En esta guía, aprenderá sobre el proceso de diagnóstico y tratamiento del carcinoma nasofaríngeo. El carcinoma nasofaríngeo (CPN), o cáncer de nasofaringe, es el cáncer que ocurre en la nasofaringe, más comúnmente en la nasofaringe posterolateral o en el receso faríngeo, y representa el 50% de los casos.
Diagnosticar el carcinoma nasofaríngeo
Pruebas para diagnosticar el carcinoma nasofaríngeo
Las pruebas y los procedimientos que se utilizan para diagnosticar el carcinoma nasofaríngeo incluyen:
- Examen físico. El diagnóstico de carcinoma nasofaríngeo suele comenzar con un examen general. Su médico le hará preguntas sobre sus síntomas. El médico puede presionar su cuello para palpar la inflamación de los ganglios linfáticos.
-
Examine con una cámara para ver el interior de su nasofaringe. Si se sospecha un carcinoma nasofaríngeo, su médico puede recomendar una endoscopia nasal.
Esta prueba utiliza un tubo delgado y flexible con una cámara en el extremo para ver el interior de la nasofaringe y buscar anomalías. La cámara se puede insertar por la nariz o por la abertura en la parte posterior de la garganta que llega hasta la nasofaringe.
La endoscopia nasal puede requerir anestesia local.
- Prueba para eliminar una muestra de células sospechosas. Su médico también puede usar el endoscopio u otro instrumento para tomar una pequeña muestra de tejido (biopsia) para analizarla en busca de cáncer.
Pruebas para determinar la extensión del cáncer.
Una vez que se confirma el diagnóstico, su médico solicita otras pruebas para determinar la extensión (etapa) del cáncer, como las pruebas por imágenes.
Las pruebas por imágenes pueden incluir:
- Tomografía computarizada (TC)
- Imágenes por resonancia magnética (IRM)
- Tomografía por emisión de positrones (PET)
- radiografía
Una vez que su médico ha determinado la extensión de su cáncer, se le asigna un número romano que indica su etapa. Las etapas del cáncer de nasofaringe varían de I a IV.
La etapa del cáncer se usa junto con varios otros factores para determinar su plan de tratamiento y su pronóstico. Un número más bajo significa que el cáncer es pequeño y está confinado a la nasofaringe. Un número más alto significa que el cáncer se ha diseminado más allá de la nasofaringe hasta los ganglios linfáticos del cuello u otras áreas del cuerpo.
Tratamiento del carcinoma nasofaríngeo
Usted y su médico trabajan juntos para diseñar un plan de tratamiento basado en varios factores, como la etapa de su cáncer, los objetivos de su tratamiento, su salud general y los efectos secundarios que está dispuesto a tolerar.
El tratamiento del carcinoma nasofaríngeo generalmente comienza con radioterapia o una combinación de radiación y quimioterapia.
Radioterapia
La radioterapia utiliza rayos de energía de alta potencia, como rayos X o protones, para destruir las células cancerosas.
La radioterapia para el carcinoma nasofaríngeo generalmente se administra en un procedimiento llamado radiación de haz externo. Durante este procedimiento, lo colocan sobre una mesa y una máquina grande se maniobra a su alrededor, dirigiendo la radiación al lugar preciso donde puede apuntar a su cáncer.
Para los tumores nasofaríngeos pequeños, la radioterapia puede ser el único tratamiento necesario. En otras situaciones, la radioterapia se puede combinar con quimioterapia.
La radioterapia conlleva el riesgo de efectos secundarios, como enrojecimiento temporal de la piel, pérdida de audición y sequedad de boca.
Un tipo de radioterapia interna, llamada (braquiterapia), a veces se usa en el carcinoma nasofaríngeo recurrente. Con este método de tratamiento, las semillas o alambres radiactivos se colocan en el tumor o muy cerca de él.
La radioterapia en la cabeza y el cuello, especialmente cuando se combina con quimioterapia, a menudo causa llagas graves en la garganta y la boca. A veces, estas llagas dificultan comer o beber. Si esto ocurre, su médico puede recomendarle insertar un tubo en su garganta o estómago. Los alimentos y el agua se administran a través del tubo hasta que se recuperan la boca y la garganta.
Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento con medicamentos que utiliza sustancias químicas para destruir las células cancerosas. Los medicamentos de quimioterapia pueden administrarse en forma de píldora, administrarse a través de una vena o ambos. La quimioterapia se puede utilizar para tratar el carcinoma nasofaríngeo de tres formas:
-
Quimioterapia al mismo tiempo que la radioterapia. Cuando se combinan los dos tratamientos, la quimioterapia mejora la eficacia de la radioterapia. Este tratamiento combinado se denomina terapia concomitante o quimiorradiación.
Sin embargo, los efectos secundarios de la quimioterapia se agregan a los efectos secundarios de la radioterapia, lo que hace que la terapia concomitante sea más difícil de tolerar.
-
Quimioterapia después de la radioterapia. Su médico puede recomendar quimioterapia después de la radioterapia o después de una terapia concomitante.
La quimioterapia se usa para atacar cualquier célula cancerosa remanente en su cuerpo, incluidas aquellas que pueden haberse desprendido del tumor original y diseminarse a otra parte.
Existe una controversia sobre si la quimioterapia adicional realmente mejora la supervivencia en personas con carcinoma nasofaríngeo o no. Muchas personas que se someten a quimioterapia después de la terapia concomitante no pueden tolerar los efectos secundarios y deben suspender el tratamiento.
- Quimioterapia antes de la radioterapia. La quimioterapia neoadyuvante es un tratamiento de quimioterapia que se administra antes de la radioterapia sola o antes de la terapia concomitante. Se necesita más investigación para determinar si la quimioterapia neoadyuvante puede mejorar las tasas de supervivencia en personas con carcinoma nasofaríngeo.
Su médico determinará qué medicamentos de quimioterapia recibe y con qué frecuencia. Los efectos secundarios que probablemente experimente dependerán de los medicamentos que reciba.
Cirugía
La cirugía no se usa a menudo como método de tratamiento para el carcinoma nasofaríngeo. La cirugía se puede utilizar para extirpar los ganglios linfáticos cancerosos del cuello.
En ciertos casos, se puede usar cirugía para extirpar un tumor de la nasofaringe. Es posible que los cirujanos necesiten hacer una incisión en el paladar para acceder al área y extraer el tejido canceroso.
Estilo de vida y remedios caseros
Sobrellevar la boca seca
La radioterapia para el carcinoma nasofaríngeo a menudo causa sequedad de boca.
Tener la boca seca puede resultar incómodo. Una boca seca también puede provocar infecciones frecuentes en la boca y dificultad para comer, tragar y hablar, y puede aumentar los problemas con la salud de los dientes. Pregúntele a su médico si debe ver a un dentista o no, si experimenta complicaciones en la boca seca.
Puede reducir la sequedad de boca si:
- Cepíllate los dientes varias veces al día.
- Enjuágate la boca con una solución tibia de agua salada después de las comidas. Prepare una solución suave de agua tibia, sal y bicarbonato de sodio. Enjuague su boca con esta solución después de cada comida.
- Mantenga su boca humedecida con agua o caramelos sin azúcar. Beba agua durante todo el día para mantener la boca húmeda. También pruebe goma de mascar sin azúcar o caramelos sin azúcar para estimular la boca a producir saliva.
- Elija alimentos húmedos. Evite los alimentos secos.
- Evite los alimentos ácidos o picantes y las bebidas alcohólicas y con cafeína.
Afrontamiento y apoyo
Es posible que experimente conmoción y miedo después de su diagnóstico. Estos pasos pueden hacer que se sienta mejor:
-
Aprenda lo suficiente para sentirse seguro al tomar decisiones. Anote las preguntas y hágalas en la próxima cita con su médico. Pídale a un amigo o familiar que lo acompañe a sus citas para tomar notas.
Pídale a su equipo de atención médica más fuentes de información. Reúna suficiente información para que se sienta seguro al tomar decisiones sobre su tratamiento.
-
Encuentra a alguien con quien hablar. Puede resultarle útil tener a alguien con quien hablar sobre sus emociones. Puede ser un amigo cercano o un familiar que sepa escuchar.
Otras personas que pueden brindar apoyo son los trabajadores sociales y los psicólogos; solicite una derivación a su médico. Hable con su pastor, rabino, imán u otro líder espiritual.
Otras personas con cáncer pueden ofrecer una perspectiva única, así que considere unirse a un grupo de apoyo, ya sea en su comunidad o en línea.
- Tómate un tiempo para ti cuando lo necesites. Hágale saber a la gente cuándo quiere estar solo. Un momento de tranquilidad para pensar o escribir en un diario puede ayudarlo a ordenar todas las emociones que está sintiendo.
-
Cuídate. Prepárese para el tratamiento eligiendo un estilo de vida saludable. Por ejemplo, si fuma, deje de fumar.
Coma una variedad de frutas y verduras. Haga ejercicio cuando se sienta con ganas, pero consulte con su médico antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios.
Trate de dormir lo suficiente para que se despierte sintiéndose renovado. Hable con su médico si tiene problemas para dormir. Intente controlar el estrés priorizando lo que es importante para usted.
Estas opciones saludables pueden ayudar a su cuerpo a hacer frente a los efectos secundarios del tratamiento.
Prepararse para una cita con un médico
Si su médico sospecha o ha diagnosticado cáncer de nasofaringe, es posible que lo deriven a un médico que se especialice en el tratamiento del cáncer (oncólogo) oa un médico que se especialice en problemas de oído, nariz y garganta (otorrinolaringólogo).
Debido a que las citas con el médico pueden ser breves y puede ser difícil recordar todo lo que desea discutir, debe prepararse con anticipación. Aquí hay algunas sugerencias para prepararse.
Lo que puedes hacer
- Anote cualquier síntoma que esté experimentando. Incluya todos sus síntomas, incluso si no cree que estén relacionados.
- Haga una lista de los medicamentos o suplementos vitamínicos que toma. Anote las dosis y la frecuencia con la que las toma.
- Lleve a un familiar o amigo cercano con usted. Es posible que reciba mucha información en su visita y puede ser difícil recordarlo todo. Alguien que te acompañe puede ayudarte con los detalles que te perdiste u olvidaste.
- Lleve consigo un cuaderno o un bloc de notas. De esa forma, puede anotar información importante, como las opciones de tratamiento.
- Prepare una lista de preguntas para hacerle a su médico. Saber de antemano lo que quiere preguntarle a su médico puede ayudarlo a aprovechar al máximo su tiempo limitado juntos.
Enumere primero sus preguntas más importantes, en caso de que se acabe el tiempo. Para el carcinoma nasofaríngeo, algunas preguntas básicas para hacer incluyen:
- ¿Qué tipo de pruebas necesitaré?
- ¿Tengo que hacer algo para prepararme para estas pruebas?
- Aparte del cáncer de nasofaringe, ¿existen posibles causas de estos síntomas?
- ¿Qué tipo de cáncer de nasofaringe tengo?
- ¿Se ha diseminado el cáncer más allá de la nasofaringe? ¿Más allá de los ganglios linfáticos?
- ¿Cuál es la etapa de mi cáncer?
- ¿Cuál es el tratamiento habitual para esta etapa del cáncer?
- ¿Recomienda que la radiación y la quimioterapia se realicen al mismo tiempo?
- ¿Qué tan exitoso es cada método de tratamiento por sí solo y cuando se combina?
- ¿Cuáles son los efectos secundarios de la radiación?
- ¿Cuáles son los efectos secundarios de la quimioterapia?
- ¿Es la cirugía una opción?
- Tengo otros problemas de salud. ¿Cómo les afectará este tratamiento?
- ¿Cómo debo prepararme para el tratamiento?
- ¿Qué curso de acción recomiendas?
- ¿Cuáles son las probabilidades de recurrencia?
- ¿Debo modificar mi dieta de alguna manera?
- Cual es mi prognosis?
- ¿Hay algún ensayo clínico disponible para mí?
Y si su médico dice algo que no está claro, no dude en preguntar.
Qué puede preguntarle su médico
Es probable que su médico tenga varias preguntas para usted. Si está listo para responderlas, puede ahorrar tiempo para más preguntas. Algunas preguntas que su médico podría hacer incluyen:
- ¿Cuándo notó estos síntomas por primera vez?
- ¿Con qué frecuencia experimenta estos síntomas?
- ¿Qué tan severos son sus síntomas?
- ¿Algo mejora tus síntomas?
- ¿Hay algo que empeore sus síntomas?
- ¿Cuál es tu dieta típica?
- ¿Alguna vez le han diagnosticado el virus de Epstein-Barr o mononucleosis?
.