Aunque todos los niños pueden tener una voluntad fuerte a veces, algunos niños exhiben ciertas características de manera constante. También conocidos como “niños enérgicos”, el temperamento de estos niños suele ser evidente desde una edad muy temprana.
Tener voluntad fuerte no es lo mismo que ser un “niño malo”. Los niños de voluntad fuerte simplemente están decididos a hacer las cosas de acuerdo con sus propios términos. Si bien su absoluta terquedad puede ser admirable a veces, también puede ser francamente frustrante para padres y maestros.
Es difícil convencer a un niño de voluntad fuerte de que haga algo que no quiera hacer. Si su hijo exhibe estos comportamientos, la clave es encontrar formas de ayudarlo a canalizar su energía hacia algo positivo, en lugar de aplastar su espíritu.
Arrebatos intensos y de ira
Si bien todos los niños tienen rabietas, algunos muestran una ira intensa que no desaparece durante mucho tiempo. Tienen poca tolerancia a la frustración y luchan por expresar su enojo de una manera socialmente apropiada. Y a veces, es posible que no tenga idea de qué los desencadenó en primer lugar.
Qué hacer: Reconozca los sentimientos de su hijo
Los arrebatos de ira son a menudo un intento de asegurar que otras personas comprendan el alcance de la angustia del niño. Valide los sentimientos de su hijo diciendo: “Entiendo que esté molesto porque no podemos ir a la casa de la abuela en este momento”.
Incluso si cree que el comportamiento de su hijo es demasiado dramático para la situación, no minimice sus sentimientos diciendo: “No es gran cosa”. Cuando los niños se sienten escuchados y comprendidos, se sienten menos obligados a demostrarle lo mal que se sienten.
Exigencias para saber por qué
Escuchar “Porque yo lo dije” es frustrante para muchos niños. Quieren saber por qué no pueden jugar bajo la lluvia o por qué es una mala idea saltar en el sofá. Si bien es posible que sienta la tentación de decir “No sé” o “Solo porque sí”, ese tipo de respuestas no satisfará a su hijo. Deberá compartir por qué es un problema de seguridad, moral, social o legal si quiere que su hijo deje de discutir.
Qué hacer: proporcione una breve explicación
Si bien una discusión prolongada no es útil, una descripción de la razón subyacente por la que ha establecido un cierto límite puede ser útil. Por ejemplo, decir: “No podemos ir al parque hoy porque está nevando y el equipo del patio de recreo no será seguro”, ayudará a su hijo a comprender que sus reglas no son simplemente un intento de negarle algo a su hijo, sino que hay una razón válida detrás de ellos.
Discutir obstinado
Los niños con un temperamento de voluntad fuerte no se rinden cuando no están de acuerdo. Les encanta participar en luchas de poder y su obstinada persistencia a menudo cansa a la gente.
Son grandes debatientes que son buenos para encontrar lagunas y excepciones. Así que no se sorprenda cuando su hijo recuerde que una vez le dejaste comer helado en el desayuno o justificaste mentir porque no querías pagar la tarifa de adulto por una entrada al cine a pesar de que era demasiado mayor para la entrada de un niño. .
Qué hacer: dar una advertencia y una consecuencia
A veces, los padres evitan darles consecuencias a sus hijos porque no quieren lidiar con las secuelas. Pero los niños necesitan desarrollar una comprensión de cuándo su comportamiento cruza la línea.
Ofrezca una advertencia única como, “Si no deja de discutir en este momento, no podrá ver televisión durante el resto del día”. Si no se detienen, siga adelante con una consecuencia. Las consecuencias negativas, como la eliminación de privilegios o tiempo fuera, pueden aumentar la motivación de su hijo para seguir las reglas en el futuro.
Carácter mandón
Los niños de voluntad fuerte tienen una visión en su mente sobre cómo deberían ser las cosas y, a menudo, orquestan formas de convertir esa idea en realidad. No tienen ningún problema en decirles a sus compañeros dónde pararse o cómo comportarse y tampoco son tímidos para decirles a los adultos lo que deben hacer.
Qué hacer: Llame para una repetición
Cuando su hijo diga cosas como “Dame ese juguete” o “Párate ahí”, haz que practique expresando sus necesidades de una manera más apropiada y educada. Diga: “No es así como pedimos algo. Vuelve a intentarlo de una manera más amable”. Tenga conversaciones sobre la importancia de ser respetuoso y discuta cómo es probable que otros niños se sientan con respecto a ellos cuando son mandones.
Si bien es probable que encuentre muchos desafíos en el camino, criar a un niño de voluntad fuerte también puede ser una aventura emocionante.
Negarse a cumplir
No desperdicie su energía tratando de convencer a un niño de voluntad fuerte para que haga algo que no quiere hacer. No es probable que regañar, rogar y racionalizar lo lleve a ninguna parte. Los niños de voluntad fuerte se clavarán en sus talones y se negarán a ceder.
Qué hacer: Ofrezca dos opciones
Es más probable que los niños obedezcan cuando sienten que tienen algunas opciones al respecto. Entonces, en lugar de decir “Limpia tu habitación ahora”, pregunta “¿Quieres limpiar tu habitación ahora o en 10 minutos?” Dar una opción puede ayudar a su hijo a sentirse más empoderado y reducir su necesidad de controlarlo todo. Solo asegúrate de poder vivir con cualquiera de las respuestas.
Impaciencia
Muchos niños quieren hacer todo de acuerdo con sus horarios. Odian hacer cola en la tienda de comestibles, no les gusta esperar su turno cuando juegan un juego y no les interesa sentarse en la sala de espera del consultorio del médico. No quieren perder ni un segundo esperando a otra persona.
Qué hacer: Fomentar la resolución de problemas
Esperar es parte de la vida y es importante que su hijo aprenda a sobrellevarlo. Planifique con anticipación y ayúdelos a ver que tienen opciones haciéndoles preguntas como, “¿Qué quieres traer contigo para hacer mientras esperamos en la sala de espera hoy?” Ya sea que decidan colorear o jugar con su juguete favorito, deje en claro que tienen opciones sobre cómo manejar la situación.
Haciendo sus propias reglas
Los niños de voluntad fuerte no están interesados en escuchar su opinión sobre cuándo es la hora de acostarse. En cambio, es probable que insistan en que se irán a dormir cuando estén cansados. Prefieren hacer sus propias políticas y establecer sus propias pautas en lugar de seguir las reglas de una figura de autoridad.
Qué hacer: Evite hacer demasiadas reglas
Demasiadas reglas abrumarán a los niños y reducirán su motivación para cumplir. Concéntrese solo en las reglas más importantes. Evite las luchas de poder por problemas menores y permita que su hijo enfrente las consecuencias naturales siempre que sea posible.
Por ejemplo, si su hijo de 10 años insiste en que no quiere llevar una chaqueta a la tienda, evite pelear por ella. Si tienen frío, pueden optar por usar una chaqueta en el futuro.
Derecho
A muchos niños les cuesta entender la diferencia entre una “necesidad” y un “deseo”. Ya sea que quieran jugar al aire libre bajo la lluvia o comer un hot dog para el desayuno, dirán que deben hacerlo. También están muy preocupados por la justicia. Incluso cuando las cosas van como ellos quieren, a menudo insistirán en que no reciben su parte justa.
Qué hacer: use las recompensas más que las consecuencias
Utilice un sistema de recompensas, como un sistema de economía de fichas, para recompensar el buen comportamiento. Solo asegúrese de que los parámetros para obtener recompensas sean muy claros con anticipación.
Un sistema de recompensas deja la elección a su hijo. Diga: “Limpia tu habitación y gana tiempo para ver televisión. Si decides no limpiar tu habitación y no puedes usar tus aparatos electrónicos”. Un sistema de economía de fichas le dará a su hijo la oportunidad de ganar privilegios sin sentirse castigado.
Audiencia selectiva
Dígales a algunos niños que “tengan cuidado” o que “usen sus pies para caminar”, y si no están interesados, simplemente lo ignorarán. Los niños de voluntad fuerte son buenos para usar la audición selectiva y fácilmente se desconectan de cualquier cosa que no se adapte a sus necesidades.
Qué hacer: Cíñete a tu palabra
Si le dice a su hijo que haga algo y lo ignora, intervenga y aborde la situación para que sepan que usted dice lo que quiere decir y lo que dice en serio. Si dice que le quitará un privilegio, es esencial que cumpla con ese límite. Entonces, su hijo aprenderá que no está haciendo amenazas vacías.
Moviéndose a su propio ritmo
Los niños con un fuerte a menudo comerán rápido, hablarán rápido y caminarán rápido cuando lo deseen. Pero se mueven a paso de tortuga cuando hacen algo que no les interesa.
Qué hacer: aclarar las expectativas
¿Su hijo dice con frecuencia: “¡Pero no me dijiste eso!”? Ya sea que se dirija a la biblioteca o a la casa de un vecino para una visita, establezca sus expectativas con anticipación. Sea específico sobre lo que constituye un comportamiento aceptable y discuta las consecuencias de romper las reglas con anticipación.
Diga: “Espero que esté listo en 10 minutos”. Explíqueles lo que sucederá si no están listos y luego asegúrese de seguir adelante con las consecuencias si es necesario.
Si bien es un desafío ahora, la actitud de su hijo podría ser una ventaja en algunos momentos de la vida. Un estudio de investigación de 40 años descubrió que los niños que infringen las reglas se convierten en adultos con los ingresos más altos. Si bien el dinero no lo es todo, saber que su hijo de voluntad fuerte puede usar su poder para el bien puede brindarle algo de consuelo. Los niños de voluntad fuerte pueden ser grandes líderes que no tienen miedo de hacer frente a las cosas en las que creen.