo de marionetas” frente al espejo. Invítelo a unirse a usted en la obra para ver si comprende la relación entre él y el espejo.
Desarrollo de la autoconciencia
Lo crea o no, su bebé no se dará cuenta de que está mirando su propio reflejo hasta alrededor de los 9 meses de edad. Para “probar” para ver si tiene el concepto, sin que él lo sepa, coloque una pequeña pegatina o una mancha de lápiz labial en su cara.
Cuando se sienta frente al espejo, si trata de borrarlo de su propia cara y no de la cara del bebé en el espejo, entonces lo tiene todo resuelto. Este es un hito bastante significativo para los bebés y será fascinante ver cómo se da cuenta cuando finalmente establezca la conexión.
Otra forma de comprobar si el bebé conoce su reflejo: mientras se mira en el espejo, ponga un juguete o peluche detrás de él. Si intenta alcanzar el reflejo en lugar de alcanzar detrás de él para agarrar el juguete, todavía no se da cuenta de que él y su reflejo son lo mismo.