La prueba de elevación de la pierna estirada se realiza para medir varios aspectos de la fuerza y estabilidad de las piernas. Se realiza con mayor frecuencia para verificar la función muscular, pero también se puede modificar para observar la función nerviosa.
La prueba se realiza mientras está acostado en una cama. Luego, usted o el examinador levantan la pierna, posiblemente con una ligera resistencia, para tener una idea de la fuerza y funcionalidad de las piernas.
Prueba del mecanismo extensor
Muy a menudo, la prueba de elevación de la pierna estirada se utiliza para evaluar la función del músculo cuádriceps y su unión a la espinilla. La incapacidad para realizar un levantamiento de la pierna estirada puede deberse a la interrupción de:
- Tendón del cuádriceps
- Rótula (rótula)
- Tendón rotuliano
Si tiene una afección como un tendón del cuádriceps desgarrado o una fractura de rótula, es probable que no pueda realizar esta maniobra.
Debido a la interrupción del mecanismo extensor, a pesar de su esfuerzo por levantar la pierna, no hay nada contra qué tirar y, por lo tanto, no puede realizar esta función. Una prueba de elevación de la pierna estirada es la prueba de diagnóstico clave para evaluar estas afecciones.
Prueba de irritación nerviosa
La prueba de la pierna estirada se puede modificar para evaluar la función del nervio ciático en lugar de la función de los músculos y los tendones. El nervio ciático sale de la columna lumbar (parte inferior de la espalda), luego pasa por detrás de la cadera y baja por la parte posterior de la pierna.
Las condiciones que causan irritación del nervio ciático incluyen:
- Estenosis espinal
- Hernias de disco
- Ciática
En lugar de que intente levantar la pierna, el examinador levanta el talón con la rodilla en posición recta. Cuando está lo más alto posible, el examinador apunta los dedos de los pies hacia la cabeza.
Esto estira el nervio y puede recrear los síntomas del dolor nervioso que baja por la pierna. Este tipo de prueba se llama signo de tensión y puede ser muy útil para determinar el mejor tratamiento para una afección nerviosa.
Una prueba es positiva cuando recrea el dolor debajo de la rodilla. Sentir tensión en el músculo isquiotibial no se considera una prueba positiva.