Darles una mesada a sus hijos es una buena idea. Nunca es demasiado pronto para aprender sobre la responsabilidad financiera. Una asignación también puede enseñar otros conceptos importantes, que incluyen:
- Gratificación retrasada: ahorrar para las cosas que realmente quieren
- Caridad y ayuda a los demás
- Presupuesto
Pero muchos padres tienen preguntas sobre cuánto dar, qué hacer con las tareas del hogar y otras políticas de asignación. Esto es lo que recomiendan los expertos.
Determine cuánto subsidio dar
Calcular la cantidad de asignación correcta realmente significa pensar en lo que espera que sus hijos compren con sus fondos. Si se trata simplemente de dinero extra para gastos, entonces la asignación no tiene por qué ser mucho, especialmente para un niño más pequeño. Pero si espera que su hijo pague muchos de sus propios gastos diarios, entonces debería ser más alto.
Cuando esté tomando la decisión, considere:
- Lo que su hijo está gastando ahora en las cosas que usted espera que cubra la asignación (por ejemplo, almuerzos escolares, ropa y regalos de cumpleaños para amigos).
- Lo que obtienen los compañeros de su hijo, si lo sabe.
- Una tasa base de un dólar por año de edad cada semana o cada dos semanas. La idea es tener una fórmula que aumentará lentamente a medida que su hijo crezca.
- Una cantidad que se puede dividir en tercios: un tercio para ahorros, un tercio para gastos y un tercio para contribuciones caritativas.
Cree políticas de asignación razonables
Al igual que con cualquier otra regla familiar, establezca expectativas sobre la asignación desde el principio y luego cúmplalas. Déle a sus hijos su mesada cada semana, ya sea que recuerden pedirla o no. Esto les ayuda a aprender a hacer un presupuesto.
Si se quedan sin fondos antes del próximo día de pago, no los rescates. Parte del objetivo de una asignación es aprender a priorizar y presupuestar.Dar anticipos no ayuda a los niños a aprender a usar su dinero con cuidado.
Anime o solicite a su hijo que reserve una cierta cantidad cada semana para ahorros a corto y largo plazo y para obras de caridad.
Evite errores de asignación
Mantenga las asignaciones funcionando para usted y su familia evitando estos errores comunes.
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Vincular la asignación a las tareas del hogar. Si la asignación está asociada con tareas específicas, los niños pueden dejar de hacer las tareas y decir que ya no quieren el dinero. Mantenga las tareas habituales separadas de la asignación (siga dando la asignación incluso si su hijo no hace las tareas). En su lugar, permita que su hijo gane dinero más allá de la asignación haciendo tareas domésticas adicionales, siempre y cuando las tareas habituales estén completas. Los quehaceres regulares son solo parte de ser un miembro contribuyente del hogar.
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Retención de la asignación de su hijo como castigo. En su lugar, quítele los privilegios.
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Repartiendo dinero extra. No le dé dinero a su hijo para gastos adicionales además de darle una mesada. Esto significa que la asignación no está ayudando a enseñar responsabilidad financiera.
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Empezando demasiado tarde. Entre los cinco y los siete años, la mayoría de los niños están listos para comenzar a aprender sobre el dinero y comprender los conceptos que enseñan las asignaciones.