Las enfermedades cardíacas se vuelven más frecuentes con la edad debido a una combinación de factores biológicos, de estilo de vida y ambientales. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo sufre diversos cambios fisiológicos que aumentan el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. A continuación se detallan las razones principales.
Razones por las que muchas personas padecen enfermedades cardíacas cuando envejecen
1. Envejecimiento de los vasos sanguíneos
Con el tiempo, los vasos sanguíneos pierden su elasticidad debido a cambios en la estructura y composición de las paredes arteriales. La causa principal es la descomposición de la elastina, una proteína que proporciona flexibilidad a los vasos sanguíneos. Las fibras de elastina se degradan debido al estrés mecánico repetido debido a la presión arterial y la exposición a especies reactivas de oxígeno (reactive oxygen species; abreviatura: ROS). Las ROS son moléculas inestables generadas durante los procesos metabólicos. Las ROS causan daño oxidativo a la elastina y otros componentes celulares, lo que lleva al debilitamiento de la pared arterial. Además, los mecanismos de reparación de la elastina disminuyen con la edad, lo que resulta en una pérdida progresiva.
Además, el colágeno, otra proteína estructural, se acumula y endurece las paredes arteriales debido al aumento de la producción de colágeno por parte de las células del músculo liso vascular y a la reducción de la degradación por las metaloproteinasas de la matriz (MMP), enzimas responsables de la remodelación de la matriz extracelular. Esta acumulación se ve exacerbada aún más por los productos finales de glicación avanzada, que se forman cuando los azúcares se unen a proteínas como el colágeno, volviéndolas más rígidas y menos funcionales.
La acumulación de placa (aterosclerosis) también progresa con la edad porque los lípidos, las células inflamatorias y otras sustancias se acumulan en las paredes arteriales durante décadas. La inflamación crónica, impulsada por cambios en el sistema inmunológico y factores del estilo de vida, acelera este proceso. La capacidad disminuida del cuerpo para eliminar estos depósitos y reparar el endotelio acelera este proceso.
2. Acumulación de factores de riesgo
Muchos factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes y la obesidad, se desarrollan o empeoran con los años debido a factores tanto biológicos como de estilo de vida. La presión arterial alta en los adultos mayores a menudo se debe a la rigidez de las arterias, lo que requiere que el corazón ejerza más fuerza para bombear sangre. Las arterias rígidas reducen su capacidad para amortiguar la presión generada por los latidos del corazón, lo que provoca una presión arterial sistólica más alta. Además, los riñones, que ayudan a regular la presión arterial controlando el equilibrio de líquidos, se vuelven menos eficientes con la edad, lo que contribuye a la hipertensión.
Los niveles altos de colesterol aumentan debido a los cambios relacionados con la edad en el metabolismo de los lípidos y a la reducción de la eficiencia del hígado para eliminar el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL). La prevalencia de la diabetes aumenta debido a la resistencia a la insulina, que puede empeorar con la edad debido a factores como el aumento de la grasa visceral y la reducción de la función de las células beta pancreáticas. Estos riesgos acumulativos aumentan significativamente la probabilidad de sufrir enfermedades cardíacas.
3. Disminución de los mecanismos de reparación celular.
Con la edad, la capacidad de nuestro cuerpo para reparar y regenerar células dañadas disminuye debido a la reducción de la actividad de las células madre y a una disminución de la autofagia. La autofagia es un proceso en el que las células eliminan los componentes dañados. El estrés oxidativo, causado por un desequilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes, daña el ADN, las proteínas y los lípidos, perjudicando la función celular. Además, los telómeros (las tapas protectoras en los extremos de los cromosomas) se acortan con cada división celular. Cuando los telómeros se acortan críticamente, las células entran en un estado de senescencia (envejecimiento) o mueren, lo que reduce la capacidad de reparación de los tejidos. La inflamación crónica, que se vuelve más frecuente con la edad, inhibe aún más los procesos de reparación y contribuye al daño tisular.
4. Cambios en la estructura y función del corazón.
El corazón sufre cambios estructurales y funcionales debido al envejecimiento. El miocardio experimenta una mayor rigidez debido al depósito de colágeno y al entrecruzamiento dentro de la matriz extracelular. Esta afección reduce la capacidad del corazón para llenarse y bombear con eficacia. El sistema de conducción eléctrica del corazón también puede sufrir fibrosis, lo que provoca arritmias. La calcificación de las válvulas cardíacas, particularmente la válvula aórtica, puede afectar el flujo sanguíneo y aumentar la carga de trabajo del corazón. Además, el estrés oxidativo y la disfunción mitocondrial dentro de las células cardíacas perjudican la producción de energía, lo que reduce aún más la eficiencia del corazón.
5. Factores del estilo de vida a lo largo del tiempo
Los efectos acumulativos de un estilo de vida poco saludable (como una mala alimentación, la falta de ejercicio, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol) afectan la salud cardiovascular durante décadas. Incluso las personas que adoptan hábitos más saludables en el futuro pueden sufrir daños residuales de años anteriores.
¿Por qué algunas personas que no padecieron enfermedades cardíacas cuando eran jóvenes padecen enfermedades cardíacas cuando son mayores?
Si bien algunas personas pueden permanecer libres de enfermedades cardíacas durante su juventud, aún pueden desarrollar enfermedades cardíacas más adelante en la vida debido a varios factores:
1. Progresión latente de los factores de riesgo
Ciertos factores de riesgo, como el colesterol alto o la hipertensión, pueden existir durante años sin causar síntomas perceptibles. Con el tiempo, estas condiciones silenciosas pueden provocar daños importantes, que eventualmente se manifiestan como enfermedades cardíacas en la vejez.
2. Predisposición genética
Un historial familiar de enfermedad cardíaca puede predisponer a las personas a desarrollar problemas cardiovasculares más adelante en la vida. Los genes asociados con el metabolismo de los lípidos, la regulación de la presión arterial y la inflamación a menudo desempeñan un papel, incluso si los síntomas no aparecen temprano.
3. Cambios hormonales
En las mujeres, el riesgo de enfermedad cardíaca aumenta después de la menopausia debido a una disminución en los niveles de la hormona estrógeno. El estrógeno ayuda a proteger contra los problemas cardiovasculares al promover la salud de los vasos sanguíneos, reducir la inflamación y mejorar los niveles de colesterol. El estrógeno también mejora el flujo sanguíneo y apoya la función del endotelio, el revestimiento interno de los vasos sanguíneos. Los cambios hormonales pueden provocar niveles más altos de colesterol y aumento de la presión arterial.
4. Cambios relacionados con la edad independientemente del estilo de vida
Incluso en ausencia de factores de riesgo tradicionales, el propio proceso de envejecimiento puede provocar cambios en el sistema cardiovascular. Por ejemplo, el estrés oxidativo aumenta con la edad, dañando células y tejidos, mientras que el acortamiento de los telómeros (un marcador del envejecimiento biológico) se asocia con enfermedades cardíacas.
5. Cambios tardíos en el estilo de vida
Algunas personas adoptan hábitos poco saludables en la mediana edad o más tarde, como una actividad física reducida o una dieta más pobre. Estos cambios pueden acelerar el desarrollo de enfermedades cardíacas.
6. Condiciones de salud emergentes
Las condiciones de salud que surgen con la edad, como la fibrilación auricular, la enfermedad renal crónica o los trastornos autoinmunes, pueden aumentar indirectamente el riesgo de enfermedad cardíaca. Los medicamentos utilizados para tratar estas afecciones también pueden tener efectos secundarios cardiovasculares.
En resumen, las enfermedades cardíacas en la vejez son causadas por el envejecimiento, los factores de riesgo acumulativos y las elecciones de estilo de vida. Si bien algunos aspectos del envejecimiento cardiovascular son inevitables, adoptar un estilo de vida saludable tempranamente y mantenerlo durante toda la vida puede reducir significativamente el riesgo. Los chequeos médicos periódicos para controlar y gestionar los factores de riesgo también son importantes para prevenir o retrasar la aparición de enfermedades cardíacas, incluso en la vejez.