Un melanocito es un tipo de célula que se encuentra principalmente en la capa basal de la epidermis. Los melanocitos producen melanina, un pigmento marrón responsable de la coloración de la piel y de la protección contra los efectos nocivos de la luz ultravioleta. Los melanocitos también están presentes en el cabello y en el iris de los ojos.
La composición de los melanocitos
Los melanocitos se desarrollan en la cresta neural: un grupo temporal de células embrionarias que se pellizca a medida que se forma el tubo neural, o la médula preespinal. Durante la etapa embrionaria de la vida, los melanocitos se mueven desde la cresta neural hasta la capa basal de la epidermis. Los melanocitos tienen forma de rama, lo que les permite transferir melanina a otras células de la piel, como los queratinocitos. Los queratinocitos son las células de la piel más comunes que fortalecen el cabello, las uñas y la piel.
Producción
Los melanocitos producen melanina, que se deposita en las células epidérmicas. Hay dos tipos diferentes de melanina que producen los melanocitos: eumelanina, que es de color marrón oscuro, y feomelanina, que puede tener un tinte rojo o amarillo.
La producción de melanina está regulada por una hormona peptídica que se encuentra en la glándula pituitaria y se conoce como hormona estimulante de los melanocitos. Los tumores pituitarios y los niveles elevados de estrógeno que ocurren durante el embarazo hacen que la glándula pituitaria produzca más de esta hormona.
Pero los melanocitos no siempre funcionan como deberían. El vitíligo, por ejemplo, es una afección de la piel en la que el sistema inmunitario ataca a los melanocitos. Los melanocitos dejan de producir melanina, lo que da como resultado parches de piel blancos y ovalados que crecen gradualmente. La falta de melanina también vuelve blanco el cabello en las áreas afectadas. Otras condiciones que se ven afectadas por la falta de melanina incluyen albinismo y fenilcetonuria.
La importancia de la melanina
El color de la piel humana varía. Su tono exacto está determinado por la sangre que fluye a través de él, la dieta y la melanina producida por los melanocitos. Los humanos generalmente tienen la misma cantidad de melanocitos; la cantidad de melanina que producen esos melanocitos, sin embargo, es lo que varía.
La melanina protege la piel protegiéndola del sol. Cuando la piel se expone al sol, aumenta la producción de melanina, que es la que produce el bronceado. Es el mecanismo de defensa natural del cuerpo contra las quemaduras solares.
El tiempo bajo el sol tiene un costo
Todo el mundo se ve mejor con un brillo, pero tiene un costo. Pasar mucho tiempo al sol (o en una cama de bronceado) es peligroso. Tome una quemadura de sol, por ejemplo. A los melanocitos les lleva tiempo producir melanina y proteger la piel de los rayos nocivos del sol. Cuando los melanocitos no pueden trabajar lo suficientemente rápido para crear un bronceado, los rayos UV del sol pueden quemar la piel y dejarla con un aspecto rosado o rojo brillante. El daño solar también se acumula con el tiempo, lo que puede provocar cáncer de piel. Cuanto más clara sea su piel, mayor será su riesgo de desarrollar cáncer de piel. Así que asegúrese de ver a un dermatólogo regularmente para un examen de la piel.
Sin embargo, la luz solar directa no es del todo mala. La piel utiliza la luz solar para producir vitamina D, que absorbe el calcio y es esencial para la fortaleza y el crecimiento de los huesos.