Los sociólogos usan el término “promedio” para describir una norma social
El término “niños promedio” no se relaciona con el rendimiento académico, sino con la popularidad. Es un término especializado utilizado por investigadores interesados en sociometría (el estudio del estatus social). Los investigadores sociométricos exploran el estado de los niños realizando encuestas y asignando una de cinco etiquetas:
- Rechazado
- Descuidado
- Promedio
- Popular
- Polémico
En las encuestas que se realizan entre pares, se les pide a los niños que califiquen a su grupo de pares (generalmente su clase) respondiendo preguntas como:
- ¿Quiénes son tus tres mejores amigos en este grupo?
- ¿Qué tres personas de este grupo admiras MENOS?
- ¿Qué disfrutarían más tres personas de este grupo yendo de picnic?
¿Qué significa ser promedio?
Los niños promedio son el grupo de comparación junto al cual se comparan todos los demás estados sociométricos: descuidado, rechazado, popular y controvertido. Como resultado, uno puede comprender mejor las cualidades únicas de los niños promedio aprendiendo sobre las características de los niños en las otras cuatro categorías.
Los niños promedio tienden a tener un buen desempeño en la escuela. No se les considera líderes ni seguidores y no se destacan en cuanto a sus logros o comportamiento. A algunos compañeros les agradan un poco y a otros les disgustan un poco. Si bien sus habilidades y comportamientos sociales no son tan espectaculares como los del grupo “popular”, los niños con puntajes promedio suelen ser socialmente competentes.
Ventajas y desventajas de ser promedio
Los niños que entran en las otras categorías sociométricas pueden sufrir rechazo o, en la otra cara de la moneda, expectativas demasiado altas. Para los niños que están en la media, estos problemas no son motivo de preocupación.
La mayoría de los niños promedio pueden tener éxito en sus propias esferas.
Puede que les resulte fácil hacer amigos, gestionar las demandas de la escuela y los entornos sociales, y gestionar las crecientes expectativas de la escuela y el trabajo sin mucha dificultad.
Por otro lado, los niños que son “promedio” rara vez son líderes. De manera similar, no es probable que se destaquen por tener talentos particularmente fuertes en áreas como oratoria, deportes o artes. Como resultado, es posible que no tengan la oportunidad o el impulso para superar obstáculos, avanzar en sus áreas de interés o asumir desafíos inesperados.