La técnica mínimamente invasiva ayuda a reducir el dolor y acorta la recuperación
La cirugía bariátrica tradicional o “abierta” requiere una incisión de 6 a 8 pulgadas y aproximadamente cuatro semanas de recuperación. Sin embargo, utilizando técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas en pacientes seleccionados, los cirujanos bariátricos de Cleveland Clinic pueden realizar el procedimiento de derivación gástrica en Y de Roux sin abrir el abdomen.
El procedimiento consiste en hacer cinco pequeñas aberturas (de aproximadamente 1 a 2 pulgadas de tamaño) en el abdomen. Estas aberturas le permiten al cirujano pasar una luz, una cámara e instrumentos quirúrgicos al abdomen. El abdomen se infla con gas (dióxido de carbono) para que el cirujano pueda ver mejor el estómago y las estructuras internas. Se colocan instrumentos quirúrgicos del ancho de un lápiz en el abdomen para completar la cirugía.
En un procedimiento de Roux-en-Y, más de dos tercios del estómago se “pasan por alto” y una pequeña porción (lo suficientemente grande como para contener una taza de líquido) permanece funcional. En algunos casos, el cirujano puede considerar necesario convertir de cirugía laparoscópica a cirugía abierta. El cirujano basa esta decisión en varios factores, incluida la seguridad del paciente y la oportunidad de lograr el mejor resultado posible.
El abordaje mínimamente invasivo logra resultados comparables a los asociados con la cirugía abierta, pero con menos dolor postoperatorio y una recuperación más rápida. Los pacientes que se someten a una cirugía de derivación laparoscópica pueden volver a trabajar después de dos semanas. La cirugía laparoscópica también reduce el riesgo de desarrollar hernias, que son más comunes después de la cirugía abdominal tradicional.