Señales que sugieren que el cambio es necesario.
Cuando se enfrentan a la decisión de colocar a un ser querido en un centro de vida asistida o en un asilo de ancianos, los cuidadores se preguntan constantemente si hay ciertas señales que indiquen cuándo es el momento adecuado o si hay factores claros que reconocer. Si comienza a sentir que el desafío de equilibrar todo en la vida puede ser demasiado, considere que podría ser el momento de pedir ayuda.
Liderando con emoción
Las familias a menudo experimentan culpa y ansiedad relacionadas con la sola idea de la ubicación en un centro de atención.Es posible que incluso hace años le hayan hecho una promesa a su ser querido de que nunca los pondrían en una casa. Aún más, pueden sentir que es su deber cuidar de sus seres queridos en su propia casa.
Otros pueden haber tenido una mala experiencia (o haber oído hablar de una) con un centro de atención y temen tomar la decisión. Les preocupa que su ser querido no sea atendido tan bien en un centro como a ellos en casa, o les preocupa que la colocación en un centro provoque un deterioro más rápido en el funcionamiento y la calidad de vida.
Fuera de tu control
Ocasionalmente, hay situaciones repentinas en las que está claro que ha llegado el momento de mudarse a una residencia asistida o un centro de atención a largo plazo. Estos pueden incluir:
- Enfermedad severa
- Lesión
- Hospitalización / muerte del cuidador
- Hospitalización de la persona que necesita cuidados
- Demencia
Estos cambios abruptos a menudo requieren la colocación inmediata de una instalación. A veces, las personas incluso terminan en las instalaciones casi de la noche a la mañana, con muy poco tiempo para investigar todas sus opciones.
Cuando es realmente el momento
Aparte de los cambios repentinos mencionados anteriormente, ¿cómo sabe cuándo debe mudarse a un centro de atención asistida?
Aquí hay 13 señales a considerar:
- Se lastimó la espalda o se cayó al intentar levantar o mover a su ser querido.
- La enfermedad de Alzheimer de su ser querido ha progresado hasta el punto en que intenta lastimarlo o exhibe otros comportamientos desafiantes, como paranoia o enojo frecuente.
- Su familiar ha vagado afuera y se ha perdido.
- Estás dejando caer la pelota con otras responsabilidades de la vida.
- Muestra varios signos de agotamiento del cuidador. Por ejemplo, recientemente perdió los estribos cuando su ser querido se resistía a vestirse o lo seguía a todos los lugares a los que entraba en la casa.
- Su propia salud (física o emocional) está empeorando. Esto puede incluir afecciones como presión arterial alta, arritmia, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, ansiedad y / o depresión.
- Tus relaciones más importantes están sufriendo significativamente.
- Tiene una cirugía u otro procedimiento médico planificado próximamente.
- Su proveedor de atención médica ha dicho que es hora de la colocación de vivienda asistida.
- Su ser querido tiene necesidades de atención que usted realmente no puede manejar bien, a pesar de sus mejores esfuerzos.
- Ha tenido amigos o familiares que han expresado repetidamente su preocupación por usted y lo han animado a considerar la opción de un centro de atención.
- Ha probado otras opciones y recursos para mantener a su ser querido en casa, pero simplemente no le brindan suficiente ayuda.
- Financieramente, la vida asistida es más factible que pagar la cantidad de servicios en el hogar que serían necesarios para satisfacer las necesidades de atención de su ser querido.
Si uno o más de estos signos le suenan familiares, puede ser el momento de seguir adelante con la planificación del traslado a un centro de atención. Asegúrese de hablar con otras personas a su alrededor que estén familiarizadas con las instalaciones en su comunidad y que puedan ayudar a hacer una recomendación.
Visitar las instalaciones para visitar también puede darle una idea del lugar. Investigar sus opciones es clave para elegir un buen centro de atención para su ser querido.
Pensar en las opciones de atención para su ser querido puede ser estresante. Aunque a veces parece que puede manejarlo, puede haber otras ocasiones en las que sienta que simplemente no puede hacerlo todo.
Algunas personas incluso describen sentirse como si se estuvieran ahogando en la responsabilidad y la carga del rol de cuidador.Sin embargo, reconocer estos sentimientos no le quita nada al amor que siente por la persona que está cuidando.
Tenga en cuenta que si su salud o su bienestar emocional sufren demasiado, no será de mucha ayuda para su ser querido. Planificar bien puede ayudarlo a seguir estando allí para su ser querido, de modo que pueda seguir brindándole el apoyo que necesita durante los desafíos de este viaje.