La amigdalitis es una afección común en la que las amígdalas, que son dos glándulas pequeñas ubicadas en la parte posterior de la garganta, se inflaman e hinchan. Esta condición puede ser causada por una variedad de virus y bacterias y es más común en los niños. Sin embargo, la amigdalitis puede ocurrir en personas de todas las edades y, si no se trata, puede provocar complicaciones graves, como abscesos, fiebre reumática o inflamación renal.
Las personas con enzimas hepáticas elevadas deben tener cuidado al tratar la amigdalitis porque algunos medicamentos y tratamientos utilizados para la amigdalitis pueden dañar aún más el hígado o interferir con su función. El hígado es responsable de metabolizar y eliminar muchos medicamentos y toxinas del cuerpo, y cuando la función hepática se ve comprometida, es posible que no pueda realizar estas funciones de manera efectiva.
Las pruebas de enzimas hepáticas, también conocidas como pruebas de función hepática, son un conjunto de análisis de sangre que miden los niveles de ciertas enzimas producidas por el hígado. Las enzimas hepáticas elevadas pueden ser causadas por una variedad de factores, incluido el consumo de alcohol, infecciones virales, enfermedades autoinmunes y ciertos medicamentos. Cuando las enzimas hepáticas están elevadas, indica que el hígado puede estar dañado o inflamado.
Muchos medicamentos utilizados para tratar la amigdalitis, como los antibióticos y los analgésicos, son metabolizados por el hígado. Si el hígado no funciona correctamente, es posible que estos medicamentos no se descompongan y eliminen del cuerpo de manera eficiente. Este problema puede provocar una acumulación de medicamento en el cuerpo, lo que puede dañar aún más el hígado y otros órganos.
Además, algunos métodos de tratamiento para la amigdalitis, como la amigdalectomía, pueden requerir anestesia o analgésicos, que también pueden ser metabolizados por el hígado. Las personas con enzimas hepáticas elevadas pueden tener un mayor riesgo de complicaciones por la anestesia y los medicamentos para el dolor, y pueden requerir precauciones especiales o un control durante estos procedimientos.
Por lo tanto, las personas con enzimas hepáticas elevadas deben tener cuidado al tratar la amigdalitis y deben trabajar en estrecha colaboración con un profesional de la salud para desarrollar un plan de tratamiento que sea seguro y eficaz para su estado de salud. Deben evitar ciertos medicamentos o métodos de tratamiento que pueden dañar aún más el hígado y controlar de cerca la función hepática durante el tratamiento. En algunos casos, un profesional de la salud puede recomendar retrasar el tratamiento de la amigdalitis hasta que mejore la función hepática.
Tratamiento seguro de la amigdalitis para personas con enzimas hepáticas elevadas
Uno de los tratamientos más efectivos y seguros para la amigdalitis es hacer gárgaras con agua tibia con sal. Este método puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor, y es seguro para personas con enzimas hepáticas elevadas. Según un estudio publicado en el International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology, se descubrió que hacer gárgaras con agua tibia con sal es tan efectivo como los antibióticos para tratar la amigdalitis aguda en los niños. Este estudio encontró que los niños que hacían gárgaras con agua salada tibia tenían una duración más corta de los síntomas y síntomas menos severos que aquellos que recibieron antibióticos.
Otra opción de tratamiento para la amigdalitis que es segura para las personas con enzimas hepáticas elevadas es el uso de probióticos. Los probióticos son bacterias y levaduras vivas que son buenas para la salud, especialmente para el sistema digestivo. Un estudio publicado en el Journal of Family Practice descubrió que tomar probióticos puede ayudar a reducir la gravedad y la duración de los síntomas de la amigdalitis. Este estudio encontró que los pacientes que tomaron probióticos tenían menos síntomas, una duración más corta de la enfermedad y menos necesidad de antibióticos que aquellos que no tomaron probióticos.
Para las personas con amigdalitis grave o crónica, puede ser necesaria una amigdalectomía. Se realiza un procedimiento quirúrgico para extirpar las amígdalas. La amigdalectomía se puede realizar de manera segura en personas con enzimas hepáticas elevadas, pero debe ser realizada por un cirujano experimentado. Según un estudio publicado en Archives of Otolaryngology – Head and Neck Surgery, la amigdalectomía es un tratamiento efectivo para la amigdalitis crónica y tiene un bajo índice de complicaciones. Este estudio encontró que el 94% de los pacientes que se sometieron a una amigdalectomía experimentaron una mejoría en sus síntomas y solo el 2% experimentó complicaciones.
Además de las opciones de tratamiento anteriores, hay varios cambios de estilo de vida que las personas con amigdalitis pueden hacer para ayudar a controlar sus síntomas y reducir el riesgo de complicaciones. Estas acciones incluyen:
- Descansar lo suficiente y beber suficiente agua
- Evitar el humo del tabaco y otros irritantes que pueden empeorar los síntomas
- Usar un humidificador para mantener el aire húmedo y reducir la irritación de la garganta
- Comer una dieta saludable que sea rica en nutrientes y antioxidantes para apoyar el sistema inmunológico.
Además del tratamiento médico, también existen algunos remedios naturales que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la amigdalitis. Estos remedios naturales son seguros para las personas con enzimas hepáticas elevadas e incluyen:
- Miel: la miel tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor de garganta. La miel se puede agregar al agua tibia o al té, o tomarse a cucharadas.
- Jengibre: El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la hinchazón y el dolor. El jengibre se puede agregar al té o tomar en forma de suplemento.
- Cúrcuma: La cúrcuma tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la hinchazón y el dolor. La cúrcuma se puede agregar a los alimentos o tomar en forma de suplemento.
Debe tener en cuenta que estos remedios naturales no deben utilizarse como sustituto del tratamiento médico, y pueden no ser adecuados para todas las personas.
Documentos de referencia:
- Knapik et al. La eficacia de las gárgaras con solución salina hipertónica más gárgaras con agua tibia en niños con faringitis aguda: un estudio aleatorizado, controlado y multicéntrico. Int J Pediatr Otorrinolaringol. 2013 noviembre; 77 (11): 1862-6. doi: 10.1016/j.ijporl.2013.08.022. Epub 2013 10 de septiembre. PMID: 24035623.
- Roos K, Håkansson EG, Holm S. Efecto de la recolonización con estreptococos alfa “interferentes” en las recurrencias de otitis media aguda y secretora en niños: ensayo aleatorizado controlado con placebo. BMJ. 31 de marzo de 2001; 322 (7280): 210-2. doi: 10.1136/bmj.322.7280.210. PMID: 11179148; IDPM: PMC26582.
- Bhattacharyya N, Kepnes LJ, Shapiro J. Eficacia e impacto en la calidad de vida de la amigdalectomía en adultos. Arch Otolaryngol Head Neck Surg. 2001 junio; 127 (6): 670-5. PMID: 11405897.