La rubéola, o sarampión alemán, es una enfermedad contagiosa con síntomas que incluyen fiebre y sarpullido. Esta enfermedad puede afectar a personas de todas las edades, pero se puede prevenir con la vacunación. El tratamiento incluye reposo, líquidos y medicamentos para la fiebre.
¿Qué es la rubéola?
La rubéola es una infección causada por el virus de la rubéola.
La rubéola suele ser una enfermedad leve, con fiebre, sarpullido e inflamación de los ganglios linfáticos. Sin embargo, si la contraen mujeres embarazadas durante las primeras 10 semanas de embarazo, la enfermedad puede causar problemas de por vida a los bebés.
Si una mujer embarazada contrae rubéola al principio de su embarazo, el bebé puede nacer con:
- sordera
- ceguera
- problemas del corazón
- daño cerebral
- problemas de crecimiento
- hinchazón en el cerebro, hígado o pulmones.
Aproximadamente 9 de cada 10 bebés cuyas madres contraen rubéola en las primeras 10 semanas de embarazo tendrán uno o más de estos problemas.
Los síntomas de la rubéola
Los síntomas de la rubéola incluyen:
- erupción
- Glándulas linfáticas inflamadas
- dolor en las articulaciones
- fiebre leve
- dolor de cabeza
- rinorrea
- ojos rojos doloridos
Los síntomas generalmente comienzan de 14 a 21 días después de infectarse con rubéola, pero aproximadamente la mitad de las personas infectadas no presentan ningún síntoma. La mayoría de las personas que presentan síntomas se recuperan en aproximadamente 3 días.
Quien esta en riesgo
La rubéola puede afectar a personas de cualquier edad, pero las siguientes personas tienen un mayor riesgo de infección:
- viajeros a (y visitantes de) áreas donde los programas de vacunación contra la rubéola no están generalizados
- trabajadores de cuidado infantil
- personas que trabajan en entornos sanitarios como hospitales
- bebés por nacer cuyas madres no son inmunes a la rubéola.
La rubéola en mujeres embarazadas es la más preocupante debido a los graves problemas que el virus causa a los bebés por nacer.
La rubéola es poco común en nuestro país y en países con programas de vacunación. Pero aún ocurren brotes de rubéola, por lo que es importante continuar vacunando a los niños para prevenir la propagación de la enfermedad.
¿Cómo se contagia la rubéola?
La rubéola se propaga:
- cuando una persona infectada tose o estornuda y usted lo inhala
- de una mujer embarazada a su bebé en desarrollo a través del torrente sanguíneo.
Si tiene rubéola, será contagioso desde 1 semana antes y hasta 1 semana después de que aparezca la erupción.
Puede ayudar a detener la propagación de la enfermedad al:
- mantenerse alejado de la guardería, la escuela, el trabajo u otros lugares donde pueda propagar la infección; su médico le dirá cuando ya no sea infeccioso
- cubriendo su tos y estornudos.
Prevención de la rubéola
La forma más eficaz de prevenir la rubéola es la vacunación.
Si usted es una mujer que planea tener un bebé, debe hacerse un análisis de sangre para comprobar que tiene inmunidad suficiente para protegerla a usted y a su bebé.
Diagnóstico de rubéola
Su médico diagnosticará la rubéola mediante:
- examinando la erupción
- comprobar otros síntomas, como fiebre, dolor en las articulaciones, inflamación de los ganglios linfáticos
- preguntándole si ha estado en contacto con alguien que tiene rubéola
- realizar un análisis de sangre.
Es importante avisar a la recepcionista para que pueda separarse de otras personas en la sala de espera.
Si tiene rubéola, es posible que su médico deba notificar a su departamento de salud local.
Tratamiento de la rubéola
No existe un tratamiento específico para la rubéola. Puede aliviar los síntomas al:
- descansar lo suficiente
- beber muchos líquidos
- tomando paracetamol para el dolor o la fiebre.
Si contrae rubéola durante el embarazo, su médico la derivará a un especialista para obtener más consejos.
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