El selenio es un oligoelemento esencial para la salud humana y desempeña un papel vital en diversos procesos fisiológicos. Aunque el cuerpo humano necesita selenio en pequeñas cantidades, el impacto del selenio en nuestra salud general es significativo. El selenio se encuentra naturalmente en una variedad de alimentos, por lo que puedes obtenerlo fácilmente a través de una dieta equilibrada. En este artículo, explicaremos las funciones del selenio en nuestro cuerpo, sus beneficios para la salud y las consecuencias tanto de la deficiencia como del consumo excesivo de selenio.
¿Qué es el selenio?
El selenio es un oligoelemento crucial para mantener la salud. Este elemento se incorpora a las proteínas para formar selenoproteínas, que son importantes para muchas funciones biológicas. El selenio está presente de forma natural en alimentos como las nueces de Brasil, el pescado, las aves, los huevos y los cereales integrales. El contenido de selenio en los alimentos de origen vegetal depende en gran medida de los niveles de selenio en el suelo donde se cultivan, que pueden variar ampliamente entre regiones.
Propiedades físicas y químicas del selenio.
El selenio es un no metal y pertenece al grupo 16 (calcógenos) de la tabla periódica, compartiendo similitudes con el azufre y el telurio. El selenio existe en varias formas alotrópicas, incluidas estructuras amorfas y cristalinas. La forma más estable y común de selenio es el alótropo metálico gris, que conduce mejor la electricidad en la luz que en la oscuridad, lo que lo hace útil en fotocélulas y fotómetros. El selenio es químicamente reactivo y forma compuestos tanto con metales como con no metales. Por ejemplo, reacciona con hidrógeno para producir seleniuro de hidrógeno (H2Se), un gas tóxico, y con oxígeno para formar dióxido de selenio (SeO2), un compuesto utilizado industrialmente.
Biológicamente, el selenio existe principalmente en forma de iones seleniuro (Se2-), selenito (SeO32-) o selenato (SeO42-), que se incorporan a moléculas orgánicas para formar selenoproteínas. Las propiedades redox del selenio le permiten participar en importantes reacciones enzimáticas, particularmente reacciones relacionadas con la defensa antioxidante y el metabolismo de la hormona tiroidea.
Funciones biológicas del selenio.
Protección antioxidante
El selenio es un componente clave de las enzimas antioxidantes, en particular la glutatión peroxidasa, que neutraliza los radicales libres dañinos en el cuerpo. Los radicales libres son moléculas inestables que pueden dañar las células y provocar estrés oxidativo y enfermedades crónicas como el cáncer y problemas cardiovasculares. Al descomponer el peróxido de hidrógeno y los peróxidos lipídicos en moléculas inofensivas como agua y alcoholes, las enzimas que contienen selenio protegen las estructuras celulares y el ADN, reduciendo el riesgo de daños a largo plazo.
función tiroidea
El selenio es esencial para el buen funcionamiento de la glándula tiroides. Es un cofactor de enzimas que activan y desactivan las hormonas tiroideas, ayudando específicamente a la conversión de tiroxina (T4) en la forma activa triyodotironina (T3). Este proceso ayuda a regular el metabolismo, la producción de energía y el equilibrio hormonal general. Las propiedades antioxidantes del selenio también protegen la glándula tiroides del daño oxidativo, lo cual es especialmente importante porque la tiroides tiene una alta concentración de peróxido de hidrógeno debido a su papel en la síntesis hormonal.
Apoyo al sistema inmunológico
El selenio mejora el sistema inmunológico al apoyar la producción y función de las selenoproteínas involucradas en la regulación de la inflamación y la modulación de las respuestas inmunes. Estas proteínas ayudan a que los glóbulos blancos, como los linfocitos, funcionen de manera más efectiva para identificar y neutralizar patógenos. La deficiencia de selenio puede afectar la función inmune, lo que lleva a una mayor susceptibilidad a las infecciones y tiempos de recuperación prolongados.
Salud reproductiva
En los hombres, el selenio es fundamental para mantener los espermatozoides sanos. El selenio participa en la producción de fosfolípido hidroperóxido glutatión peroxidasa, una enzima que protege a los espermatozoides del daño oxidativo, mejorando la motilidad y viabilidad de los espermatozoides. En las mujeres, las propiedades antioxidantes del selenio contribuyen a un ambiente uterino saludable y pueden favorecer el desarrollo de la placenta, reduciendo el riesgo de complicaciones durante el embarazo.
salud cardiovascular
El selenio ayuda a proteger el sistema cardiovascular al reducir el estrés oxidativo y la inflamación, que contribuyen de manera importante a la aterosclerosis (acumulación de placa en las arterias). Las selenoproteínas previenen la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL), un paso clave en la formación de placas arteriales. Los efectos antiinflamatorios del selenio también reducen el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas como la enfermedad de las arterias coronarias.
Beneficios para la salud del selenio
Prevención del cáncer
La capacidad del selenio para proteger las células del daño del ADN y el estrés oxidativo juega un papel importante en la prevención del cáncer. Al mejorar la actividad de los genes supresores de tumores y facilitar la apoptosis (muerte celular programada) en células anormales, el selenio puede reducir el riesgo de cánceres como el cáncer de próstata, el cáncer de pulmón y el cáncer colorrectal. Además, las propiedades antiinflamatorias del selenio ayudan a crear un entorno menos propicio para el crecimiento del cáncer.
Propiedades antienvejecimiento
El selenio combate el proceso de envejecimiento minimizando el daño oxidativo a las células. Este efecto incluye proteger las células de la piel del daño ambiental causado por la radiación ultravioleta y la contaminación. Al mantener la integridad de las membranas celulares y favorecer la reparación del ADN dañado, el selenio ayuda a preservar la elasticidad de la piel, reduce las arrugas y promueve la vitalidad general.
salud mental
Unos niveles adecuados de selenio se asocian con una mejor función cognitiva y un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas. El selenio apoya la salud del cerebro al proteger las neuronas del estrés oxidativo y la inflamación, que están relacionados con afecciones como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson. Los estudios sugieren que la suplementación con selenio puede mejorar la memoria y el rendimiento cognitivo en personas con niveles bajos de selenio.
Riesgos de la deficiencia de selenio
La falta de selenio en la dieta puede provocar varios problemas de salud. Los síntomas de la deficiencia de selenio incluyen fatiga, debilidad muscular, caída del cabello y sistema inmunológico debilitado. La deficiencia grave de selenio se asocia con enfermedades específicas, como:
Enfermedad de Keshan: una afección cardíaca caracterizada por miocardiopatía, que ocurre principalmente en niños y mujeres en edad fértil en regiones con deficiencia de selenio.
Enfermedad de Kashin-Beck: una osteoartropatía degenerativa que causa dolor en las articulaciones, rigidez en las articulaciones y deformidades en las articulaciones, particularmente en poblaciones con deficiencia de selenio.
Riesgos del consumo excesivo de selenio
Si bien el selenio es esencial para la salud, su ingesta excesiva puede provocar toxicidad, conocida como selenosis. La toxicidad por selenio ocurre cuando la ingesta de selenio excede la capacidad del cuerpo para regularlo, lo que lleva a:
- Uñas y cabello quebradizos: un signo común de sobreexposición al selenio.
- Malestar gastrointestinal: Incluyendo síntomas como náuseas, vómitos y diarrea.
- Problemas neurológicos: como irritabilidad, fatiga y, en casos graves, daño a los nervios.
Para prevenir la toxicidad del selenio, es necesario cumplir con los niveles de ingesta dietética recomendados y evitar el uso excesivo de suplementos de selenio.
Requerimientos diarios y fuentes.
Las cantidades dietéticas recomendadas (RDA) de selenio varían según la edad y el sexo:
- Adultos: 55 µg/día.
- Mujeres embarazadas: 60 µg/día.
- Mujeres lactantes: 70 µg/día.
Los niveles máximos de ingesta seguros son de alrededor de 400 µg/día para adultos.
Los alimentos ricos en selenio incluyen:
- Nueces de Brasil: Contienen niveles excepcionalmente altos de selenio; una sola nuez a menudo excede los requerimientos diarios.
- Pescados y mariscos: el atún, las sardinas y el salmón son fuentes particularmente ricas en selenio.
- Carnes y aves: Incluye carne de res y pollo.
- Huevos y lácteos: Aportan cantidades moderadas de selenio.
Los suplementos de selenio están disponibles para la venta, pero sólo deben usarse bajo supervisión médica para evitar el riesgo de consumo excesivo de selenio.