Lo que nos dice y lo que no nos dice la prueba de próstata
La prueba del antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés) se usa de forma rutinaria para detectar el cáncer de próstata.
El PSA es una proteína especializada producida naturalmente por la glándula prostática. Si hay alguna anomalía o infección de la glándula, la inflamación resultante desencadenará la liberación de PSA adicional. Esta proteína también es producida por las células de cáncer de próstata: cuantas más células cancerosas, mayor es el nivel de PSA.
El cáncer de próstata es solo una de las condiciones que la prueba de PSA puede ayudar a diagnosticar. Si bien un PSA alto puede sugerir una neoplasia maligna, la prueba por sí sola no puede ofrecer un diagnóstico. Se necesitarían otras pruebas de laboratorio y evaluaciones.
Causas no cancerosas de un PSA alto
La prueba de PSA fue aprobada originalmente por la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. en 1986 para monitorear la progresión del cáncer de próstata en hombres diagnosticados con la enfermedad. Para 1994, estaba claro que la prueba también tenía valor para detectar la inflamación prostática en hombres que por lo demás no presentaban síntomas.
Si bien el cáncer de próstata es el principal motivo de esta prueba, otras afecciones no cancerosas también pueden hacer que aumente el PSA. El más común de ellos es la prostatitis (inflamación de la próstata).
La prostatitis es, de hecho, la causa más común de problemas de próstata en hombres menores de 50 años y puede adoptar varias formas:
- Prostatitis bacteriana aguda, causada con mayor frecuencia cuando las bacterias se filtran desde el tracto urinario hacia la glándula prostática.
- Prostatitis bacteriana crónica, caracterizada por inflamación persistente
- Prostatitis crónica inespecífica, para la cual puede haber síntomas pero no una causa conocida
- Prostatitis asintomática crónica, en la que hay inflamación pero no síntomas
Otra causa de niveles elevados de PSA es la hiperplasia prostática benigna (BPH, por sus siglas en inglés), una condición por la cual la glándula en sí se agranda. La BPH se observa principalmente en hombres mayores y puede causar síntomas urinarios incómodos, incluido el deterioro del flujo urinario. Si bien no está del todo claro qué causa la BPH, muchos creen que está relacionado con los cambios en las hormonas sexuales a medida que los hombres envejecen.
La HPB no es cancerosa ni indicativa de cáncer. Sin embargo, es importante obtener un diagnóstico y tratamiento para esta afección porque puede provocar complicaciones como infecciones del tracto urinario (ITU), cálculos en la vejiga, daño en la vejiga y daño en los riñones.
Detección del cáncer de próstata
En el pasado, los médicos generalmente consideraban que los niveles de PSA de 4.0 o menos eran normales. Si los niveles estuvieran por encima de 4,0, los médicos lo considerarían una señal de alerta de cáncer y ordenarían una biopsia.
Sin embargo, en los últimos años, los médicos han llegado a comprender que no existe un valor real de PSA “normal”. De hecho, los hombres con un PSA bajo pueden tener cáncer de próstata, mientras que aquellos con un PSA muy por encima de 4.0 podrían estar completamente libres de cáncer.
Como tal, las pautas actuales recomiendan el uso de un PSA y un examen rectal digital (DRE) como parte de la detección voluntaria del cáncer de próstata. El DRE es un examen físico en el que se inserta un dedo en el recto para evaluar el tamaño y la consistencia de la glándula. Se realiza independientemente de los valores de PSA y puede ser útil para detectar anomalías.
La prueba de PSA y DRE se recomiendan en hombres mayores de 50 años, así como en aquellos entre 40 y 49 años cuyo hermano o padre haya tenido cáncer de próstata. Las recomendaciones de detección específicas también difieren según otros factores de riesgo, como la raza y los antecedentes personales de otros tipos de cáncer.
Según los resultados de las pruebas, normalmente ocurriría lo siguiente:
- Si el PSA no está elevado y el DRE es normal, el médico puede recomendar otro examen en un año.
- Si el PSA está elevado pero no hay síntomas ni anomalías, el médico puede recomendar otra prueba de PSA para confirmar los resultados. Si todavía es alto, es probable que el médico controle la condición a intervalos regulares para observar cualquier cambio.
- Si el PSA es alto o hay un bulto sospechoso, el médico puede recomendar pruebas adicionales, como una prueba de orina (para detectar una ITU), radiografías, ecografía transrectal, resonancia magnética nuclear (RMN) o cistoscopia. Si se sospecha cáncer de próstata, se recomendaría una biopsia.