La atrofia multisistémica (MSA) es una enfermedad neurodegenerativa debilitante. Es raro, afecta solo a cuatro de cada 100,000 personas, pero su impacto en aquellos a los que toca es devastador. La MSA comparte muchas características patológicas y clínicas con la enfermedad de Parkinson, más conocida y común, con la que a menudo se la confunde. De hecho, la proteína anormal en la enfermedad de Parkinson (sinucleína) también juega un papel clave en la MSA.
Hay tres tipos de MSA:
- Parkinsonianoen el que los pacientes se ven afectados en su mayoría con síntomas graves similares a la enfermedad de Parkinson, como movimientos lentos, problemas para caminar, rigidez muscular y temblor
- cerebelosoen el que los pacientes tienen problemas principalmente con la coordinación, caminar y dificultad para hablar
- Conjuntoen el que los pacientes sufren tanto síntomas parkinsonianos como cerebelosos
Síntomas
Además de los síntomas de movimiento específicos de cada tipo de MSA, MSA puede causar desmayos y presión arterial baja (así como fluctuaciones en la presión arterial), contracciones musculares, incontinencia urinaria, estreñimiento, disfunción sexual, visión doble u otros trastornos de la visión, dificultad para respirar y tragar, trastornos del sueño, incluida la apnea del sueño y sudoración anormal. No existe una cura para la AMS y la esperanza de vida con la enfermedad suele oscilar entre 7 y 10 años.
Tratamiento
La MSA progresa rápidamente y el tratamiento tiene como objetivo tratar de controlar los síntomas, lo cual es un desafío. Sin embargo, existen tratamientos viables para varios síntomas de la AMS y es importante un enfoque de atención coordinada para optimizar la atención.
Recursos adicionales
- Coalición MSA
- Fundación Nacional de Investigación de Disautonomía