Visión de conjunto
¿Qué es una embolia pulmonar?
Una embolia pulmonar es un coágulo de sangre en el pulmón que ocurre cuando un coágulo en otra parte del cuerpo (a menudo la pierna o el brazo) se mueve a través del torrente sanguíneo y se aloja en los vasos sanguíneos del pulmón. Esto restringe el flujo de sangre a los pulmones, reduce los niveles de oxígeno en los pulmones y aumenta la presión arterial en las arterias pulmonares.
Si se desarrolla un coágulo en una vena y permanece allí, se le llama trombo Si el coágulo se desprende de la pared de la vena y se desplaza a otra parte del cuerpo, se denomina coágulo embolia.
Si las EP no se tratan rápidamente, pueden causar daño cardíaco o pulmonar e incluso la muerte.
¿Quién está en riesgo de desarrollar un coágulo de sangre?
Las personas en riesgo de desarrollar un coágulo de sangre son aquellas que:
- Ha estado inactivo o inmóvil durante largos períodos de tiempo debido al reposo en cama o a una cirugía.
- Tener antecedentes personales o familiares de un trastorno de la coagulación de la sangre, como trombosis venosa profunda (TVP) o embolia pulmonar (EP).
- Tiene antecedentes de cáncer o está recibiendo quimioterapia.
- Sentarse por períodos prolongados.
Las personas en riesgo de desarrollar una embolia pulmonar incluyen aquellas que:
- Están inactivos durante largos períodos de tiempo mientras viajan en un vehículo de motor, tren o avión.
- Tiene antecedentes de insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular.
- Tiene sobrepeso u obesidad.
- Ha tenido recientemente un trauma o lesión en una vena, posiblemente después de una cirugía reciente, fractura o debido a venas varicosas.
- Está embarazada o ha dado a luz en las últimas 6 semanas.
- Está tomando píldoras anticonceptivas (anticonceptivos orales) o terapia de reemplazo hormonal.
- Colocación de catéteres venosos centrales a través del brazo o la pierna Si tiene alguno de estos factores de riesgo y ha tenido un coágulo de sangre, hable con su proveedor de atención médica para que se puedan tomar medidas para reducir su riesgo personal.
¿Qué tan grave es una embolia pulmonar?
Una embolia pulmonar puede disolverse por sí sola; rara vez es fatal cuando se diagnostica y trata adecuadamente. Sin embargo, si no se trata, puede ser grave y provocar otras complicaciones médicas, incluida la muerte. Una embolia pulmonar puede:
- Causa daño al corazón.
- Ser potencialmente mortal, dependiendo del tamaño del coágulo.
Síntomas y Causas
¿Cuáles son los síntomas de la embolia pulmonar?
Los síntomas de la embolia pulmonar varían según la gravedad del coágulo. Aunque la mayoría de las personas con embolia pulmonar experimentan síntomas, algunas no los experimentarán. Los primeros síntomas suelen ser dificultad para respirar y dolores en el pecho que empeoran con el esfuerzo. Puede toser esputo con sangre. Si tiene estos síntomas, obtenga atención médica de inmediato. La embolia pulmonar es grave pero muy tratable. El tratamiento rápido reduce en gran medida la posibilidad de muerte.
Los síntomas pueden incluir:
- Falta de aliento repentina, ya sea que haya estado activo o en reposo.
- Dolor agudo inexplicable en el pecho, brazo, hombro, cuello o mandíbula. El dolor también puede ser similar a los síntomas de un ataque al corazón.
- Tos con o sin esputo con sangre (moco).
- Piel pálida, húmeda o de color azulado.
- Latidos rápidos del corazón (pulso).
- Sudoración excesiva.
- En algunos casos, sentirse ansioso, mareado, desmayarse o desmayarse.
- Sibilancias.
También es posible tener un coágulo de sangre y no tener ningún síntoma, así que hable sobre sus factores de riesgo con su proveedor de atención médica.
Si tiene algún síntoma de embolia pulmonar, obtenga atención médica de inmediato.
¿Qué causa la embolia pulmonar?
La embolia pulmonar puede ocurrir:
- Cuando la sangre se acumula (o “se acumula”) en cierta parte del cuerpo (generalmente un brazo o una pierna). La acumulación de sangre generalmente ocurre después de largos períodos de inactividad, como después de una cirugía o reposo en cama.
- Cuando se han lesionado las venas, como por ejemplo por una fractura o cirugía (especialmente en la pelvis, cadera, rodilla o pierna).
- Como resultado de otra afección médica, como una enfermedad cardiovascular (que incluye insuficiencia cardíaca congestiva, fibrilación auricular y ataque cardíaco) o un accidente cerebrovascular.
- Cuando los factores de coagulación en la sangre aumentan, se elevan o, en algunos casos, se reducen. Los factores de coagulación elevados pueden ocurrir con algunos tipos de cáncer o en algunas mujeres que toman terapia de reemplazo hormonal o píldoras anticonceptivas. Los factores de coagulación anormales o bajos también pueden ocurrir como resultado de condiciones hereditarias.
Diagnóstico y Pruebas
¿Cómo se detecta una embolia pulmonar?
La embolia pulmonar se detecta comúnmente a través de las siguientes pruebas:
- Exploración por tomografía computarizada (TC).
- Exploración pulmonar.
- Exámenes de sangre (incluida la prueba del dímero D).
- Angiografía pulmonar.
- Ultrasonido de la pierna: ayuda a identificar coágulos de sangre en pacientes que no pueden hacerse una radiografía debido a alergias a los colorantes o que están demasiado enfermos para salir de la habitación del hospital.
- Resonancia magnética nuclear (RMN) de las piernas o los pulmones.
Manejo y Tratamiento
¿Cómo se trata la embolia pulmonar?
El tratamiento para la embolia pulmonar generalmente se brinda en un hospital, donde su condición puede ser monitoreada de cerca.
La duración de su tratamiento y estadía en el hospital variará, según la gravedad del coágulo.
Dependiendo de su condición médica, las opciones de tratamiento pueden incluir medicamentos anticoagulantes (diluyentes de la sangre), terapia trombolítica, medias de compresión y, a veces, cirugía o procedimientos intervencionistas para mejorar el flujo sanguíneo y reducir el riesgo de futuros coágulos de sangre.
Medicamentos anticoagulantes
En la mayoría de los casos, el tratamiento consiste en medicamentos anticoagulantes (también llamados anticoagulantes). Los anticoagulantes disminuyen la capacidad de coagulación de la sangre y previenen futuros coágulos de sangre.
Los medicamentos anticoagulantes incluyen warfarina (Coumadin®), heparina, heparina de bajo peso molecular (como Lovenox® o Dalteparin®) y fondaparinux (Arixtra®).
- warfarina viene en forma de tableta y se toma por vía oral (por la boca).
- heparina es un medicamento líquido y se administra a través de una vía intravenosa (IV) que administra el medicamento directamente en la vena o mediante inyecciones subcutáneas (debajo de la piel) administradas en el hospital.
- Heparina de bajo peso molecular se inyecta debajo o debajo de la piel (por vía subcutánea). Se administra una o dos veces al día y se puede tomar en casa.
- Fondaparinux (Arixtra) es un nuevo medicamento que se inyecta por vía subcutánea, una vez al día.
Usted y su familia recibirán más información sobre cómo tomar el medicamento anticoagulante que se le recete. Al igual que con cualquier medicamento, es importante que comprenda cómo y cuándo tomar su anticoagulante y que siga las indicaciones de su médico.
El tipo de medicamento que le recetaron, cuánto tiempo debe tomarlo y el tipo de control de seguimiento que necesitará depende de su diagnóstico. Asegúrese de asistir a todas las citas de seguimiento programadas con su médico y el laboratorio para que su respuesta al medicamento pueda ser monitoreada de cerca.
Mientras toma anticoagulantes, su seguimiento incluirá análisis de sangre frecuentes, como:
- PT-INR: Prueba de tiempo de protrombina (PT o protime)/índice internacional normalizado (INR): su INR ayudará a su proveedor de atención médica a determinar qué tan rápido se coagula la sangre y si es necesario cambiar la dosis de su medicamento. Esta prueba se usa para monitorear su condición si está tomando Coumadin.
- Tromboplastina parcial activada (TTPa): Mide el tiempo que tarda la sangre en coagular. Esta prueba se usa para monitorear su condición si está tomando heparina.
- Ensayo Anti-Xa o Heparina: Mide el nivel de heparina de bajo peso molecular en la sangre. Por lo general, no es necesario usar esta prueba a menos que tenga sobrepeso, enfermedad renal o esté embarazada.
¿Cuáles son otras opciones de tratamiento?
Medias de compresión
Las medias de compresión (medias de soporte) ayudan al flujo sanguíneo en las piernas y deben usarse según las indicaciones de su médico. Las medias suelen llegar hasta la rodilla y comprimen las piernas para evitar la acumulación de sangre.
Hable con su médico sobre cómo usar las medias de compresión, por cuánto tiempo y cómo cuidarlas. Es importante lavar las medias de compresión de acuerdo con las instrucciones para evitar dañarlas.
Procedimientos
Si una embolia pulmonar pone en peligro la vida o si otros tratamientos no son efectivos, su médico puede recomendar:
- Cirugía para extirpar el émbolo de la arteria pulmonar.
- Un procedimiento de intervención en el que se coloca un filtro dentro de la vena más grande del cuerpo (filtro de vena cava) para que los coágulos puedan atraparse antes de que ingresen a los pulmones.
Terapia trombolítica
Los medicamentos trombolíticos (“destructores de coágulos”), incluido el activador tisular del plasminógeno (TPA), se usan para disolver el coágulo. Los trombolíticos siempre se administran en un hospital donde el paciente puede ser monitoreado de cerca. Estos medicamentos se usan en situaciones especiales, como si la presión arterial del paciente es baja o si la condición del paciente es inestable debido a la embolia pulmonar.
Prevención
¿Cómo puedo prevenir la embolia pulmonar?
- Hacer ejercicio regularmente. Si no puede caminar debido al reposo en cama, la recuperación de una cirugía o un viaje prolongado, mueva los brazos, las piernas y los pies durante unos minutos cada hora. Si sabe que tendrá que permanecer sentado o de pie durante períodos prolongados, use medias de compresión para estimular el flujo sanguíneo.
- Beba muchos líquidos, como agua y jugo, pero evite el exceso de alcohol y cafeína.
- Si necesita estar inmóvil durante largos períodos de tiempo, muévase durante unos minutos cada hora: mueva los pies y las piernas, doble las rodillas y párese de puntillas.
- No fume.
- Evite cruzar las piernas.
- No use ropa ajustada.
- Pierde peso si tienes sobrepeso.
- Eleve los pies durante 30 minutos dos veces al día.
- Hable con su médico acerca de cómo reducir sus factores de riesgo, especialmente si usted o alguno de sus familiares ha experimentado un coágulo de sangre.
Viviendo con
¿Qué es la atención de seguimiento después de una embolia pulmonar?
Asegúrese de hablar y comprender su atención de seguimiento con su médico. Siga las recomendaciones de su médico para reducir el riesgo de otra embolia pulmonar.
Acuda a todas las citas con su médico y el laboratorio para que se pueda controlar su respuesta a los tratamientos prescritos.