Los mareos nocturnos, o episodios de sensación de aturdimiento, inestabilidad o sensación de dar vueltas durante la noche, son un problema común entre las personas mayores. Esta afección puede alterar el sueño, reducir la calidad de vida y aumentar el riesgo de caídas y lesiones. Las causas suelen ser presión arterial anormal, alteraciones del oído interno, trastorno vestibular, pero pueden ser otras afecciones.
Causas comunes de mareos nocturnos en personas mayores.
Los mareos nocturnos pueden deberse a varios factores, desde condiciones médicas hasta influencias ambientales.
1. Hipotensión ortostática (orthostatic hypotension)
La hipotensión ortostática significa que la presión arterial cae significativamente al ponerse de pie o cambiar de posición, lo que reduce el flujo sanguíneo al cerebro. Esta afección se produce porque estar acostado durante mucho tiempo reduce el tono vascular y los cambios repentinos de posición desafían el sistema nervioso autónomo, que puede ya estar comprometido en los ancianos. La deshidratación, el uso de medicamentos o la rigidez de los vasos sanguíneos relacionada con la edad pueden exacerbar esta afección.
Diagnóstico:
- Monitoreo de la presión arterial: Mida la presión arterial mientras está acostado y luego después de estar de pie.
- Prueba de mesa inclinada: simula cambios posicionales para evaluar la respuesta de la presión arterial.
Tratamiento de la hipotensión ortostática:
- Cambios en el estilo de vida: Fomentar movimientos lentos al levantarse de la cama, aumentar la hidratación y elevar la cabecera de la cama.
- Medicamentos: Se pueden recetar midodrina o fludrocortisona para estabilizar la presión arterial.
- Medias de compresión: Mejoran el retorno venoso y evitan la acumulación de sangre en las extremidades inferiores.
2. Vértigo posicional paroxístico benigno
El vértigo posicional paroxístico benigno se debe al desplazamiento de cristales de calcio (otoconias) en el oído interno que alteran las señales de equilibrio normales. Estos cristales de calcio, que existen naturalmente en el utrículo del oído interno, pueden desprenderse debido a una degeneración relacionada con la edad o un traumatismo craneoencefálico menor, lo que los lleva a ingresar a los canales semicirculares donde estimulan señales incorrectas sobre el movimiento de la cabeza.
Diagnóstico:
- Maniobra de Dix-Hallpike: Provoca vértigo y nistagmo para confirmar vértigo posicional paroxístico benigno.
- Historia del paciente: Vértigo repentino desencadenado por movimientos de la cabeza.
Tratamiento del vértigo posicional paroxístico benigno:
- Maniobra de Epley: Reposiciona la otoconia desplazada.
- Ejercicios de rehabilitación vestibular: Mejora el equilibrio y reduce los síntomas.
3. Apnea obstructiva del sueño (obstructive sleep apnea)
La apnea obstructiva del sueño provoca una privación intermitente de oxígeno debido al colapso de las vías respiratorias durante el sueño. Esta condición conduce a períodos de hipoxia que perjudican la función cerebral y pueden provocar mareos. Además, el sueño fragmentado interfiere con la capacidad del cuerpo para regular la presión arterial y el equilibrio.
Diagnóstico:
- Polisomnografía: monitorea la respiración, los niveles de oxígeno y los patrones de sueño.
- Pruebas caseras de apnea del sueño: otra opción para la evaluación preliminar.
Tratamiento de la apnea obstructiva del sueño:
- Presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP): mantiene las vías respiratorias abiertas durante el sueño.
- Control de peso: Reduce la gravedad de la apnea obstructiva del sueño.
- Terapia posicional: Fomenta dormir en posiciones no supinas.
4. Trastornos vestibulares
Condiciones como la enfermedad de Meniere o la neuritis vestibular pueden afectar la función del oído interno, alterando las señales que ayudan a mantener el equilibrio. La enfermedad de Meniere, por ejemplo, implica una acumulación anormal de líquido en el oído interno, mientras que la neuritis vestibular suele estar relacionada con infecciones virales que inflaman el nervio vestibular.
Diagnóstico:
- Audiometría: Evalúa la función auditiva.
- Videonistagmografía (VNG): Evalúa la respuesta vestibular.
- Resonancia magnética (MRI): Descarta anomalías estructurales.
Tratamiento de trastornos vestibulares:
- Uso de medicamentos: La betahistina o los diuréticos pueden reducir los síntomas vestibulares.
- Ajustes en el estilo de vida: evite los desencadenantes como la sal, la cafeína y el estrés.
- Terapia vestibular: Mejora el equilibrio.
5. Hipoglucemia
Los niveles bajos de azúcar en sangre durante la noche pueden provocar mareos porque el cerebro depende en gran medida de la glucosa para obtener energía. La hipoglucemia nocturna suele ocurrir en personas con diabetes que toman insulina o sulfonilureas, porque estos medicamentos pueden reducir excesivamente los niveles de glucosa, especialmente si se saltan comidas o refrigerios.
Diagnóstico:
- Monitoreo de glucosa en sangre: controle los niveles de azúcar en sangre durante episodios sospechosos.
- Monitoreo continuo de glucosa (CGM): rastrea las fluctuaciones durante la noche.
Tratamiento de la hipoglucemia:
- Ajustes en la dieta: agregue un refrigerio antes de acostarse con carbohidratos complejos y proteínas.
- Revisión de la medicación: ajustar las dosis de los medicamentos para prevenir la hipoglucemia nocturna.
- Tabletas de glucosa: Proporcionan alivio inmediato durante los episodios de hipoglucemia.
6. Efectos secundarios de los medicamentos
Medicamentos como sedantes, antihipertensivos o antidepresivos pueden provocar mareos porque interfieren con el sistema nervioso central, reducen la presión arterial o afectan el equilibrio. Los adultos mayores son particularmente susceptibles debido a los cambios en el metabolismo y la eliminación de los fármacos con la edad.
Opciones de tratamiento:
- Ajuste de la dosis del medicamento: Reduzca o cambie a medicamentos alternativos.
- Cambios de horario: tome los medicamentos más temprano en el día si es posible.
- Monitoreo cercano: observe si hay mejoras después de los ajustes.
7. Deshidratación y desequilibrios electrolíticos.
La ingesta insuficiente de líquidos puede provocar deshidratación, reducción del volumen sanguíneo y deterioro de la función cardiovascular. Los desequilibrios de electrolitos, particularmente niveles bajos de sodio (hiponatremia) o niveles bajos de potasio (hipopotasemia), alteran la función nerviosa y muscular, incluidos los nervios y músculos involucrados en el mantenimiento del equilibrio.
Diagnóstico:
- Análisis de sangre: Evaluar los niveles de hidratación y electrolitos.
- Análisis de orina: indica deshidratación o problemas de función renal.
Tratamiento de la deshidratación y desequilibrios electrolíticos:
- Rehidratación: Fomente la ingesta de agua o administre líquidos por vía intravenosa si es grave.
- Corrección de electrolitos: Utilice suplementos dietéticos o cambios en la dieta.
- Seguimiento: controles periódicos para evitar que se repitan.
Muchas personas mayores describen los mareos nocturnos como desorientadores y que les provocan ansiedad. Las personas con mareos nocturnos deben consultar a un médico si el mareo reaparece, comienza repentinamente, interrumpe la vida diaria, dura mucho tiempo o no tiene una causa clara. Si los mareos se acompañan de dolor de cabeza intenso, dolor en el pecho, latidos cardíacos rápidos o irregulares, dificultad para caminar o desmayos, deben buscar atención médica de emergencia de inmediato.