Problemas de comportamiento y soluciones efectivas para niños de 10, 11 y 12 años
Cuando los niños se convierten en preadolescentes, han superado algunas de las estrategias de disciplina que funcionaban bien cuando eran más pequeños. Es probable que los comportamientos que requieren disciplina también cambien cuando los niños cumplan 10 años. Es clave abordar los problemas de comportamiento con estrategias de disciplina efectivas que ayudarán a su hijo a aprender las habilidades que necesitarán para prosperar durante la adolescencia.
Comportamiento típico de interpolación
Es probable que su preadolescente haya reemplazado la charla infantil por la conversación indirecta y haya intercambiado rabietas del tamaño de una pinta por enfurruñarse. Todo eso es parte de su desarrollo normal. Los preadolescentes enfrentan una variedad de problemas, que van desde cambios hormonales y crecimiento físico hasta presión social y mayor trabajo académico.
También es normal que los preadolescentes comiencen a pasar más tiempo con amigos que con la familia. Por lo tanto, no se sorprenda cuando su hijo de 10 años quiera pasar la noche en la casa de un amigo, en lugar de comer pizza y ver una película con usted.
Algunos preadolescentes realmente comienzan a brillar académicamente, mientras que otros se vuelven dolorosamente conscientes de que luchan más con la escuela que sus compañeros. También es común que los preadolescentes tengan una relación de tira y afloja con la autoestima. Puede parecer que les falta humildad por un minuto, diciendo cosas como, “Soy el niño más inteligente de toda la escuela”, solo para luego agregar, “No le agrado a nadie”.
También es común que los preadolescentes se vuelvan cohibidos. Un niño puede sentirse inseguro porque sus amigos se están desarrollando más rápido, mientras que otro puede sentirse avergonzado de que se desarrollen antes que sus compañeros.
Gran parte de esta incertidumbre tiene que ver con un creciente interés en cómo los perciben los demás. Los preadolescentes se preocupan por lo que sus amigos piensan de ellos, así como por lo que piensan otros estudiantes de la escuela.
Desafíos de comportamiento comunes
Los preadolescentes están tratando de encajar, verse bien y parecer mayores. Muchos de ellos comienzan a maldecir en un intento de parecer mayores (o de impresionar a sus amigos).
También pueden enojarse por cosas aparentemente pequeñas. Una mala nota en un examen, una discusión con un amigo, un día difícil en el campo de juego o una solicitud para limpiar un dormitorio podría provocarlos. La ira puede llevar a gritar, enfurruñarse o dar portazos.
Una actitud de “sabelotodo” también puede comenzar a surgir durante los años de la adolescencia. Si bien las habilidades de razonamiento y resolución de problemas de un niño se vuelven más avanzadas a esta edad, muchos preadolescentes piensan que pueden hacer todo por sí mismos.
Por lo tanto, no se sorprenda si su hijo dice: “¡Lo sé!” siempre que les recuerde que recojan sus calcetines o se laven las manos antes de la cena. También es común que los niños alrededor de los 11 años se vuelvan discutidores.
Su hijo puede comenzar a hacer preguntas como, “Dijiste que solo ibas a hablar con la abuela por unos minutos. Entonces, ¿por qué te quedaste al teléfono durante una hora? o, “Siempre dices que no es saludable comer comida chatarra. Entonces, ¿por qué tienes una bolsa de bombones de chocolate en tu escritorio? ”
Su preadolescente también puede buscar lagunas en sus reglas. Si dice: “No ver televisión después de la cena”, es posible que intenten retrasar la cena el mayor tiempo posible para poder ver la televisión por más tiempo. O, si les dice que dejen de ver televisión, es posible que digan: “No estoy viendo televisión. Estoy mirando mi tableta “.
Si bien este retroceso a menudo es frustrante para los padres y cuidadores, también es apropiado para el desarrollo.
Estrategias de disciplina que funcionan
Es importante asegurarse de que sus estrategias de disciplina coincidan con las necesidades de su hijo. Cuando su hijo rompa las reglas o se comporte mal, use enfoques que le enseñen a tomar mejores decisiones en el futuro. Utilice métodos efectivos como los siguientes.
Crear un contrato de comportamiento
Un contrato de comportamiento describe lo que su hijo debe hacer para ganar y mantener privilegios adicionales. Si quieren un teléfono inteligente, explíqueles cómo pueden mostrarle cuándo están listos para esa responsabilidad. Escriba los comportamientos que necesitaría ver de ellos, como hacer sus tareas a tiempo y guardar sus otros dispositivos electrónicos sin discutir.
Quitar privilegios
Cuando su hijo se porta mal, elimine un privilegio significativo. Quítese los dispositivos electrónicos durante 24 horas o no les permita ir a la casa de un amigo durante el fin de semana. Eliminar esos privilegios mantiene su autoridad y envía un mensaje de que los privilegios deben ganarse.
Recompensa el buen comportamiento
Un sistema de recompensa simple puede ser clave para ayudar a su hijo a mantenerse motivado. Dales una mesada para hacer sus quehaceres o permíteles invitar a un amigo al cine si entregan todas sus tareas a tiempo. O cree un sistema de economía de fichas que les ayude a practicar nuevos comportamientos.
Proporcionar enseñanza previa
Es probable que su hijo de 11 años comience a hacer más cosas por su cuenta. Antes de enviarlos a nuevas situaciones, hable sobre las reglas y sus expectativas. Dedique algún tiempo a revisar cómo podrían manejar los problemas específicos que pudieran surgir.
Participar en la resolución de problemas
En lugar de decirle a su hijo qué hacer, resuelva el problema con él. Señale un problema y pida su opinión diciendo: “Sigues olvidándote de traer tus zapatillas de baloncesto a la escuela. ¿Qué podemos hacer para que lo recuerdes? ” Si opinan sobre las posibles soluciones, probablemente estarán más motivados para mejorar su comportamiento.
Permitir las consecuencias naturales
Hágase a un lado y deje que su hijo cometa algunos errores. Permítales enfrentar las consecuencias naturales de su comportamiento. Entonces, en lugar de recordarles repetidamente que empacan su bocadillo para la escuela, déjeles que lo olviden algún día. Perderse un bocadillo y sentir hambre puede ayudarlos a recordar llevar un bocadillo la próxima vez.
Prevención de problemas futuros
Además de responder al comportamiento que no desea que su hijo repita, puede fomentar el buen comportamiento. Algunas estrategias simples pueden ser de gran ayuda para prevenir problemas de conducta antes de que comiencen.
Evite etiquetar a su hijo
Evite referirse a su hijo como “el atlético” o “mi pequeño artista”. Incluso las etiquetas que pretenden ser positivas pueden ser perjudiciales. A medida que los niños crecen y maduran, es probable que sus intereses y habilidades cambien. Las etiquetas pueden hacer que su hijo se sienta presionado a estar a la altura de las etiquetas que le puso cuando era más pequeño.
Explique sus expectativas con anticipación
Muchos problemas de conducta se pueden prevenir explicando sus expectativas por adelantado. Por lo tanto, antes de que su hijo vaya al cine con un amigo o antes de dejarlo en la piscina de la ciudad, explíquele sus reglas con anticipación. Deje en claro lo que quiere ver de ellos y lo que espera que hagan si encuentran algún problema.
Hable sobre las razones subyacentes de sus reglas
Asegúrese de que su hijo sepa por qué establece sus reglas. No querrás que piensen: “Tengo que irme a la cama temprano porque mi mamá es mala”. En cambio, enséñeles que necesitan dormir porque es bueno para su cerebro y su cuerpo. Cuando comprendan las razones detrás de sus reglas, será más probable que tomen buenas decisiones cuando usted no esté allí para hacerlas cumplir.
Supervise las actividades diarias de su hijo
Aunque es probable que su hijo preadolescente quiera mucha libertad, todavía no tendrá la capacidad de tomar decisiones para afrontar todos los desafíos de la vida. Es importante vigilar sus actividades. Sepa con quién pasan el tiempo, adónde van y qué hacen en línea.
Dele a su hijo un poco de libertad
Por otro lado, evite ser sobreprotector o un padre que corta el césped. Los niños necesitan un poco de libertad para cometer errores y resolver problemas de forma independiente. Darle opciones a su hijo ahora puede evitar mayores actos de rebelión en el futuro.
Enseñe habilidades para el manejo de la ira
Muchos problemas de conducta se derivan de problemas de manejo de la ira. Enséñele a su hijo de manera proactiva cómo lidiar con las frustraciones del día a día, como una llamada injusta en el partido de fútbol o un cambio de planes de último momento.
Deje en claro que los privilegios deben ganarse
Los privilegios para su hijo de 10 años pueden incluir cosas como ver televisión, jugar en una tableta y poder ir a la casa de un amigo. Solo permita que su hijo tenga esos privilegios cuando se comporte de manera responsable.
Modele el comportamiento adecuado
Una de las mejores formas de enseñarle el comportamiento apropiado a su hijo es modelar usted mismo el buen comportamiento. Al dar el mejor ejemplo posible, le demuestra a su hijo que, incluso en tiempos difíciles o cuando las emociones son intensas, es posible estar en desacuerdo con los demás y mostrar respeto. Cambiar su propio comportamiento puede ser difícil, pero es la mejor manera de modelar el comportamiento que desea ver en su hijo.
Mejore la comunicación con su preadolescente
Hablar con una preadolescente a veces puede parecer una batalla cuesta arriba. Ya sea que su hijo insista en que lo sabe todo o que parezca no tener nada que decir cuando le pregunta sobre su día, no se rinda.
Recuérdele a su hijo las reglas sin regañar
Esté preparado para conversar sobre las reglas del hogar y la importancia de hacerlas cumplir. También es imperativo abordar continuamente cuestiones como la amabilidad y el respeto.
Escuche la opinión de su hijo
Cuando demuestres que valoras lo que piensan, empezarán a valorar su propia opinión. Eso es importante porque desea que sean un pensador crítico que sepa que pueden tomar decisiones saludables.
Haga preguntas abiertas
Haga preguntas sobre los personajes de las películas, lo que hacen sus amigos y cómo se sienten acerca de los acontecimientos actuales. Pregúnteles cómo llegaron a sus decisiones y por qué piensan de esa manera. Pronto comenzarán a desarrollar algunos de sus propios valores y creencias, y muchos de ellos pueden ser diferentes a los suyos. Así que ahora es un buen momento para ayudarlos a comprender por qué piensan de la manera en que lo hacen, no simplemente porque eso es lo que alguien les dijo que pensaran.
Hable sobre cómo ganar más libertad
Explíquele que las reglas se basan en la capacidad de su hijo para mostrarle que puede manejar más responsabilidades. Por lo tanto, si hacen sus deberes y hacen sus quehaceres domésticos sin un recordatorio, es posible que pueda confiar en que serán más independientes.
Déle a su hijo alguna opinión sobre las reglas
Pregúntele a su hijo qué piensa de las reglas. Hacerlo les da la oportunidad de practicar cómo expresar sus pensamientos e ideas de una manera socialmente apropiada. Solo deja en claro que la decisión final depende de ti y no cederás a las quejas, las quejas o el comportamiento irrespetuoso.
A medida que su hijo ingresa a la adolescencia, los nuevos comportamientos y etapas de desarrollo requerirán nuevas estrategias de disciplina. La disciplina efectiva equilibra la necesidad del niño de una mayor independencia con reglas y límites razonables y apropiados para su edad para mantenerlo sano y seguro.
La crianza de los adolescentes conlleva algunos altibajos. Pero con una comunicación abierta y la voluntad de aprender y crecer, los padres y los preadolescentes pueden realmente disfrutar de esta emocionante etapa del desarrollo del niño.