¿Qué es la leucemia linfocítica aguda?
La leucemia linfocítica aguda es un tipo de cáncer de la sangre y la médula ósea. La médula ósea es el tejido esponjoso dentro de los huesos donde se producen las células sanguíneas.
La palabra “aguda” en la leucemia linfocítica aguda proviene del hecho de que la enfermedad progresa rápidamente y crea células sanguíneas inmaduras, en lugar de células maduras. La palabra “linfocítico” se refiere a los glóbulos blancos llamados linfocitos, a los que afecta esta enfermedad. La leucemia linfocítica aguda también se conoce como leucemia linfoblástica aguda.
La leucemia linfocítica aguda es el tipo de cáncer más común en los niños y los tratamientos ofrecen una buena posibilidad de cura. La leucemia linfocítica aguda también puede ocurrir en adultos, aunque la posibilidad de cura se reduce en gran medida.
Síntomas de leucemia linfocítica aguda
Los signos y síntomas de la leucemia linfocítica aguda pueden incluir:
- Sangrado de las encías
- Dolor de huesos
- Fiebre
- Infecciones frecuentes
- Hemorragias nasales frecuentes o graves
- Bultos causados por inflamación de los ganglios linfáticos en y alrededor del cuello, axilas, abdomen o ingle
- Piel pálida
- Dificultad para respirar
- Debilidad, fatiga o disminución general de la energía.
¿Cuándo necesitas ver a un médico?
Debe programar una cita con un médico si nota signos y síntomas persistentes que le preocupan.
Muchos signos y síntomas de la leucemia linfocítica aguda son similares a los síntomas de la gripe. Sin embargo, los signos y síntomas de la gripe eventualmente mejoran. Si los signos y síntomas no mejoran como se esperaba, programe una cita con su médico.
¿Qué causa la leucemia linfocítica aguda?
La leucemia linfocítica aguda ocurre cuando una célula de la médula ósea desarrolla cambios (mutaciones) en su material genético o ADN. El ADN de una célula contiene las instrucciones que le indican a la célula qué hacer. Normalmente, el ADN le dice a la célula que crezca a una velocidad determinada y que muera en un momento determinado. En la leucemia linfocítica aguda, las mutaciones le dicen a la célula de la médula ósea que continúe creciendo y dividiéndose.
Cuando ocurre este proceso, la producción de células sanguíneas se sale de control. La médula ósea produce células inmaduras que se convierten en glóbulos blancos leucémicos llamados linfoblastos. Estas células anormales no pueden funcionar correctamente y pueden acumularse y desplazar a las células sanas.
Los investigadores no saben con claridad qué causa las mutaciones del ADN que pueden conducir a la leucemia linfocítica aguda.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de leucemia linfocítica aguda incluyen:
- Tratamiento previo contra el cáncer. Los niños y adultos que han recibido ciertos tipos de quimioterapia y radioterapia para otros tipos de cáncer pueden tener un mayor riesgo de desarrollar leucemia linfocítica aguda.
- Exposición a la radiación. Las personas expuestas a niveles muy altos de radiación, como los sobrevivientes de un accidente de reactor nuclear, tienen un mayor riesgo de desarrollar leucemia linfocítica aguda.
- Desordenes genéticos. Ciertos trastornos genéticos, como el síndrome de Down, están asociados con un mayor riesgo de leucemia linfocítica aguda.
Diagnóstico de leucemia linfocítica aguda
Las pruebas y los procedimientos que se utilizan para diagnosticar la leucemia linfocítica aguda incluyen:
- Análisis de sangre. Los análisis de sangre pueden revelar demasiados o muy pocos glóbulos blancos, insuficiencia de glóbulos rojos y plaquetas insuficientes. Un análisis de sangre también puede mostrar la presencia de células blásticas, células inmaduras que normalmente se encuentran en la médula ósea.
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Prueba de médula ósea. Durante la aspiración y biopsia de médula ósea, se usa una aguja para recolectar una muestra de médula ósea del hueso de la cadera o del esternón. La muestra se envía a un laboratorio para analizarla y buscar células leucémicas.
Los médicos del laboratorio clasificarán las células sanguíneas en tipos específicos según su tamaño, forma y otras características genéticas o moleculares. También buscan ciertos cambios en las células cancerosas y determinan si las células leucémicas comenzaron a partir de linfocitos B o linfocitos T. Esta información ayuda a su médico a desarrollar un plan de tratamiento.
- Pruebas de imagen. Las pruebas por imágenes, como una radiografía, una tomografía computarizada (TC) o una ecografía, pueden ayudar a determinar si el cáncer se ha diseminado al cerebro y la médula espinal u otras partes del cuerpo.
- Prueba de líquido cefalorraquídeo. Se puede usar una prueba de punción lumbar para recolectar una muestra de líquido cefalorraquídeo, el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal. La muestra se analiza para ver si las células cancerosas se han diseminado al líquido cefalorraquídeo.
Determinar su pronóstico
Su médico usa la información recopilada de estas pruebas y procedimientos para determinar su pronóstico y decidir sus opciones de tratamiento. Otros tipos de cáncer usan estadios numéricos para indicar qué tan lejos se ha diseminado el cáncer, pero no hay estadios de leucemia linfocítica aguda.
En cambio, la gravedad de su afección está determinada por:
- El tipo de linfocitos involucrados: células B o células T
- Los cambios genéticos específicos presentes en sus células leucémicas.
- Su edad
- Resultados de pruebas de laboratorio, como la cantidad de glóbulos blancos detectados en una muestra de sangre
Tratamiento de la leucemia linfocítica aguda.
En general, el tratamiento de la leucemia linfocítica aguda tiene fases separadas:
- Terapia de inducción. El propósito de la primera fase del tratamiento es destruir la mayoría de las células leucémicas en la sangre y la médula ósea y restaurar la producción normal de células sanguíneas.
- Terapia de consolidación. También llamada terapia posterior a la remisión, esta fase del tratamiento tiene como objetivo destruir cualquier leucemia restante en el cuerpo.
- Terapia de mantenimiento. La tercera fase del tratamiento evita que las células leucémicas vuelvan a crecer. Los tratamientos usados en esta etapa generalmente se administran en dosis mucho más bajas durante un largo período de tiempo, a menudo años.
- Tratamiento preventivo de la médula espinal. Durante cada fase de la terapia, las personas con leucemia linfocítica aguda pueden recibir un tratamiento adicional para matar las células leucémicas ubicadas en el sistema nervioso central. En este tipo de tratamiento, los medicamentos de quimioterapia a menudo se inyectan directamente en el líquido que cubre la médula espinal.
Dependiendo de su situación, las fases del tratamiento de la leucemia linfocítica aguda pueden durar de dos a tres años.
Los métodos de tratamiento pueden incluir:
- Quimioterapia. La quimioterapia, que usa medicamentos para destruir las células cancerosas, se usa generalmente como terapia de inducción para niños y adultos con leucemia linfocítica aguda. Los fármacos de quimioterapia también se pueden utilizar en las fases de consolidación y mantenimiento.
- Terapia dirigida. Los tratamientos con fármacos dirigidos se centran en anomalías específicas presentes en las células cancerosas. Al bloquear estas anomalías, los tratamientos farmacológicos dirigidos pueden provocar la muerte de las células cancerosas. Se analizarán sus células leucémicas para ver si la terapia dirigida puede ser útil para usted. La terapia dirigida puede usarse sola o en combinación con quimioterapia para terapia de inducción, terapia de consolidación o terapia de mantenimiento.
- Radioterapia. La radioterapia utiliza rayos de alta potencia, como rayos X o protones, para destruir las células cancerosas. Si las células cancerosas se han diseminado al sistema nervioso central, su médico puede recomendar radioterapia.
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Transplante de médula osea. Un trasplante de médula ósea, también conocido como trasplante de células madre, se puede usar como terapia de consolidación o para tratar la recaída si ocurre. Este procedimiento permite a una persona con leucemia restablecer una médula ósea sana reemplazando la médula ósea leucémica con médula libre de leucemia de una persona sana.
Un trasplante de médula ósea comienza con altas dosis de quimioterapia o radiación para destruir cualquier médula ósea productora de leucemia. Luego, la médula ósea se reemplaza por médula ósea de un donante compatible (trasplante alogénico).
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Ingeniería de células inmunes para combatir la leucemia. Un tratamiento especializado llamado terapia de células T con receptor de antígeno quimérico (CAR) toma las células T de su cuerpo que combaten los gérmenes, las diseña para combatir el cáncer y las vuelve a infundir en su cuerpo.
La terapia con células (CAR) -T podría ser una opción para niños y adultos jóvenes. Puede usarse para terapia de consolidación o para tratar recaídas.
- Ensayos clínicos. Los ensayos clínicos son experimentos para probar nuevos tratamientos contra el cáncer y nuevas formas de utilizar los tratamientos existentes. Si bien los ensayos clínicos le brindan a usted oa su hijo la oportunidad de probar el último tratamiento contra el cáncer, los beneficios y riesgos del tratamiento pueden ser inciertos. Analice los beneficios y riesgos de los ensayos clínicos con su médico.
Tratamiento para adultos mayores
Los adultos mayores, como los mayores de 65 años, tienden a experimentar más complicaciones a causa de los tratamientos. Y los adultos mayores generalmente tienen un peor pronóstico que los niños que reciben tratamiento por leucemia linfocítica aguda.
Analice sus opciones con su médico. Según su salud general y sus objetivos, puede decidir someterse a un tratamiento para su leucemia.
Algunas personas pueden optar por renunciar al tratamiento para el cáncer y, en cambio, centrarse en tratamientos que mejoren sus síntomas y les ayuden a aprovechar al máximo el tiempo que les queda.
Terapias alternativas
No se ha demostrado que ningún método de tratamiento alternativo cure la leucemia linfocítica aguda. Pero algunas terapias alternativas pueden ayudar a aliviar los efectos secundarios del tratamiento del cáncer y hacer que usted o su hijo se sientan más cómodos. Analice sus opciones con su médico, ya que algunos tratamientos alternativos podrían interferir con los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia.
Los tratamientos alternativos que pueden aliviar los síntomas incluyen:
- Acupuntura
- Ejercicio
- Masaje
- Meditación
- Actividades de relajación, que incluyen yoga y tai-chi.
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