La enfermedad renal poliquística (PKD, por sus siglas en inglés) es un trastorno genético que hace que se formen crecimientos llenos de líquido, llamados quistes, en los riñones. Estos quistes interrumpen la función renal y pueden provocar insuficiencia renal. Con el tiempo, los quistes se apoderan de partes del riñón, lo que disminuye la capacidad de funcionamiento del riñón. Se estima que la PKD afecta a 500 000 personas en los Estados Unidos y representa alrededor del 5 % de todas las causas de insuficiencia renal.
Síntomas Frecuentes
Las personas afectadas por la forma más común de PKD, la poliquistosis renal autosómica dominante, experimentan los siguientes síntomas:
- dolores de cabeza
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Hematuria o sangre en la orina
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Presión arterial alta (hipertensión)
- Dolor en la espalda o los costados
- Infecciones frecuentes del tracto urinario
- Hinchazón abdominal inexplicable
Se estima que aproximadamente la mitad de todas las personas con enfermedad renal poliquística autosómica dominante no saben que tienen PKD.
Síntomas raros
La PKD autosómica recesiva es un tipo raro de poliquistosis renal que afecta principalmente a los bebés y los no nacidos. Los síntomas de esta enfermedad incluyen:
- Riñones agrandados debido al crecimiento de quistes que interrumpe la capacidad de los riñones para funcionar correctamente
- Insuficiencia de crecimiento intrauterino, lo que significa tamaño pequeño
- Niveles bajos de líquido amniótico mientras el bebé aún está en el útero
El líquido amniótico es creado por los riñones del bebé. Si los riñones no funcionan correctamente, se crea menos líquido amniótico para amortiguar y sostener al bebé.
Complicaciones
Para las personas afectadas por la enfermedad renal poliquística autosómica dominante, los quistes pueden interferir con la capacidad de funcionamiento de los riñones y pueden crear complicaciones que incluyen:
- Alta presión sanguínea
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Insuficiencia renal que resulta en diálisis o la necesidad de un trasplante de riñón
- Quistes hepáticos y/o pancreáticos
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Infecciones del tracto urinario (ITU)
- Cálculos renales
- Problemas de las válvulas del corazón
- Problemas intestinales, que afectan específicamente al colon
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Aneurismas cerebrales (una protuberancia en un vaso sanguíneo en el cerebro)
Aunque se puede diagnosticar en personas jóvenes, la PKD autosómica dominante generalmente se diagnostica en adultos de entre 30 y 50 años. A medida que avanza la PKD autosómica dominante, el daño renal empeora. Alrededor del 50% al 60% de las personas diagnosticadas con PKD autosómica dominante tendrán insuficiencia renal total a los 70 años y requerirán diálisis o, potencialmente, un trasplante de riñón.
Desafortunadamente, no existe una cura para la PKD. Se están realizando estudios para determinar si existen tratamientos que puedan limitar, o incluso prevenir, que la PKD evolucione hacia la insuficiencia renal. Mientras tanto, se pueden probar muchos tratamientos para controlar los síntomas, ayudar a retrasar el crecimiento de quistes y ayudar a prevenir o retrasar la pérdida de la función renal. Éstas incluyen:
- Vivir un estilo de vida saludable con respecto a no fumar, hacer ejercicio, alcanzar y mantener un peso saludable y reducir el consumo de sal.
- Beber mucha agua corriente durante todo el día.
- Evitar la cafeína
La enfermedad renal poliquística autosómica recesiva afecta principalmente a bebés no nacidos y bebés. Las complicaciones de este tipo de PKD incluyen:
- Alta presión sanguínea
- Problemas respiratorios debido a que los pulmones no se desarrollan completamente
- Insuficiencia renal
- Problemas hepáticos
Desafortunadamente, los niños afectados por poliquistosis renal autosómica recesiva tienen un peor pronóstico que los adultos con PKD. Alrededor de un tercio de los bebés que nacen con esta rara forma de la enfermedad no sobreviven, y los bebés que sobreviven tienen problemas renales y otros problemas de salud que deben controlarse por el resto de sus vidas.
Cuándo ver a un médico
Dado que la enfermedad renal poliquística es genética, es importante conocer el historial de salud de su familia. Si un familiar cercano está afectado por PKD, considere buscar el consejo y la atención de un profesional de la salud experto en enfermedades renales, como un nefrólogo, que pueda garantizar un control adecuado y la identificación temprana de la enfermedad renal poliquística.
Comer una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable y controlar la presión arterial alta puede ayudar a las personas afectadas por la enfermedad renal poliquística a vivir una vida plena.
Las personas con PKD deben buscar atención médica inmediata si se nota alguno de estos síntomas:
- Confusión
- Hinchazón nueva o que empeora en los pies, los tobillos o las piernas
- Dolor en el pecho o dificultad para respirar
- Incapacidad para orinar.
Un diagnóstico de enfermedad renal poliquística puede ser devastador. Sin embargo, con un profesional de la salud bien informado, como un nefrólogo, trabajando en estrecha colaboración con usted, su calidad de vida puede mantenerse. Tomar medidas para minimizar la tensión adicional sobre los riñones, como controlar la presión arterial alta y comer una dieta saludable, puede tener un impacto positivo y preservar la función renal durante muchos años.