Por qué sucede y qué puede hacer al respecto
La micción frecuente a menudo es causada por beber muchos líquidos, especialmente cafeína. Si su micción frecuente no está relacionada con lo que está bebiendo, puede deberse a una afección médica subyacente. Si bien podría ser una razón simple, como el medicamento que está tomando o una infección del tracto urinario (ITU), también podría ser un signo de una afección crónica, como cistitis intersticial o diabetes.
Síntomas frecuentes de micción
El síntoma obvio de la micción frecuente es solo eso: necesidad de orinar con más frecuencia de lo habitual. Puede ocurrir durante el día, o puede ocurrir más durante la noche, una condición llamada nicturia. Los síntomas pueden incluir los siguientes:
- Tener que ir al baño más de ocho veces en 24 horas
- Despertarse más de una vez en medio de la noche para ir al baño
- Tener ganas de orinar con frecuencia, incluso cuando no tiene que ir
La frecuencia urinaria puede ocurrir por sí sola o con otros síntomas, como fiebre, dolor o aumento de la sed. Asegúrese de informar a su proveedor de atención médica si tiene otros síntomas además de la frecuencia urinaria.
Causas
Su proveedor de atención médica revisará sus síntomas para determinar la causa probable de su frecuencia urinaria. Algunas de estas causas incluyen:
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Cáncer de vejiga: el cáncer de vejiga es una causa poco frecuente de micción frecuente. A menudo se acompaña de la necesidad frecuente de orinar y de sangre en la orina (hematuria microscópica o macroscópica que es visible en la orina). Aunque normalmente no hay dolor, a veces puede haber dolor al orinar.
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Diabetes (tipo 1 y tipo 2): la micción frecuente puede ser uno de los signos de diabetes. La diabetes provoca un aumento de la orina a medida que el cuerpo trabaja para deshacerse del exceso de glucosa.
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Diuréticos: estos medicamentos se usan para tratar la presión arterial alta o la acumulación excesiva de líquidos en los tejidos. Pueden provocar un aumento de la micción.
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Cistitis intersticial (CI): esta afección crónica de la vejiga puede provocar presión en la vejiga, dolor y ganas de orinar con frecuencia. Con IC, puede experimentar dolor sin urgencia y frecuencia, o puede tener frecuencia y urgencia sin dolor.
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Enfermedades neurológicas: afecciones como un accidente cerebrovascular o la enfermedad de Parkinson pueden dañar los nervios que controlan el llenado o vaciado de la vejiga. Esto puede provocar problemas de vejiga, incluida la necesidad constante de orinar.
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Vejiga hiperactiva: tener una vejiga hiperactiva significa que experimenta la necesidad frecuente y urgente de orinar, incluso cuando la vejiga no está llena. La vejiga hiperactiva puede incluir o no pérdida de orina, también llamada incontinencia. Puede ser causado por problemas nerviosos, pero a menudo se desconoce la causa.
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Embarazo: cuando está embarazada, puede aumentar la necesidad de orinar debido a las hormonas y la presión del bebé contra la vejiga.
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Enfermedad de la próstata: las afecciones de la próstata, incluida la hiperplasia prostática benigna (agrandamiento de la próstata), el cáncer y la prostatitis (inflamación de la glándula prostática) pueden impedir el flujo de orina a través de la uretra (el conducto que lleva la orina fuera del cuerpo). Esto puede provocar un vaciado incompleto de la vejiga y la frecuencia urinaria.
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Radioterapia: uno de los efectos secundarios de la radiación en la pelvis es la frecuencia urinaria. La radiación puede irritar la vejiga y el tracto urinario, provocando espasmos en la vejiga y una necesidad urgente de ir al baño.
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Infección del tracto urinario (ITU): si tiene una infección del tracto urinario, puede causar una necesidad urgente de orinar con frecuencia incluso después de haber vaciado la vejiga. Los síntomas también pueden incluir dolor al orinar, fiebre baja y orina turbia o con sangre. Las infecciones urinarias son mucho más comunes en mujeres que en hombres.
Diagnóstico
La micción frecuente puede ser un síntoma de muchas afecciones diferentes. Su proveedor de atención médica generalmente le realizará un examen físico y le preguntará si está tomando algún medicamento, si tiene algún síntoma de infección o si ha tenido algún cambio en sus hábitos de comer o beber.
Es probable que su proveedor de atención médica también le pida una muestra de orina para detectar bacterias (cultivo de orina) o glóbulos blancos (análisis de orina) que podrían indicar una infección. Se solicitará una citología de orina si se confirman los glóbulos rojos (tres o más). Otras posibles pruebas incluyen urodinámica para evaluar cómo funcionan los músculos de la vejiga, cistoscopia (cámara) para observar el interior de la vejiga o una ecografía o tomografía computarizada para buscar cánceres y otras causas estructurales de micción frecuente.
Tratamiento
Tratar la afección subyacente suele ser la mejor manera de lidiar con la micción frecuente. Esto puede significar controlar la diabetes de una persona, tratar una infección del tracto urinario con antibióticos o someterse a una terapia contra el cáncer.
Si la afección se diagnostica como vejiga hiperactiva, el tratamiento puede incluir modificación de la dieta, ejercicios de Kegel para fortalecer el piso pélvico, monitoreo de la ingesta de líquidos y terapias conductuales como el entrenamiento de la vejiga. También puede incluir medicamentos como anticolinérgicos (como oxibutinina) o medicamentos agonistas del receptor adrenérgico beta-3 (como mirabegrón), inyección de botox u otros procedimientos para modular los nervios sacros u otros nervios.
El entrenamiento de la vejiga implica mantener un horario estricto de micción y aumentar el tiempo entre el momento en que se vacía la vejiga. El objetivo es aumentar tanto la cantidad de tiempo entre el momento en que orinas como la cantidad de líquido que puede contener la vejiga. Su proveedor de atención médica también puede recetarle un medicamento que calme los músculos y los nervios.
La cistitis intersticial no tiene cura, pero existen tratamientos que pueden aliviar sus síntomas, incluida la distensión (estiramiento) de la vejiga bajo anestesia, medicación oral, entrenamiento de la vejiga y elecciones de dieta y estilo de vida. Puede encontrar que evitar algunos alimentos y bebidas puede ayudar a controlar sus síntomas.
La micción frecuente puede tener muchas causas diferentes, por lo que es importante que la revise con su proveedor de atención médica. Ya sea que se trate de un tratamiento a corto o largo plazo, su proveedor de atención médica puede ayudarlo a encontrar una manera de controlar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.