¿Qué son las vitaminas prenatales?
Las vitaminas prenatales son multivitaminas especialmente formuladas que se aconseja a las futuras madres que tomen por su propia salud y por la salud de sus bebés. Estas vitaminas compensan cualquier deficiencia nutricional en su dieta durante el embarazo. Si bien los suplementos contienen numerosas vitaminas y minerales, el contenido de ácido fólico, hierro y calcio es especialmente importante.
El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda que las mujeres embarazadas y lactantes apunten a una ingesta diaria promedio de al menos 200 mg de ácido docosahexaenoico (DHA) al día, además de sus vitaminas prenatales. Las vitaminas prenatales, así como el DHA, se pueden comprar sin receta o con receta médica.
¿Por qué las mujeres embarazadas necesitan altos niveles de ácido fólico, hierro y calcio?
Tomar ácido fólico puede reducir el riesgo de tener un bebé con un defecto congénito grave del cerebro y la médula espinal, llamado “tubo neural”. Un bebé con espina bífida, el defecto del tubo neural más común, nace con una columna que no está completamente desarrollada. Los nervios expuestos se dañan, lo que deja al niño con diversos grados de parálisis, incontinencia y, a veces, problemas de aprendizaje. Algunas mujeres corren un mayor riesgo de tener un bebé con un defecto del tubo neural abierto. Estas mujeres incluyen, entre otras, aquellas con antecedentes familiares de espina bífida y aquellas que toman medicamentos antiepilépticos. ACOG recomienda ácido fólico adicional para las mujeres con mayor riesgo de tener un bebé con un defecto del tubo neural. Su médico puede discutir esto con usted y, en algunos casos, derivarlo a asesoramiento genético.
Los defectos del tubo neural se desarrollan en los primeros 28 días después de la concepción. Debido a que aproximadamente la mitad de todos los embarazos no son planificados, el Servicio de Salud Pública de los EE. UU. recomienda que todas las mujeres en edad fértil tomen 400 microgramos de ácido fólico por día. Hay fuentes naturales de ácido fólico: vegetales de hoja verde, nueces, frijoles y frutas cítricas. También se encuentra en muchos cereales fortificados para el desayuno y en algunos suplementos vitamínicos.
Tomar calcio durante el embarazo puede evitar que una nueva madre pierda su propia densidad ósea ya que el feto usa el mineral para el crecimiento óseo. Tomar hierro ayuda tanto a la sangre de la madre como a la del bebé a transportar oxígeno.
Si bien un suplemento vitamínico diario no reemplaza una dieta saludable, la mayoría de las mujeres embarazadas y lactantes necesitan suplementos para asegurarse de obtener los niveles adecuados de estos minerales.