La meningitis es una infección de las meninges, las membranas que protegen la médula espinal y el cerebro. Cuando las meninges se infectan, comienzan a hincharse, ejerciendo presión sobre la médula espinal o el cerebro y provocando complicaciones potencialmente mortales. La meningitis se denomina afección aguda porque los síntomas aparecen rápida y repentinamente.
Aunque la meningitis es causada con mayor frecuencia por virus, la meningitis bacteriana es más grave. Las bacterias que causan la meningitis bacteriana están en casi todas partes, incluso viven dentro de las vías respiratorias. Pero estas bacterias no siempre te enferman. Los expertos no siempre saben por qué ocurre la meningitis bacteriana. Algunas personas contraen esta enfermedad cuando su sistema inmunológico está debilitado o cuando han estado enfermas recientemente. Sufrir una lesión en la cabeza también puede aumentar su riesgo de meningitis bacteriana.

Es importante saber qué está causando su meningitis. Aunque todos los tipos de meningitis afectan la misma zona del cuerpo, cada tipo puede provocar resultados diferentes y requerir tratamientos diferentes.
Datos sobre la meningitis bacteriana
Aunque la meningitis viral no suele ser grave, la meningitis bacteriana puede provocar un daño cerebral significativo. La hinchazón de las meninges puede provocar parálisis o un derrame cerebral debilitante. En algunos casos, la meningitis bacteriana es fatal.
La meningitis bacteriana puede ser causada por muchos tipos diferentes de bacterias, como Streptococcus pneumoniae, Neisseria meningitides y Haemophilus influenzae, y hay vacunas disponibles dirigidas a muchas de ellas. Los niños ahora reciben una vacuna contra la meningitis de forma rutinaria alrededor de los 11 a 12 años, seguida de una vacuna de refuerzo a los 16 años. La meningitis bacteriana suele ser más común en bebés menores de 1 año y en personas de 16 a 21 años. Los estudiantes universitarios que viven en dormitorios tienen una mayor riesgo. Los adultos con ciertos problemas médicos, incluidos los que no tienen bazo, también tienen un alto riesgo de contraer meningitis bacteriana.
Los síntomas de la meningitis bacteriana
Los síntomas más comunes de la meningitis bacteriana son:
- Cuello rígido y doloroso con rango de movimiento limitado
- Dolores de cabeza
- Fiebre alta
- Sentirse confundido o con sueño
- Moretones con facilidad en todo el cuerpo
- Una erupción en la piel
- Sensibilidad a la luz
Estos son los síntomas que se deben buscar en los niños:
- Irritabilidad
- Vómitos por fiebre alta
- Llanto frecuente
- Hinchazón de la cabeza
- Falta de apetito
- Convulsiones (a veces también se observan en adultos si la meningitis está avanzada)
Los síntomas suelen aparecer rápidamente, en tan solo un par de horas o hasta uno o dos días. Si cree que usted o su hijo pueden tener meningitis bacteriana, vaya a la sala de emergencias de inmediato.

Diagnóstico de meningitis bacteriana
Para diagnosticar la meningitis bacteriana, un médico generalmente realizará una punción lumbar (también llamada punción lumbar) para tomar una muestra de líquido alrededor de la médula espinal. Luego, este líquido se analiza en busca de bacterias. El médico también le hablará sobre sus síntomas, le realizará un examen físico y comprobará la flexibilidad de sus articulaciones.
Otras pruebas pueden incluir:
- Tomografía computarizada del cerebro
- Análisis de sangre y orina
- Tomando una muestra de líquidos de su nariz o garganta
Tratamiento de la meningitis bacteriana.
El tratamiento oportuno de la meningitis bacteriana es crucial: puede salvarle la vida. Una vez que un médico haya confirmado un diagnóstico de meningitis bacteriana e identificado el tipo de bacteria que está causando la infección, comenzará a tomar antibióticos para matar las bacterias.
Los antibióticos se administran por vía intravenosa, a través de una aguja que se coloca en una vena (generalmente en el brazo o la mano). También se pueden administrar antibióticos junto con un corticosteroide para ayudar a aliviar la inflamación y la hinchazón. El tratamiento también incluye muchos líquidos para evitar la deshidratación.
Prevención de la meningitis bacteriana.
Hay vacunas disponibles para ayudar a prevenir la meningitis bacteriana. Pregúntele a su médico si puede usar una de estas vacunas. También hable con su médico sobre las estrategias preventivas si ha estado cerca de alguien que tiene meningitis bacteriana, porque esta enfermedad puede ser contagiosa.
Complicaciones de la meningitis bacteriana
Hasta el 10% de las personas con meningitis bacteriana no sobreviven. Algunos que sobreviven pueden tener que luchar contra convulsiones, daño cerebral, pérdida de audición y discapacidad por el resto de su vida. Pero muchas personas con meningitis bacteriana sobreviven sin complicaciones permanentes, generalmente gracias a un diagnóstico y tratamiento rápidos.
Puntos clave para recordar
Si siente que tiene gripe con una rigidez inusual en el cuello (por ejemplo, no puede tocar el pecho con la barbilla), podría ser meningitis. Debe controlar y tratar cualquier síntoma lo antes posible para ayudar a prevenir complicaciones potencialmente graves.
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