La pleura es una parte vital del tracto respiratorio cuya función es amortiguar los pulmones y reducir cualquier fricción que pueda desarrollarse entre los pulmones, la caja torácica y la cavidad torácica. La pleura consta de una membrana de dos capas que cubre cada pulmón. Las capas están separadas por una pequeña cantidad de lubricante viscoso conocido como líquido pleural.
Hay una serie de afecciones médicas que pueden afectar la pleura, incluidos derrames pleurales, colapso pulmonar y cáncer. Cuando se acumula exceso de líquido entre las membranas pleurales, se pueden utilizar varios procedimientos para drenar el líquido o eliminar el espacio entre las membranas.
La forma plural de pleura es pleuras.
Anatomía
Hay dos pleuras, una para cada pulmón, y cada pleura es una sola membrana que se pliega sobre sí misma para formar dos capas. El espacio entre las membranas (llamado cavidad pleural) está lleno de un líquido lubricante delgado (llamado líquido pleural).
La pleura se compone de dos capas distintas:
- La pleura visceral es la membrana delgada y resbaladiza que cubre la superficie de los pulmones y se sumerge en las áreas que separan los diferentes lóbulos de los pulmones (llamadas hilio).
- La pleura parietal es la membrana externa que recubre la pared interna del tórax y el diafragma (el músculo que separa las cavidades torácica y abdominal).
La pleura visceral y parietal se unen en el hilio, que también sirve como punto de entrada para los bronquios, los vasos sanguíneos y los nervios.
La cavidad pleural, también conocida como espacio intrapleural, contiene líquido pleural secretado por las células mesoteliales. El líquido permite que las capas se deslicen unas sobre otras a medida que los pulmones se inflan y desinflan durante la respiración.
Función
La estructura de la pleura es esencial para la respiración, ya que proporciona a los pulmones la lubricación y el acolchado necesarios para inhalar y exhalar. El espacio intrapleural contiene aproximadamente 4 centímetros cúbicos (cc) a 5 cc de líquido pleural que reduce la fricción cada vez que los pulmones se expanden o contraen.
El líquido de la pleura en sí tiene una cualidad ligeramente adhesiva que ayuda a sacar los pulmones hacia afuera durante la inhalación en lugar de deslizarse en la cavidad torácica. Además, el líquido pleural crea tensión superficial que ayuda a mantener la posición de los pulmones contra la pared torácica.
Las pleuras también sirven como división entre otros órganos del cuerpo, evitando que interfieran con la función pulmonar y viceversa.
Debido a que la pleura es autónoma, puede ayudar a prevenir la propagación de infecciones hacia y desde los pulmones.
Condiciones asociadas
Varias condiciones pueden causar daño a la pleura o socavar su función. El daño a las membranas o la sobrecarga de líquido pleural pueden afectar la forma de respirar y provocar síntomas respiratorios adversos.
Pleuritis
La pleuresía es la inflamación de las membranas pleurales. Es más comúnmente causada por una infección viral, pero también puede ser el resultado de una infección bacteriana o una enfermedad autoinmune como la artritis reumatoide o el lupus.
La inflamación pleurítica hace que las superficies de las membranas se vuelvan ásperas y pegajosas. En lugar de deslizarse unas sobre otras, las membranas se pegan, provocando un dolor agudo y punzante con cada respiración, estornudo o tos. El dolor puede empeorar al inhalar aire frío o respirar profundamente. También puede empeorar durante el movimiento o los cambios de posición. Otros síntomas incluyen fiebre, escalofríos y pérdida del apetito.
Derrame pleural
Un derrame pleural es la acumulación de exceso de líquido en el espacio pleural. Cuando esto sucede, la respiración puede verse afectada, a veces de manera significativa.
La insuficiencia cardíaca congestiva es la causa más común de derrame pleural, pero existe una multitud de otras causas, incluido el traumatismo pulmonar o el cáncer de pulmón (en los que se experimenta derrame en aproximadamente la mitad de todos los casos).
Un derrame pleural puede ser muy pequeño (detectable solo por una radiografía de tórax o una tomografía computarizada) o ser grande y contener varias pintas de líquido.Los síntomas comunes incluyen dolor de pecho, tos seca, dificultad para respirar, dificultad para respirar profundamente e hipo persistente.
Derrame pleural maligno
Un derrame pleural maligno se refiere a un derrame que contiene células cancerosas. Se asocia más comúnmente con cáncer de pulmón o cáncer de mama que ha hecho metástasis (diseminación) a los pulmones.
Mesotelioma
El mesotelioma pleural es un cáncer de la pleura que con mayor frecuencia es causado por la exposición ocupacional al asbesto. Los síntomas incluyen dolor en el hombro, el pecho o la espalda baja, dificultad para respirar, dificultad para tragar e hinchazón de la cara y los brazos.
Neumotórax
El neumotórax, también conocido como pulmón colapsado, puede desarrollarse cuando el aire se acumula en la cavidad pleural. Puede ser causada por una variedad de factores, como traumatismo torácico, cirugía torácica y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Además de la dificultad para respirar, puede haber crepitación, un crujido anormal justo debajo de la piel del cuello y el pecho.
El neumotórax espontáneo es un término que se usa para describir cuando un pulmón colapsa sin razón aparente. Los adolescentes varones altos y delgados corren mayor riesgo, aunque las mujeres también pueden verse afectadas. Los factores de riesgo incluyen fumar, trastornos del tejido conectivo y actividades como el buceo y los vuelos en los que la presión atmosférica cambia rápidamente.
El neumotórax a menudo puede curarse por sí solo, pero a veces puede requerir una toracocentesis para extraer el aire acumulado de la cavidad pleural.
Hemotórax
El hemotórax es una afección en la que la cavidad pleural se llena de sangre, generalmente como resultado de una lesión traumática o una cirugía de tórax; raramente, un hemotórax puede ocurrir espontáneamente debido a una rotura vascular.
El síntoma principal del hemotórax es el dolor o sensación de pesadez en el pecho. Otros incluyen latidos cardíacos rápidos, dificultad para respirar, sudores fríos, piel pálida y fiebre.Todas las indicaciones de que se necesita atención médica inmediata.