La presencia de gota en una articulación a menudo se puede ver con bastante claridad, pero un proveedor de atención médica a menudo querrá realizar pruebas para confirmar el diagnóstico y descartar otras causas. Como enfermedad caracterizada por el depósito de cristales de ácido úrico en las articulaciones, es posible que el médico desee buscar evidencia de esto extrayendo líquido articular con una aguja para examinarlo bajo el microscopio. En algunos casos, un diagnóstico puede implicar la comparación de los síntomas con una serie de pruebas de laboratorio y / o de imágenes.
Examen físico
En una gran cantidad de casos, se puede hacer un diagnóstico de gota basándose en una revisión de sus síntomas e historial médico. Además de un examen físico, su proveedor de atención médica querrá tener una descripción del ataque (incluido cómo comenzó y cuánto duró) y explorar cualquier factor de riesgo que pueda haber contribuido al ataque.
Síntomas comunes de gota
Ciertos síntomas reveladores pueden ser suficientes para hacer el diagnóstico, como:
- Un ataque monoartrítico (lo que significa que solo una articulación se ve afectada)
- Dolor agudo en el primero metatarso-falángico articulación del dedo gordo del pie
- Inflamación extrema de las articulaciones y enrojecimiento durante un día.
- Tener más de un ataque en la misma articulación.
Si bien esto puede ser todo lo que su proveedor de atención médica necesita para elaborar un plan de tratamiento, Es posible que se requieran pruebas adicionales si este es su primer ataque o si los síntomas recurrentes se han vuelto severos.
Laboratorios y pruebas
El estándar de oro para hacer un diagnóstico de gota es extraer sinovial líquido de una articulación y buscar evidencia de cristales de ácido úrico (llamados cristales de urato monosódico) bajo un microscopio. El líquido sinovial es una sustancia espesa de color claro que reviste la articulación y lubrica el espacio entre las articulaciones.
El procedimiento, conocido como análisis del líquido sinovial, comienza con una inyección de un anestésico local para adormecer el tejido blando sobre la articulación. Después de unos minutos, el médico insertará una aguja en el espacio articular para extraer una muestra de líquido, que luego se enviará al laboratorio para su análisis. Su proveedor de atención médica también puede examinar el líquido por sí mismo bajo el microscopio.
Además de buscar cristales de urato monosódico, su proveedor de atención médica lo examinará en busca de tofos, grumos endurecidos de ácido úrico que se encuentran en una etapa avanzada de la enfermedad.
Entre las otras pruebas de laboratorio que se pueden solicitar:
- Se puede realizar un análisis de sangre de ácido úrico para verificar los niveles de ácido por encima de 6,8 miligramos por decilitro (aunque las personas con niveles bajos también pueden tener gota).
- También se pueden realizar análisis de sangre de urea y creatinina para ver si la función renal reducida está contribuyendo a la gota o si hay hiperuricemia. (exceso de ácido úrico) podría estar dañando sus riñones.
- Se puede usar un análisis de orina para verificar los niveles de ácido úrico en la orina y evaluar su riesgo de cálculos renales.
Pruebas de imagen
Para ayudar con el diagnóstico, el proveedor de atención médica puede solicitar pruebas por imágenes para evaluar las características de una articulación inflamada o para detectar tofos, depósitos de cristales, erosiones óseas o pérdida de cartílago. Las opciones de pruebas de imágenes incluyen rayos X, tomografía computarizada (TC), imágenes por resonancia magnética (MRI) y ultrasonido.
Cada prueba tiene sus ventajas y limitaciones:
- Las radiografías pueden revelar erosión ósea y pérdida de cartílago, pero es posible que no puedan detectar problemas desde el principio.
- Las tomografías computarizadas y las resonancias magnéticas pueden detectar daños en los huesos y cartílagos, así como tofos más grandes, pero según un estudio publicado en European Radiology, es posible que aún no pueda detectar una enfermedad temprana.
- El ultrasonido es beneficioso ya que es portátil, está fácilmente disponible y no usa radiación ionizante. La ecografía también puede detectar los primeros signos de gota, incluidos los depósitos de cristales, la acumulación de líquido y el estrechamiento del espacio articular que acompaña a la pérdida de cartílago. En el lado negativo, no pueden visualizar estructuras más profundas de una articulación.
En la práctica, el ultrasonido se usa generalmente si acaba de comenzar a experimentar síntomas o ataques recurrentes. Se pueden solicitar otras pruebas de diagnóstico por imágenes según el historial de sus síntomas o la gravedad de su afección.
Diagnósticos diferenciales
Si bien los síntomas de la gota pueden parecer definitivos solo por su apariencia, hay otras dos afecciones que los proveedores de atención médica observarán y que tienen características notablemente similares: seudogota y artritis séptica.
Para diferenciar entre gota y otros posibles diagnósticos, el proveedor de atención médica observará cuatro cosas: el líquido sinovial para 1) verificar si hay cristales, 2) su recuento de glóbulos blancos (para verificar si hay infección), 3) un cultivo de tinción de Gram de la membrana sinovial líquido (para detectar bacterias) y 4) la ubicación de su dolor articular.
Gota
Por lo general, la gota tendrá ciertas características físicas y de diagnóstico que la diferencian de otras enfermedades, a saber:
- Análisis del líquido sinovial: cristales en forma de aguja
- Recuento de glóbulos blancos: por debajo de 50.000
- Tinción de Gram y cultivo: negativo (excluyendo una infección bacteriana)
- Ubicación: por lo general, la base del dedo gordo del pie, la parte media del pie o el tobillo
Pseudogota
Pseudogota es una afección en la que se desarrollan cristales de calcio (no cristales de urato monosódico) en el espacio articular. La enfermedad se puede diferenciar de la gota de las siguientes formas:
- Análisis del líquido sinovial: cristales en forma de romboide
- Recuento de glóbulos blancos: por debajo de 50.000
- Tinción de Gram y cultivo: negativo
- Ubicación: normalmente rodilla o muñeca
Artritis septica
Artritis septica, también conocida como artritis infecciosa, generalmente es causada por una infección bacteriana y puede ser fatal si no se trata. Se diferencia de la gota en las siguientes formas características:
- Análisis del líquido sinovial: sin cristales
- Recuento de glóbulos blancos: normalmente por encima de 50.000
- Tinción y cultivo de granos: positivo (confirmando una infección bacteriana)
- Ubicación: articulaciones típicamente grandes (rodilla, cadera u hombro)