¿Qué es la morfea?
La morfea es una afección poco común que causa manchas indoloras y descoloridas en la piel.
Por lo general, los cambios en la piel aparecen en el abdomen, el pecho o la espalda. Pero también pueden aparecer en su cara, brazos y piernas. Con el tiempo, los parches pueden volverse firmes, secos y suaves. La morfea tiende a afectar solo las capas externas de la piel. Pero algunas formas de esta afección también afectan los tejidos más profundos y pueden restringir el movimiento en las articulaciones.
La morfea generalmente mejora por sí sola con el tiempo, aunque las recurrencias son comunes. Mientras tanto, hay medicamentos y terapias disponibles para ayudar a tratar la decoloración de la piel y otros efectos.
Los síntomas de la morfea
Los síntomas de la morfea varían según el tipo y la etapa de la afección. Los síntomas de la morfea incluyen:
- Manchas de piel ovaladas rojizas o violáceas, a menudo en el vientre, el pecho o la espalda
- Parches que desarrollan gradualmente un centro más claro o blanquecino
- Parches lineales, especialmente en los brazos o piernas y posiblemente en la frente o el cuero cabelludo
- Un cambio gradual en la piel afectada, que se vuelve firme, espesa, seca y brillante.
La morfea afecta la piel y el tejido subyacente y, a veces, afecta los huesos. Esta condición generalmente dura varios años y luego mejora o, en ocasiones, desaparece por sí sola. La morfea puede dejar cicatrices o áreas de piel oscurecida o decolorada. La morfea puede reaparecer.
¿Cuándo necesitas ver a un médico?
Consulte a su médico si nota parches rojizos de endurecimiento o engrosamiento de la piel. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a retrasar el desarrollo de nuevos parches y permitir que su médico identifique y trate las complicaciones antes de que empeoren.
¿Qué causa la morfea?
Se desconoce la causa de la morfea. La morfea puede ser causada por una reacción inusual de su sistema inmunológico. En personas con mayor riesgo de morfea, podría desencadenarse por una lesión en el área afectada, medicamentos, toxinas químicas, una infección o radioterapia.
Esta condición no es contagiosa.
Factores de riesgo
Ciertos factores pueden afectar su riesgo de desarrollar morfea. Estos factores incluyen:
- Ser mujer blanca. La morfea es más común en las hembras blancas.
- Edad. Esta condición puede afectar a personas de cualquier edad. La morfea suele aparecer entre los 2 y los 14 años o alrededor de los 40 años.
- Antecedentes familiares de morfea. Esta condición puede ser hereditaria. Las personas con morfea tienen más probabilidades de tener antecedentes familiares de morfea y otras enfermedades autoinmunes.
Complicaciones de la morfea
La morfea puede causar una serie de complicaciones, que incluyen:
- Problemas de autoestima. La morfea puede tener un efecto negativo en la autoestima y la imagen corporal, especialmente si aparecen parches de piel descoloridos en los brazos, las piernas o la cara.
- Problemas de movimiento. La morfea que afecta los brazos o las piernas puede afectar la movilidad articular.
- Áreas extendidas de piel endurecida y descolorida. Puede parecer que numerosos parches nuevos de piel endurecida y descolorida se unen, una afección conocida como morfea generalizada.
- Pérdida de cabello y glándulas sudoríparas. Con el tiempo, puede perder cabello y glándulas sudoríparas en el área afectada.
- Daño ocular. Los niños con morfea de cabeza y cuello pueden experimentar daños oculares imperceptibles pero permanentes.
Diagnóstico de morfea
Su médico puede diagnosticar la morfea examinando la piel afectada y preguntando acerca de sus síntomas. Su médico también puede tomar una pequeña muestra de su piel (biopsia de piel) para examinarla en un laboratorio. Este examen puede revelar cambios en su piel, como el engrosamiento de una proteína (colágeno) en la segunda capa de piel (dermis). El colágeno forma los tejidos conectivos, incluida la piel. Ayuda a que su piel sea elástica y resistente.
Es importante distinguir la morfea de la esclerodermia sistémica y otras afecciones. Por lo tanto, su médico puede pedirle que se someta a un análisis de sangre o derivarlo a un especialista en trastornos de la piel (dermatólogo) o enfermedades de las articulaciones, huesos y músculos (reumatólogo).
Si su hijo tiene morfea en la cabeza y el cuello, llévelo a exámenes oculares completos regulares, ya que la morfea puede causar daños oculares imperceptibles pero irreversibles.
Es posible que se someta a una ecografía y una resonancia magnética para controlar la progresión de la enfermedad y su respuesta al tratamiento.
Tratamiento de la morfea
La morfea suele durar varios años y luego desaparece sin tratamiento. La morfea puede dejar cicatrices o áreas de piel oscurecida o decolorada. Hasta que su afección desaparezca, puede seguir un tratamiento que ayude a controlar sus síntomas.
Las opciones de tratamiento varían según el alcance de su afección y cómo está afectando su vida. Las opciones de tratamiento para la morfea incluyen:
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Cremas medicinales. Su médico puede recetarle una crema de vitamina D, como calcipotrieno, para ayudar a suavizar los parches de la piel. La piel generalmente comienza a mejorar durante los primeros meses de tratamiento. Los posibles efectos secundarios incluyen ardor, escozor y sarpullido.
O su médico puede recetarle una crema con corticosteroides para reducir la inflamación. Cuando se usan durante mucho tiempo, estas cremas pueden adelgazar la piel.
- Terapia de luz. Para la morfea grave o generalizada, el tratamiento puede incluir el uso de luz ultravioleta (fototerapia).
- Medicamentos orales. Para la morfea grave o generalizada, su médico puede recetarle un medicamento inmunosupresor, como metotrexato oral (Trexall), pastillas de corticosteroides o ambos. O su médico puede sugerir hidroxicloroquina (Plaquenil) o micofenolato de mofetilo. Cada uno de estos medicamentos tiene efectos secundarios potenciales. Hable con su médico sobre los riesgos y beneficios de un medicamento antes de usarlo.
- Terapia física. Si la morfea afecta sus articulaciones, la fisioterapia puede preservar su rango de movimiento.
Estilo de vida y remedios caseros
Debido a que la morfea seca la piel afectada, los humectantes pueden ayudar a suavizar y mejorar la sensación de la piel. Es una buena idea evitar las duchas o baños calientes prolongados, ya que pueden resecar la piel.
Afrontamiento y apoyo
Debido a que la morfea afecta su apariencia, puede ser una condición especialmente difícil para vivir. También puede preocuparle que empeore antes de que desaparezca.
Si desea asesoramiento o apoyo, pídale a su médico que lo derive a un profesional de salud mental o información sobre grupos de apoyo en su área o en línea.
Prepararse para una cita con un médico
Es posible que lo deriven a un médico que se especialice en trastornos de la piel (dermatólogo) o un especialista en enfermedades de las articulaciones, huesos y músculos (reumatólogo).
Aquí hay información que lo ayudará a prepararse para su cita con el médico.
Lo que puedes hacer
Antes de su cita, haga una lista de:
- Los síntomas que ha tenido y durante cuánto tiempo
- Todos los medicamentos, vitaminas y suplementos que toma, incluidas las dosis.
- Preguntas para hacerle a su médico
Para la morfea, algunas preguntas básicas para hacerle a su médico incluyen:
- ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
- ¿Existen otras causas posibles?
- ¿Necesito alguna prueba?
- ¿Cuánto durarán estos cambios en la piel?
- Si la decoloración y el endurecimiento de la piel desaparecen, ¿volverá alguna vez?
- ¿Qué tratamientos hay disponibles y cuáles me recomienda?
- ¿Qué efectos secundarios puedo esperar del tratamiento?
- Tengo otras condiciones de salud. ¿Cómo puedo gestionarlos mejor juntos?
- ¿Qué puedo hacer para mejorar mi apariencia?
Qué puede preguntarle su médico
Su médico puede hacerle estas preguntas:
- ¿Cuándo notó por primera vez cambios en su piel?
- ¿Ha ocurrido esta condición antes?
- ¿Los cambios van y vienen o son constantes?
- ¿Qué medidas ha tomado para tratar usted mismo esta afección?
- ¿Ha ayudado alguna de esas medidas?
- ¿Alguna vez ha sido tratado por un médico por esta condición?
- Si es así, ¿cuáles fueron los tratamientos? ¿Ayudaron?
- ¿Ha tenido alguna dificultad para masticar o tragar alimentos?
- ¿Ha experimentado una sensibilidad extrema al frío en los dedos de las manos o de los pies?
- ¿Ha notado otros cambios en su salud general?
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