La ileítis terminal es la inflamación del extremo terminal del íleon, que es la última sección del intestino delgado antes de desembocar en el intestino grueso. Esta inflamación afecta la salud del sistema gastrointestinal (GI), que, a su vez, puede manifestarse como síntomas GI, como dolor abdominal y calambres o diarrea.
La ileítis terminal a menudo se asocia con la enfermedad de Crohn, una forma de enfermedad inflamatoria intestinal, pero no siempre es así. Debido a que la ileítis terminal puede ser causada por múltiples condiciones, comprender la causa subyacente es crucial para obtener el tratamiento adecuado.
Este artículo discutirá los síntomas, las pruebas de diagnóstico y las opciones de tratamiento para la ileítis terminal.
Síntomas de la ileítis terminal
Debido a que varias condiciones pueden causar inflamación del íleon, los síntomas de la ileítis terminal varían. En términos generales, los síntomas de la ileítis incluyen:
- Calambres y dolor abdominal bajo
- Diarrea
- diarrea con sangre
Es importante tener en cuenta que los síntomas como los calambres y la diarrea pueden ocurrir en la vida cotidiana por una variedad de razones. Sin embargo, la inflamación crónica del íleon puede hacer que estos síntomas persistan. Lo mejor es hablar con un profesional médico acerca de estos síntomas si persisten para que puedan ayudarlo a llegar al fondo de lo que los está causando.
En algunos casos, la ileítis terminal se presenta sin ningún síntoma. Es posible que la afección solo se descubra de manera incidental durante una colonoscopia de rutina, un procedimiento en el que se guía un endoscopio con una cámara en el extremo a través del colon para detectar anomalías.
La orientación sobre el manejo de la ileítis terminal sin síntomas varía. La investigación sugiere que si no hay síntomas digestivos o antecedentes de la enfermedad de Crohn con un caso de ileítis terminal, el riesgo de desarrollar la enfermedad de Crohn es raro y es posible que no se recomienden más pruebas o tratamientos.
Causas
Aunque la ileítis se asocia comúnmente con la enfermedad de Crohn, una enfermedad digestiva crónica causada por la inflamación del colon, existen muchas otras afecciones que afectan el íleon. Algunas otras afecciones que pueden causar inflamación del íleon terminal incluyen colitis ulcerosa, infecciones intestinales, linfoma, hiperplasia linfoide y uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Al observar la ileítis por sí sola, hay evidencia de que comparte algunas de las mismas mutaciones genéticas (NOD2) que la enfermedad de Crohn. Además de un componente genético, la inflamación podría resultar del daño físico al revestimiento del íleon.
Algunos casos de ileítis terminal pueden deberse a lesiones en el íleon. Por ejemplo, la ileítis terminal puede manifestarse como pequeñas úlceras en el íleon, aunque es raro y, a menudo, solo se manifiesta como una inflamación no específica.
Como las causas de la ileítis terminal varían bastante, la ayuda médica es fundamental para llegar a la causa raíz de la ileítis terminal y poder llegar al diagnóstico correcto.
Diagnóstico
La ileítis terminal por sí sola (también conocida como ileítis terminal aguda aislada) es difícil de diagnosticar porque no tiene las mismas características crónicas de la enfermedad inflamatoria intestinal. También puede ser causado por una multitud de cosas, incluido algo tan común como el uso de AINE.
Además, otras condiciones patológicas como la enfermedad de Crohn pueden parecerse a una ileítis terminal. Por lo tanto, puede ser mal diagnosticado como enfermedad de Crohn.
Ilieto Terminal y Enfermedad de Crohn
Los investigadores han analizado de cerca la conexión entre la ileítis terminal y la enfermedad de Crohn y han encontrado pruebas limitadas de que la ileítis terminal conduce a la enfermedad de Crohn. Un grupo de investigadores examinó la progresión entre las dos condiciones y encontró que la ileítis terminal sin antecedentes de enfermedad inflamatoria intestinal rara vez progresa a la enfermedad de Crohn, con solo el 5% de los casos.
Sin embargo, puede haber algunos indicadores específicos de la enfermedad de Crohn relacionada con la ileítis terminal. Por ejemplo, la investigación sugiere que el estrechamiento de la pared intestinal, como se ve en las imágenes abdominales, puede ser indicativo de ileítis terminal que progresará a la enfermedad de Crohn.
Conociendo la dificultad de diagnosticar la ileítis terminal, a menudo se recomienda un estudio de diagnóstico completo para tratar de llegar al diagnóstico correcto. Es probable que su médico le recomiende una colonoscopia con una ileoscopia.
Una colonoscopia es un procedimiento en el que se introduce un endoscopio delgado con una cámara en el extremo a través del colon para buscar anomalías. Durante la ileoscopia, el endoscopio se guía hacia el intestino delgado para observar específicamente el íleon.
En algunos casos, su médico puede tomar una biopsia (una pequeña muestra de tejido) del íleon terminal durante la colonoscopia y la ileoscopia para enviarla al laboratorio y examinarla bajo un microscopio. Esto puede ayudar a su médico a hacer un diagnóstico definitivo.
Tratamiento
El tratamiento de la ileítis terminal depende de su causa. Por ejemplo, si la ileítis terminal es el resultado de la enfermedad de Crohn, seguirá el tratamiento para la enfermedad de Crohn.
Algunos casos de ileítis terminal pueden no ser dañinos, como ocurre a veces con la ileítis terminal asintomática y, por lo tanto, es posible que no se necesiten estudios o tratamientos adicionales.
Estas diferentes vías resaltan la importancia de obtener el diagnóstico correcto. Conocer la raíz del problema es clave para saber cómo proceder con el tratamiento.
La ileítis terminal tiene una buena cantidad de matices, lo que la convierte en una condición difícil de diagnosticar. Debido a que comúnmente se asocia con la enfermedad de Crohn, pero puede ser causada por otras afecciones del sistema gastrointestinal, obtener un diagnóstico de un profesional médico es crucial para avanzar con el mejor plan de tratamiento para su situación.
Aunque es común tener síntomas gastrointestinales como diarrea y calambres abdominales por algo menor, si estos síntomas se vuelven crónicos o si ve sangre en las heces, es mejor hablar con su médico. Puede ser un proceso a medida que llega a la causa raíz del problema, pero ser capaz de abordar la causa lo pondrá en el camino para sentirse mejor.