Visión de conjunto
¿Qué es el reflujo laringofaríngeo?
El reflujo laringofaríngeo (LPR, por sus siglas en inglés) es una afección en la que el ácido que se produce en el estómago sube por el esófago (tubo para tragar) y llega a la garganta.
¿Quién contrae reflujo laringofaríngeo?
Cualquiera puede contraer LPR, pero ocurre con más frecuencia a medida que las personas envejecen. Las personas que tienen más probabilidades de tener LPR incluyen aquellas que:
- Tener ciertos hábitos alimenticios.
- Use constantemente ropa ajustada o atada.
- Tiene sobrepeso.
- Están demasiado estresados.
Síntomas y Causas
¿Qué causa el reflujo laringofaríngeo?
La LPR es causada por el ácido estomacal que burbujea hacia la garganta. Cuando tragas, la comida pasa por tu garganta y a través de tu esófago hasta tu estómago. Un músculo llamado esfínter esofágico inferior controla la abertura entre el esófago y el estómago. El músculo permanece bien cerrado excepto cuando traga alimentos.
Cuando este músculo no se cierra, el contenido ácido del estómago puede regresar al esófago. Este movimiento hacia atrás se llama reflujo.
¿Cuáles son los síntomas del reflujo laringofaríngeo?
Los síntomas de LPR se sienten en la garganta e incluyen lo siguiente:
- Dolor de garganta
- Ronquera leve
- Sensación de un nudo en la garganta
- La necesidad de aclarar la garganta.
- La sensación de mucosidad pegada en la garganta y/o goteo posnasal
- Tos crónica (a largo plazo)
- Dificultad para tragar
- Laringe roja, hinchada o irritada (caja de la voz).
Diagnóstico y Pruebas
¿Cómo se diagnostica el reflujo laringofaríngeo?
El LPR generalmente se diagnostica en función de los síntomas del paciente de irritación o hinchazón en la garganta y la parte posterior de la laringe. En muchos casos, no se necesitan pruebas para hacer el diagnóstico.
Si se necesitan pruebas, las tres pruebas comúnmente utilizadas son: un estudio de deglución; una mirada directa al estómago y al esófago a través de un endoscopio, y; una prueba de pH esofágico:
- En un estudio de deglución, el paciente traga un líquido especial llamado bario, que recubre el esófago, el estómago y el intestino para que queden delineados en una radiografía. Esto le permite al médico ver el movimiento de los alimentos a medida que pasan de la boca al esófago.
- El médico también puede ver el interior del estómago y el esófago con un endoscopio, un tubo largo y delgado con una cámara en el extremo que el médico pasa por la boca, baja por el esófago y llega al estómago.
- La prueba de pH esofágico mide y registra el pH (nivel de ácido) en el esófago. Un tubo delgado y pequeño con un dispositivo en la punta que detecta el ácido se pasa suavemente a través de la nariz, baja por el esófago y se coloca a unas 2 pulgadas por encima del esfínter esofágico inferior. El tubo se sujeta al costado de la cara con cinta adhesiva. El extremo del tubo que sale de la nariz se conecta a una grabadora portátil que se lleva en el cinturón o sobre el hombro. La grabadora tiene varios botones que el paciente presiona para marcar ciertos eventos.
Manejo y Tratamiento
¿Cómo se trata el reflujo laringofaríngeo?
La mayoría de los casos de LPR no necesitan atención médica y se pueden controlar con cambios en el estilo de vida, incluidos los siguientes:
- Seguir una dieta blanda (baja acidez, baja en grasas, no picante).
- Coma comidas pequeñas y frecuentes.
- Perder peso.
- Evite el uso de alcohol, tabaco y cafeína.
- No coma alimentos menos de 2 horas antes de acostarse.
- Levante la cabecera de su cama antes de dormir. Coloque un objeto fuerte y sólido (como una tabla) debajo de la parte superior del colchón. Esto ayudará a sostener la cabeza y la parte superior del cuerpo, lo que ayudará a evitar que el ácido del estómago regrese a la garganta.
- Evite aclararse la garganta.
- Toma medicamentos de venta libre, incluidos los antiácidos, como Tums®, Maalox® o Mylanta; reductores de ácido estomacal, como ranitidina (Tagamet® o Zantac®); o inhibidores de la bomba de protones, como omeprazol (Prilosec®), pantoprazol (Protonix®) y esomeprazol (Nexium®). Asegúrese de tomar todos los medicamentos según las indicaciones.
En casos muy severos de LPR, se puede recomendar la cirugía como tratamiento.
¿Qué puede pasar si no se trata el reflujo laringofaríngeo?
Si no se trata, la LPR puede provocar:
- Dolor de garganta
- Tos crónica
- Hinchazón de las cuerdas vocales
- Úlceras (llagas abiertas) en las cuerdas vocales
- Formación de granulomas (masas) en la garganta
- Empeoramiento del asma, enfisema y bronquitis
El LPR no tratado también puede desempeñar un papel en el desarrollo del cáncer de la laringe.
Prevención
¿Se puede prevenir el reflujo laringofaríngeo?
Para disminuir su probabilidad de tener LPR, evite lo siguiente:
- Alimentos ácidos, picantes y grasos
- Alcohol
- Tabaco
- Las bebidas que contienen cafeína (té, café, refrescos, etc.)
- Chocolate
- Menta o alimentos con sabor a menta
Otras cosas que puede hacer para ayudar a prevenir la LPR:
- No use ropa apretada o atada.
- Evita estresarte demasiado. Aprenda maneras de ayudar a controlar o reducir los niveles de estrés.
- Asegúrese de mantener un peso saludable.
- Evite comer menos de 2 horas antes de acostarse.
Outlook / Pronóstico
¿Cuál es el pronóstico (perspectiva) para los pacientes que tienen reflujo laringofaríngeo?
El pronóstico para los pacientes que tienen LPR es bueno porque la mayoría de las causas se pueden controlar con un estilo de vida saludable. Pídale a su médico otras sugerencias y consejos sobre el tratamiento y la prevención de la LPR.