Una lesión en las vértebras puede dañar la médula espinal o los tejidos y huesos cercanos. Dependiendo de la gravedad de la lesión, es posible que pierda la función o la movilidad en diferentes partes de su cuerpo. En este artículo, explicaremos cómo se diagnostica la lesión de la médula espinal.
Las causas frecuentes de lesiones de la médula espinal son traumatismos (accidente automovilístico, bala, caídas, etc.) o enfermedades (polio, espina bífida, etc.).
Una lesión en la médula espinal no es lo mismo que una lesión en la espalda. Las lesiones de espalda pueden dañar los huesos o los tejidos blandos de la columna, pero no afectan la médula espinal.
Diagnóstico de una lesión de la médula espinal.
En la sala de emergencias, un médico puede descartar una lesión de la médula espinal mediante un examen cuidadoso, pruebas de función sensorial y movimiento, y haciendo algunas preguntas sobre el accidente.
Pero si la persona lesionada se queja de dolor de cuello, no está completamente despierta o tiene signos obvios de debilidad o lesión neurológica, es posible que se necesiten pruebas de diagnóstico de emergencia.
Estas pruebas pueden incluir:
- Rayos X. El personal médico normalmente ordena estas pruebas en personas que se sospecha que tienen una lesión en la médula espinal después de un trauma. Las radiografías pueden revelar problemas vertebrales, tumores, fracturas o cambios degenerativos en la columna.
- Tomografía computarizada (TC). Una tomografía computarizada puede proporcionar una mejor visión de las anomalías que se observan en una radiografía. Esta exploración usa computadoras para formar una serie de imágenes transversales que pueden definir huesos, discos y otros problemas.
- Imágenes por resonancia magnética (IRM). La resonancia magnética utiliza un fuerte campo magnético y ondas de radio para producir imágenes generadas por computadora. Esta prueba es muy útil para observar la médula espinal e identificar discos herniados, coágulos de sangre u otras masas que puedan estar comprimiendo la médula espinal.
Unos días después de la lesión, cuando parte de la hinchazón haya disminuido, su médico realizará un examen neurológico más completo para determinar el nivel y la integridad de su lesión. El médico también evaluará su fuerza muscular y su capacidad para sentir el tacto ligero y las sensaciones de pinchazos.
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