Hechos que toda mujer debe saber
La vaginosis bacteriana (VB) es una afección común pero frustrante en la que se altera el equilibrio normal de la flora vaginal, lo que conduce a un crecimiento excesivo de bacterias anaeróbicas.Los síntomas incluyen picazón, flujo vaginal y un olor desagradable. Si bien la VB se trata fácilmente con antibióticos, la recurrencia de la infección es común, generalmente dentro de los 12 meses posteriores al tratamiento.La VB tiende a afectar a las mujeres en edad fértil y a menudo se asocia con duchas vaginales, sexo sin protección, múltiples parejas sexuales y otros factores de riesgo.
Síntomas de la vaginosis bacteriana
De los 21 millones de mujeres estadounidenses que se cree que se ven afectadas por la vaginosis bacteriana cada año, solo alrededor de tres millones realmente experimentan síntomas.Cuando ocurren, los síntomas de la VB tienden a ser leves pero persistentes y pueden incluir:
- Una secreción vaginal de color blanco grisáceo o amarillo.
- Un olor a “pescado” que puede empeorar después del coito
- Una sensación de ardor al orinar.
- Picazón, enrojecimiento e hinchazón vaginales
- Sangrado vaginal después del coito.
Con menos frecuencia, una infección por VB puede provocar problemas para orinar, dolor durante las relaciones sexuales y el desarrollo de enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).
Si bien los síntomas de la VB rara vez son graves, pueden socavar la integridad de los tejidos vaginales y aumentar su vulnerabilidad a las enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la gonorrea, la clamidia, la tricomoniasis y el VIH.
Además, si se produce una infección durante el embarazo,puede correr un mayor riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y, en raras ocasiones, un aborto espontáneo en el segundo trimestre.
Causas
La vaginosis bacteriana ocurre cuando se agotan las bacterias saludables en la vagina, lo que permite que predominen las no saludables y causen una infección. Gardnerella vaginalis es una de las bacterias “malas” más comunes, pero otras también pueden causar infecciones.
Este desequilibrio puede ser causado por cambios en la acidez vaginal o problemas con la respuesta inmunológica, los cuales disminuyen la capacidad del cuerpo para controlar el crecimiento excesivo de bacterias. El sexo a menudo puede provocar una infección al introducir microbios nuevos o excesivos en la vagina.
Algunas de las causas más comunes de VB incluyen:
- Sexo oral, vaginal o anal sin protección
- Varias parejas sexuales
- Nuevas parejas sexuales
- Juguetes sexuales compartidos
- Duchas
- De fumar
- Dispositivos intrauterinos (DIU)
También se cree que la genética juega un papel, ya sea al promover la inflamación o al causar niveles más bajos de lo esperado de lactobacilos protectores en la vagina.
Diagnóstico
Dado que la vaginosis bacteriana no es causada por un solo agente, se haría un diagnóstico basado en una evaluación de sus síntomas y los resultados de sus diversas pruebas de laboratorio.Esto generalmente implicaría:
- Una revisión del historial médico.
- Un examen pélvico
-
Una prueba de pH para verificar la acidez vaginal.
- Una evaluación microscópica de sus secreciones vaginales.
El examen microscópico buscaría “células clave” (células vaginales salpicadas de bacterias) o usaría una tinción de Gram para ayudar a diferenciar los tipos de bacterias y medir la proporción de bacterias “buenas” y “malas”.Según una revisión de los criterios, un médico puede confirmar el diagnóstico o realizar otras pruebas para asegurarse de que no se trate de otra enfermedad (como una candidiasis o herpes genital).
Las pruebas realizadas en el hogar también están disponibles, pero tienden a ser mucho menos precisas.
Tratamiento
El tratamiento estándar para la vaginosis bacteriana es un ciclo corto de antibióticos.. Los tipos utilizados en la terapia de primera línea, llamados metronidazol y clindamicina, son muy eficaces para tratar la VB y tienen efectos secundarios relativamente leves.
Los regímenes de primera línea preferidos incluyen:
- Metronidazol 500 miligramos por vía oral dos veces al día durante siete días
- Gel vaginal de metronidazol al 0,75 por ciento aplicado una vez al día durante cinco días
- Crema vaginal de clindamicina al 2,0 por ciento aplicada a la hora de acostarse durante siete días
Las opciones alternativas incluyen un supositorio vaginal de clindamicina o tabletas de tinidazol. A pesar de la eficacia del tratamiento, la recurrencia es común y puede requerir tratamientos adicionales o incluso múltiples para lograr el control.
Los efectos secundarios comunes incluyen náuseas, dolor de estómago, tos, dolor de garganta, secreción nasal y un sabor metálico en la boca.
Además de los antibióticos recetados, existen varios remedios caseros y de apoyo que pueden ayudar. Incluyen probióticos (que se encuentran en suplementos nutricionales y alimentos como el yogur) que pueden ayudar a prevenir la recurrencia, y el ácido bórico, un remedio antiguo que está experimentando un resurgimiento en el interés médico.
Prevención
Por más común que sea la vaginosis bacteriana, hay cosas que puede hacer para reducir su riesgo.Incluyen prácticas sexuales más seguras para evitar la exposición a bacterias dañinas y una buena higiene vaginal para reducir las probabilidades de infección.
Para prevenir la vaginosis bacteriana:
- Limite su número de parejas sexuales.
- Use protección para el sexo oral, vaginal o anal, incluidos condones y protectores dentales.
- No te duches.
- Límpiese de adelante hacia atrás después de orinar.
- Evite los DIU si tiene VB recurrente o una infección grave pasada.
Incluso con los mejores esfuerzos de prevención, a veces puede ocurrir vaginosis bacteriana. Trate de no estresarse. En su lugar, busque tratamiento y haga todo lo posible para evitar agravar la afección.
Si los síntomas lo están distrayendo, haga su vida más fácil deshaciéndose de los pantalones ajustados y vistiendo ropa más holgada o una falda. Para tratar la picazón, aplique un paño frío directamente sobre la vagina o salpique con agua fría en la ducha. Rascarse solo empeorará las cosas.
Por último, si está en tratamiento con antibióticos, no se detenga a la mitad, incluso si los síntomas desaparecen. Hacerlo puede aumentar el riesgo de resistencia a los antibióticos y dificultar aún más el tratamiento si, de hecho, la infección regresa.