El manejo de la conducta ayuda a reducir los problemas de conducta de su hijo
Si el comportamiento de su hijo es un problema en casa o en la escuela, no está solo. Un maestro o consejero puede ayudar con los problemas de comportamiento específicos de su hijo. Algunos estudiantes con discapacidades de aprendizaje o trastorno por déficit de atención / hiperactividad (TDAH) necesitan un plan de modificación de conducta en sus programas de educación individualizada (IEP), pero muchas conductas se pueden minimizar controlando su respuesta a ellas. Con estos consejos, puede reducir los problemas de comportamiento mediante la redirección. El objetivo de la redirección es enseñarle a su hijo a controlar y corregir su propio comportamiento.
Asegúrese de que su hijo comprenda por qué su comportamiento es un problema
![Madre e hija hablando juntas](https://www.verywellfamily.com/thmb/GJw9af1NgUqsZYHSc5NBL4fFWBI=/3864x2579/filters:no_upscale():max_bytes(150000):strip_icc()/76151712-56a59d643df78cf772891592.jpg)
Si bien puede parecer que su hijo debería “saberlo mejor”, hablar sobre el comportamiento es un primer paso importante en el manejo del comportamiento. Algunos niños no piensan en su comportamiento ni anticipan las consecuencias cuando tienen problemas de control de impulsos y dificultades para captar las expectativas sociales. Describe la conducta problemática en un tono firme pero sin confrontación. Algunos niños responden mejor a un recordatorio susurrado que a una voz fuerte. Explique el comportamiento en términos específicos que su hijo entenderá y diga por qué es un problema.
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Diga: Lanzar la pelota de béisbol en la casa puede lastimar a alguien.
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No digas: Deja de hacer las cosas más duras.
Explique por qué el comportamiento es un problema y qué se hará al respecto
Indique claramente los problemas causados por el comportamiento de su hijo. Es posible que se esté poniendo en su último nervio, pero evite criticarlo de manera personal.
Tenga en cuenta que es posible que deba repetir esta estrategia con el tiempo hasta que su hijo detenga el comportamiento problemático.
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Diga: Su ropa está sucia porque estaba debajo de la cama y no en el cesto de la ropa sucia. Te mostraré cómo lavarlos.
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No digas: si eres demasiado vago para poner tu ropa en la canasta, no la voy a lavar.
Modele el comportamiento apropiado para su hijo
Antes de responder al comportamiento de su hijo, puede ser útil respirar profundamente tres veces para relajarse y pensar cuál sería la mejor respuesta. Con calma pero con firmeza, explique el comportamiento que desea que realice su hijo. Utilice un lenguaje específico para describir lo que debe o no debe hacer. Esfuércese por mantener un tono firme pero sin emociones, libre de sarcasmo.
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Diga: Por favor, use una voz tranquila dentro del restaurante.
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No digas: Actúa bien.
Demuestre con sus acciones y actitudes que cree en su hijo
Fomente y refuerce los comportamientos positivos de su hijo siempre que sea posible.
Aunque puede sentirse frustrado por el comportamiento de su hijo, háblele de manera positiva y hágale saber que tiene confianza en él.
Reconozca que el cambio de comportamiento puede llevar tiempo
Elogie de manera honesta y específica cualquier progreso que haga su hijo hacia el cumplimiento de las metas de comportamiento, incluso si no lo logra en su totalidad.
Planifique con anticipación opciones seguras y apropiadas cuando el comportamiento sea un problema
Sepa qué situaciones le causan problemas a su hijo y prepare alternativas seguras para él. Los niños pequeños pueden disfrutar de los juegos de roles con anticipación para aprender las reglas y expectativas del entorno en el que se encontrará.
Ensaye con ellos lo que pueden hacer si se enojan o necesitan liberar algo de energía.
Las técnicas de respiración, dar un paseo rápido con uno de los padres, jugar juegos de palabras, practicar operaciones matemáticas y juegos de adivinanzas suelen ser útiles para los niños de todas las edades.