La transpiración es la respuesta natural del cuerpo cada vez que está sobrecalentado, estresado emocional o físicamente, o afectado por un agente causante de enfermedades como el VIH.
En algunas personas, esto puede ocurrir espontáneamente y sin razón aparente (una condición llamada hiperhidrosis). En otros, ocurre específica y profusamente por la noche. Esto es algo que llamamos “sudores nocturnos” o, más específicamente, hiperhidrosis del sueño.
¿Qué son los sudores nocturnos?
Los sudores nocturnos ocurren con frecuencia en personas que viven con el VIH, con mayor frecuencia en etapas posteriores de la enfermedad no tratada (cuando el recuento de CD4 está por debajo de 200 células/mililitro).
Provocan una transpiración profusa y empapada sin motivo aparente y, aunque en sí mismos son inofensivos, los sudores nocturnos pueden ser indicativos de una afección médica subyacente que puede ser grave.
Los sudores nocturnos difieren de la transpiración regular en que ocurren sin ejercicio y casi en su totalidad al dormir. Además, pueden ser extremadamente abundantes, empapando la ropa de cama, las sábanas e incluso las mantas.
Causas
Los sudores nocturnos tienen numerosas causas posibles, que van desde cambios hormonales comunes en las mujeres hasta manifestaciones más graves de la infección por VIH.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los sudores nocturnos solos, sin otros síntomas como fiebre, pérdida de peso o diarrea, no son una manifestación común del VIH.
Sin embargo, los sudores nocturnos justifican una investigación, así como una prueba de VIH en caso de que esté en riesgo de infección o tenga otros síntomas.
Las causas de los sudores nocturnos pueden, entre otras cosas, incluir:Prenda
- Menopausia
- Diabetes
- Hipertiroidismo
- Síndrome de fatiga crónica
- El embarazo
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Apnea del sueño y otros trastornos del sueño
- Consumo excesivo de alcohol
- Algunos medicamentos (incluidos los antidepresivos, la insulina y los medicamentos orales para la diabetes)
- Cánceres (leucemia, linfoma)
- Tuberculosis
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Infecciones asociadas al VIH que van desde la infección bacteriana Mycobacterium avium complex (MAC) y la infección por hongos histoplasmosis
El VIH provoca especialmente sudores nocturnos durante la enfermedad aguda que se produce con la seroconversión (el período durante el cual un anticuerpo se hace evidente en la sangre).
Los sudores nocturnos en el VIH casi siempre van acompañados de otros síntomas, como fiebre, diarrea, pérdida de peso, ganglios linfáticos agrandados y dolor en las articulaciones. Raramente (o nunca) ocurren como un síntoma único del VIH.
Identificar la causa
Los sudores nocturnos no son algo que se trate directamente; más bien, se debe abordar la causa subyacente. Para ayudar a su proveedor de atención médica a identificar la causa subyacente, pregúntese:
- ¿Tiene problemas para dormir, como dificultad para respirar o terrores nocturnos? Los trastornos del sueño a menudo pueden contribuir a los sudores nocturnos empapados.
- ¿Qué medicamentos está tomando? ¿Hay alguno que esté tomando (o combinaciones que haya comenzado a tomar) que coincidan con los sudores nocturnos?
- ¿Eres un gran bebedor? Si bien esta es una pregunta subjetiva de alguna manera, el consumo excesivo de alcohol se puede definir aproximadamente como tomar más de dos tragos por noche.
- ¿Tiene alguna condición que pueda causar un desequilibrio hormonal, ya sea diagnosticada o sospechada? ¿Embarazo o menopausia? ¿Baja azúcar en la sangre? ¿Hipertiroidismo?
- ¿Cuándo comenzaron los sudores nocturnos? ¿Suceden con frecuencia o solo ocasionalmente? ¿Está todo su cuerpo empapado o solo partes de su cuerpo?
- ¿Hay otros signos o síntomas físicos o emocionales que haya notado recientemente, incluso menores?
Asegúrese de compartir estos pensamientos con su proveedor de atención médica.
Mientras lo hace, considere hacerse una prueba de VIH si aún no lo ha hecho. Se recomienda a todos los estadounidenses de 13 a 64 años que se hagan una prueba de VIH como parte de una visita de rutina al proveedor de atención médica.
Las pruebas rápidas de VIH en el hogar también están disponibles para su compra en la mayoría de las principales cadenas de farmacias.
Encontrar alivio
Lo peor de los sudores nocturnos es que pueden ser increíblemente incómodos y desconcertantes. Si te despiertas en medio de la noche empapado en sudor, aquí hay algunas cosas que puedes hacer:
- Tome un baño o una ducha fría y póngase ropa de cama limpia.
- Cambia tu ropa de cama. Si los sudores nocturnos son persistentes, use una almohadilla impermeable para proteger su colchón de la saturación.
- Ajuste la temperatura de la habitación. Si el clima lo permite, abra una ventana del dormitorio o use un ventilador para hacer circular el aire.
Tenga cuidado, sin embargo, para evitar un escalofrío. Si bien debe hacer todo lo posible para mantenerse cómodo, no debe tratar de “tratar” los sudores nocturnos durmiendo en un ambiente demasiado frío y con aire acondicionado.
Si sus sudores nocturnos son intensos o aumentan en frecuencia, pueden ser indicativos de una enfermedad potencialmente mortal. Asegúrese de comunicarse con su proveedor de atención médica de inmediato para que puedan comenzar las pruebas y el tratamiento.
La presencia de sudores nocturnos no tiene una correlación directa con la progresión de la enfermedad o la esperanza de vida en personas con VIH. Más bien, los sudores nocturnos pueden sugerir una afección subyacente que puede tener malos resultados para la salud.
Si tiene sudores nocturnos inexplicables, hable con su proveedor de atención médica de inmediato.
No se autodiagnostique ni descarte sus síntomas, ya que no existen los sudores nocturnos “normales”. Hágalo revisar lo antes posible, aunque solo sea por tranquilidad.