La fiebre es un síntoma común de muchas enfermedades e infecciones. La fiebre es una respuesta del cuerpo para combatir infecciones y aumentar la respuesta del sistema inmunitario. Sin embargo, a veces una persona experimenta síntomas parecidos a la fiebre, como escalofríos, sudoración y una sensación de malestar, pero tiene temperatura baja. Esto puede ser confuso y preocupante para el individuo, así como para los profesionales de la salud que intentan diagnosticar la causa de los síntomas. En este artículo, aprenderemos sobre las causas de sentir fiebre con temperatura baja, cómo se diagnostica y trata.
Causas de sentir fiebre pero temperatura baja
Hay varias razones por las que una persona puede experimentar síntomas parecidos a la fiebre con temperatura baja. Estas causas incluyen:
Hipotermia
La hipotermia es una condición en la que la temperatura corporal cae por debajo del rango normal de 97,7 a 99,5 grados F (36,5 a 37,5 grados C). La hipotermia provoca síntomas similares a la fiebre, como escalofríos y sensación de frío, pero la temperatura corporal es más baja de lo normal. La hipotermia ocurre debido a la exposición a bajas temperaturas, la inmersión en agua fría y ciertas condiciones médicas como el hipotiroidismo, la diabetes y la sepsis.
La hipotermia es una emergencia médica. El diagnóstico de hipotermia generalmente se realiza con base en los síntomas y el examen físico de la persona. Los signos de hipotermia pueden incluir escalofríos, confusión, somnolencia, dificultad para hablar, respiración lenta, pulso débil y disminución de la temperatura corporal.
El tratamiento de la hipotermia se realiza recalentando el cuerpo. Esto se puede hacer a través de varios métodos, según la gravedad de la hipotermia y los recursos disponibles.
Desequilibrio hormonal
El desequilibrio hormonal provoca una variedad de síntomas, incluidos síntomas parecidos a la fiebre con temperatura baja. Por ejemplo, la insuficiencia suprarrenal, que es una afección en la que las glándulas suprarrenales no producen suficientes hormonas, puede causar síntomas como fatiga, debilidad y febrícula. Otro ejemplo es el hipopituitarismo, una afección en la que la glándula pituitaria no produce suficientes hormonas, lo que puede provocar febrícula, fatiga y debilidad muscular.
El desequilibrio hormonal se diagnostica mediante una combinación de antecedentes médicos, examen físico y pruebas de laboratorio. Algunas pruebas de laboratorio comunes que se usan para diagnosticar desequilibrios hormonales incluyen análisis de sangre, análisis de orina y pruebas de imagen.
El tratamiento para el desequilibrio hormonal depende de la causa subyacente. Si el desequilibrio hormonal se debe a una afección médica subyacente, como una disfunción tiroidea, el tratamiento de la afección subyacente restablecerá el equilibrio hormonal. En algunos casos, la terapia de reemplazo hormonal se usa para complementar las hormonas deficientes. La terapia de reemplazo hormonal se puede administrar de varias maneras, incluidas píldoras, parches, cremas e inyecciones.
Además del tratamiento médico, los cambios en el estilo de vida también pueden ser útiles para restablecer el equilibrio hormonal. Estos cambios incluyen una dieta saludable, ejercicio regular, técnicas de reducción del estrés y sueño adecuado. Es importante trabajar con un profesional de la salud para desarrollar un plan de tratamiento adecuado para el desequilibrio hormonal.
Infección viral
Algunas infecciones virales, como el dengue y el chikungunya, pueden causar una enfermedad similar a la fiebre con temperatura baja. En estos casos, la temperatura corporal puede ser más baja de lo normal debido a que el virus afecta la capacidad del cuerpo para regular su temperatura.
La infección viral se diagnostica mediante una combinación de antecedentes médicos, examen físico y pruebas de laboratorio. Algunas pruebas de laboratorio comunes que se usan para diagnosticar infecciones virales incluyen análisis de sangre, análisis de orina y pruebas de imagen. Por ejemplo, un análisis de sangre puede detectar la presencia de anticuerpos específicos que el cuerpo produce para combatir un virus en particular.
El tratamiento de las infecciones virales varía según el virus y la gravedad de la enfermedad. En algunos casos, se recetan medicamentos antivirales para ayudar a reducir la gravedad y la duración de la enfermedad. Sin embargo, muchas infecciones virales no tienen tratamientos específicos y se manejan con atención de apoyo. Esta atención incluye descanso, hidratación y medicamentos de venta libre para controlar síntomas como fiebre, dolor y congestión.
medicamentos
Algunos medicamentos, como los antihistamínicos y los antipsicóticos, pueden interferir con la capacidad del cuerpo para regular su temperatura, lo que provoca una enfermedad similar a la fiebre con temperatura baja.
Síndrome de fatiga crónica
El síndrome de fatiga crónica es un trastorno complejo caracterizado por fatiga extrema que dura al menos seis meses y no se alivia con el descanso. Además de la fatiga, las personas con síndrome de fatiga crónica pueden experimentar otros síntomas, como febrícula, dolores musculares y dolores de cabeza.
No existe una prueba única para confirmar un diagnóstico de síndrome de fatiga crónica. Los síntomas pueden ser similares a los síntomas de muchos otros problemas de salud, incluidos los trastornos del sueño u otros problemas médicos.
No hay cura para el síndrome de fatiga crónica. El tratamiento se centra en el alivio de los síntomas. Los síntomas más graves deben abordarse primero. Algunos problemas asociados con el síndrome de fatiga crónica se pueden mejorar con ciertos medicamentos.