A medida que las personas envejecen, sus cuerpos sufren numerosos cambios fisiológicos. Muchos de estos cambios pueden afectar la salud gastrointestinal. Un problema comúnmente reportado por los adultos mayores es la necesidad de defecar varias veces al día, lo que a menudo causa malestar y afecta la calidad de vida. El síndrome del intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal, las infecciones, el hipertiroidismo o el cáncer colorrectal pueden provocar defecación frecuente en los adultos mayores. Pero varios otros factores también pueden causar este problema.
Muchas personas mayores han informado de la defecación frecuente como se muestra a continuación.
- Mayor urgencia: la incapacidad de retrasar la defecación sin molestias.
- Volúmenes de heces más pequeños: defeque pequeñas cantidades pero defeque varias veces al día.
- Heces blandas
Es esencial identificar las causas subyacentes para gestionar este problema de forma eficaz.
Causas comunes de defecación frecuente en los ancianos.
1. Cambios en la motilidad gastrointestinal.
El envejecimiento afecta el sistema nervioso entérico y la función del músculo liso del tracto gastrointestinal. El sistema nervioso entérico, a menudo denominado “segundo cerebro”, controla la motilidad y la secreción intestinal. Con el envejecimiento, hay una disminución en la cantidad de neuronas entéricas, una reducción de la producción de neurotransmisores y una alteración de la señalización entre las neuronas y los músculos. Estos cambios pueden provocar contracciones hiperactivas del colon, lo que lleva a un aumento de la motilidad intestinal. Las células del músculo liso también sufren cambios estructurales y funcionales, incluida una elasticidad y capacidad de respuesta reducidas, que alteran aún más la regulación intestinal.
Esta causa es bastante común y ocurre en muchas personas mayores, especialmente aquellas con condiciones preexistentes como el síndrome del intestino irritable.
Diagnóstico:
- Revisar historia clínica y síntomas.
- Colonoscopia o estudios de motilidad intestinal para descartar anomalías estructurales.
Tratamiento de cambios en la motilidad gastrointestinal:
- Ajustes dietéticos: aumentar la ingesta de fibra para regular la defecación.
- Uso de medicamentos: Antiespasmódicos o fármacos reguladores de la motilidad.
- Cambios en el estilo de vida: Actividad física regular para estabilizar los hábitos de defecación.
2. Factores dietéticos
Los adultos mayores suelen consumir alimentos ricos en fibra, frutas o ciertos edulcorantes artificiales, que pueden estimular la defecación. Esta es una causa muy común y modificable.
Intente identificar los alimentos que provocan defecación frecuente y ajuste su consumo.
Asegurar una dieta que cubra las necesidades nutricionales sin sobrecargar el sistema digestivo.
3. Medicamentos
Ciertos medicamentos, como laxantes, antibióticos o medicamentos para enfermedades cardíacas, pueden aumentar la frecuencia de la defecación. Los laxantes, en particular, pueden crear dependencia o sobreestimular el colon.
Este problema prevalece entre personas que toman múltiples medicamentos.
Diagnóstico:
- Revisar la lista de medicamentos del paciente.
- Seguimiento de los síntomas tras la interrupción del tratamiento con fármacos sospechosos (bajo supervisión médica).
Si la causa es el medicamento, intente ajustar la dosis del medicamento o busque medicamentos alternativos. Considere reequilibrar la flora intestinal afectada por los antibióticos.
4. Trastornos digestivos
Condiciones como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal o la colitis microscópica pueden provocar defecación frecuente debido a la inflamación o hipersensibilidad del revestimiento intestinal.
Diagnóstico:
- Colonoscopia y biopsia.
- Análisis de sangre para detectar marcadores de inflamación.
Tratamiento de trastornos digestivos:
- Uso de medicamentos: Antiinflamatorios o probióticos.
- Manejo de la dieta: evitar los alimentos desencadenantes y adoptar una dieta baja en residuos si es necesario.
5. Disfunción del suelo pélvico
El debilitamiento de los músculos del suelo pélvico se produce naturalmente con el envejecimiento debido a la reducción de la producción de colágeno, los cambios hormonales y la pérdida de masa muscular. Estos músculos, que sostienen la vejiga, el recto y otros órganos pélvicos, se vuelven menos eficaces para retener las heces. El daño a los nervios relacionado con la edad también puede afectar la coordinación de los músculos del suelo pélvico, lo que provoca problemas como una evacuación incompleta y una mayor urgencia para defecar.
Este es un problema común, particularmente en mujeres de edad avanzada posmenopáusicas o en personas con antecedentes de cirugía pélvica.
Diagnóstico:
- Manometría anorrectal.
- Resonancia magnética o defecografía para evaluar la función del suelo pélvico.
Tratamiento de la disfunción del suelo pélvico:
- Terapia del suelo pélvico: Ejercicios de fisioterapia para fortalecer los músculos.
- Biofeedback: Entrenamiento para mejorar la coordinación muscular.
6. Condiciones neurológicas
Los trastornos neurológicos como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple o la neuropatía diabética alteran la regulación intestinal porque estos trastornos alteran la comunicación entre el cerebro, la médula espinal y el sistema nervioso entérico. El daño a los nervios autónomos reduce la capacidad de coordinar las contracciones intestinales, lo que conduce a hábitos de defecación alterados. En la enfermedad de Parkinson, por ejemplo, los niveles reducidos de dopamina ralentizan el tránsito gastrointestinal, mientras que en algunos casos puede producirse una motilidad intestinal excesiva debido a una desregulación autonómica.
Diagnóstico:
- Examen neurológico.
- Pruebas de imagen o estudios de conducción nerviosa.
Tratamiento de afecciones neurológicas:
- Manejo neurológico: tratamiento del trastorno subyacente.
- Programas de entrenamiento para la defecación: Establecimiento de hábitos intestinales regulares.
7. Infecciones
Las infecciones bacterianas, virales o parasitarias pueden irritar el revestimiento del intestino y provocar defecación frecuente. La intoxicación alimentaria y la gastroenteritis son ejemplos comunes.
Diagnóstico:
- Cultivo de heces.
- Análisis de sangre para buscar marcadores de infección.
Tratamiento de infecciones:
- Antibióticos o antivirales: Según el patógeno identificado.
- Hidratación: Para prevenir la deshidratación por deposiciones frecuentes.
En resumen, la defecación frecuente en los ancianos puede deberse a diversas causas, incluidos procesos naturales de envejecimiento, hábitos alimentarios, medicamentos o afecciones médicas subyacentes. Identificar la causa raíz es esencial para un tratamiento eficaz. Si usted o un ser querido experimenta cambios persistentes en los hábitos de defecación, consulte a un profesional de la salud para garantizar un diagnóstico preciso y una intervención temprana.