Visión de conjunto
¿Qué es la disnea (dificultad para respirar)?
Cuando siente que no puede llevar suficiente aire a sus pulmones, se le llama dificultad para respirar. Los médicos llaman a esta sensación aterradora disnea. Puede ser un signo de muchos problemas de salud diferentes. Puede describirlo como tener una sensación de opresión en el pecho o no poder respirar profundamente.
La dificultad para respirar es a menudo un síntoma de problemas cardíacos y pulmonares. Pero también puede ser un signo de otras condiciones como asma, alergias o ansiedad. El ejercicio intenso o tener un resfriado también pueden hacer que se sienta sin aliento.
¿Es peligrosa la disnea?
A veces, la dificultad para respirar puede ser un signo de una afección médica potencialmente mortal. Consulte a un médico si usted:
- De repente tiene dificultad para respirar.
- Tiene disnea severa (no puede recuperar el aliento).
- Todavía se siente sin aliento después de 30 minutos de descanso.
¿Quién se ve afectado por la dificultad para respirar?
Debido a que tiene tantas causas, la dificultad para respirar es muy común. Cualquiera puede experimentarlo, pero sucede con más frecuencia en personas con:
-
Anemia (bajo nivel de glóbulos rojos).
- Asma.
- Ansiedad.
- Problemas cardíacos o pulmonares.
- Historia del tabaquismo.
- Infecciones.
- Mala forma física.
- Obesidad severa.
Posibles Causas
¿Qué causa la dificultad para respirar?
Muchos trastornos médicos diferentes pueden causar dificultad para respirar. Las causas más comunes son las afecciones pulmonares y cardíacas. La respiración saludable depende de estos órganos para transportar oxígeno a su cuerpo.
La sensación de falta de aire puede ser aguda y durar solo unos pocos días o menos. Otras veces, es crónica y dura más de tres a seis meses.
¿Qué causa la dificultad para respirar continua?
Las condiciones que pueden causar dificultad crónica para respirar incluyen:
- Asma: El estrechamiento de las vías respiratorias causado por el asma puede dificultar la respiración.
- Insuficiencia cardiaca: Durante la insuficiencia cardíaca, la sangre no puede llenar y vaciar el corazón correctamente. Esta condición puede hacer que se acumule líquido en los pulmones, lo que dificulta la respiración.
- Enfermedad pulmonar: El daño al tejido pulmonar por enfermedades como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) relacionada con el tabaquismo puede causar disnea. Los tumores, como el cáncer de pulmón, también pueden causar dificultad para respirar.
- Obesidad: Tener mucho sobrepeso puede forzar los pulmones y dificultar la respiración.
- Mala forma física: Estar fuera de forma por inactividad o enfermedad puede causar dificultad para respirar.
¿Qué causa la disnea aguda o dificultad para respirar?
Los factores que pueden causar dificultad para respirar aguda (desaparece después de una semana más o menos) incluyen:
- Alergias: Las personas a menudo sienten dificultad para respirar durante una reacción alérgica.
- Ansiedad: La ansiedad puede causar hiperventilación (respiración rápida y pesada).
- Asfixia: Un bloqueo en la garganta puede dificultar la entrada y salida de aire de los pulmones. Inhalar comida o un objeto en los pulmones también bloquea el flujo de aire.
- Embolia pulmonar: Esto sucede cuando tiene un coágulo de sangre en los pulmones. Esta condición es una emergencia médica.
- Ataque al corazón: Un bloqueo que detiene el flujo de sangre al corazón puede causar una falta de aire aterradora. Si nota este síntoma junto con otros síntomas de un ataque al corazón, llame al 911.
- Infección: Una infección como la bronquitis o la neumonía puede producir mucosidad que bloquea el flujo de aire a partes de los pulmones. Esto puede interferir con la difusión de oxígeno a la sangre.
- Lesión: Una costilla rota puede hacer que la respiración sea dolorosa y difícil. El sangrado y la anemia pueden reducir la cantidad de glóbulos rojos, lo que reduce la cantidad de oxígeno transportado en la sangre.
- Medicamento: Ciertos medicamentos pueden causar una sensación de opresión en el pecho. Las estatinas (medicamentos que reducen las grasas en la sangre) y los bloqueadores beta administrados para la hipertensión en personas asmáticas pueden causar este síntoma.
- Temperaturas extremas. Tener mucho calor o mucho frío puede hacerle sentir que tiene problemas para respirar.
Cuidado y Tratamiento
¿Cómo puede mi médico controlar la dificultad para respirar?
Su médico lo ayudará a controlar la disnea identificando primero y luego tratando la afección que causa su dificultad para respirar. Dependiendo de la condición subyacente, su tratamiento puede incluir:
- Ejercicio: Mejorar su condición física puede fortalecer su corazón y sus pulmones. Una mejor salud general puede ayudarlo a sentirse menos sin aliento durante la actividad. Incluso con una afección cardíaca o pulmonar, la rehabilitación cardiovascular podría ayudar. El proveedor también podría sugerirle que aprenda técnicas de respiración.
- Medicamento: Los medicamentos inhalados llamados broncodilatadores pueden relajar las vías respiratorias en el asma y la EPOC. Los medicamentos para aliviar el dolor o la ansiedad pueden aliviar la disnea.
- Terapia de oxigeno: Recibir oxígeno adicional a través de una máscara o un tubo en las fosas nasales puede ayudarlo a respirar más cómodamente. Esto solo es apropiado cuando un profesional de la salud mide el nivel de oxígeno en la sangre y se muestra bajo.
¿Cómo determinará un médico qué está causando mi dificultad para respirar?
Las pruebas pueden incluir:
- Examen físico: Esto cubriría cosas como tomarte la temperatura y escuchar tu pecho. La fiebre podría indicar una infección.
- Oximetría de pulso: Un proveedor usa un sensor en el dedo para ver cuánto oxígeno tiene en la sangre.
- Radiografía de pecho, tomografías computarizadas u otras pruebas de imagen especiales: Estos sugerirían una causa de dificultad para respirar si aún no tiene un diagnóstico de una afección crónica.
- Análisis de sangre: Estos podrían mostrar anemia, infecciones y otras condiciones.
- Pruebas de función pulmonar: Estas pruebas indican qué tan bien está respirando.
- Prueba de esfuerzo cardiopulmonar: Estas pruebas indican el volumen de oxígeno ingerido y el dióxido de carbono liberado durante el ejercicio realizado en cintas de correr o bicicletas estáticas.
¿Cómo puedo aliviar o aliviar la dificultad para respirar?
Puede prevenir o aliviar la dificultad para respirar por su cuenta. Los pasos útiles pueden incluir:
- Evitar inhalar productos químicos que puedan irritar los pulmones, como los vapores de pintura y los gases de escape de los automóviles.
- Practicar técnicas de respiración y/o relajación para mejorar la función respiratoria.
- Dejar de fumar, si fuma. No empiece a fumar si no fuma ahora.
- Alcanzar y mantener un peso saludable.
- Evitar la actividad en épocas de mucho calor o mucho frío, o cuando la humedad es alta. Si tiene una enfermedad pulmonar, preste atención a las alertas de contaminación del aire (ozono) emitidas por radio y televisión.
- Asegurarse de que su equipo esté en buen estado de funcionamiento cuando use oxígeno.
Cuándo llamar al médico
¿Cuándo debo llamar a mi médico acerca de la dificultad para respirar?
Si tiene una afección que significa que puede sentir que le falta el aire con frecuencia, asegúrese de seguir las sugerencias de su proveedor de atención médica acerca de prestar atención a su salud todos los días. Esto podría incluir realizar pruebas de flujo máximo en EPOC y asma o pesarse todos los días para asegurarse de que no está reteniendo líquidos.
Llame a su médico si tiene dificultad para respirar severa o si su dificultad para respirar interfiere con sus actividades diarias. A veces, la dificultad para respirar es un signo de una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato. Vaya al hospital si todavía tiene dificultad para respirar después de descansar durante 30 minutos. También obtenga ayuda de emergencia de inmediato si tiene:
- Dedos o labios azules.
- Dolor o pesadez en el pecho, particularmente si se asocia con sudoración y náuseas.
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Palpitaciones del corazón (latidos cardíacos rápidos o irregulares).
- Fiebre alta.
- Estridor (sonido agudo al inhalar) o sibilancias (sonido de silbido) al inhalar o exhalar.
- Tobillos o pies hinchados.