Causas y tratamiento de la anemia posoperatoria
La anemia es un término general para una cantidad anormalmente baja de glóbulos rojos (GR) que circulan por el cuerpo. La anemia posoperatoria es uno de los riesgos conocidos de la cirugía. Un análisis de sangre completo (CBC) es una prueba que se realiza antes y después de la cirugía para verificar los niveles de diferentes tipos de células en la sangre, incluido el recuento de glóbulos rojos.
Un CBC puede decirle al equipo quirúrgico si la pérdida de sangre durante la cirugía fue lo suficientemente significativa como para justificar una transfusión. A menudo, el cirujano tiene una buena idea de cuánta sangre se perdió durante la cirugía, pero evaluará el grado de anemia posoperatoria con análisis de sangre.
Síntomas
Los signos y síntomas de la anemia pueden variar de leves a graves. La anemia posoperatoria no es tan infrecuente, que afecta a alrededor del 90% de las personas después de la cirugía, aunque el problema tiende a ser transitorio y no requiere transfusión.
Si se desarrolla anemia posoperatoria, los síntomas pueden incluir:
- Fatiga
- Debilidad
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Dificultad para respirar
- Dolores de cabeza
- Mareo
- Dolor en el pecho
- Piel pálida
Si hay anemia antes de la cirugía, es importante determinar la causa y corregir el problema, especialmente si la anemia es grave.
La anemia preoperatoria se asocia con un mayor riesgo de infección posoperatoria, insuficiencia respiratoria, accidente cerebrovascular, ataque cardíaco e insuficiencia renal, particularmente en adultos mayores, según una revisión de 2013 en el Journal of the Royal Society of Medicine.
Causas
La anemia se define en términos generales como un número de glóbulos rojos o hemoglobina (la molécula que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos) por debajo de lo normal.
La anemia se desarrolla cuando una persona produce muy pocos glóbulos rojos y / o pierde una cantidad anormalmente alta de glóbulos rojos a través de una hemorragia. El sangrado es común durante y después de la cirugía y puede variar en severidad de leve a potencialmente mortal.
La cirugía mínimamente invasiva que involucra incisiones más pequeñas causa menos pérdida de sangre que la cirugía abierta. A las personas con trastornos hemorrágicos como la hemofilia se les suele recomendar que se sometan a una laparoscopia (“cirugía del ojo de la cerradura”) en lugar de una cirugía abierta, si es posible.Hoy en día, se puede realizar un número cada vez mayor de cirugías por vía laparoscópica, lo que reduce el riesgo de complicaciones y los tiempos de recuperación.
La cirugía de trauma se asocia con una cantidad significativa de sangrado. Algunas lesiones, como una fractura compuesta de un hueso importante, están asociadas con una pérdida de sangre significativa.
Diagnóstico
Un CBC, que incluye una prueba de hemoglobina, es la prueba principal que se usa para evaluar la anemia antes y después de la cirugía. Cada prueba tiene un rango de valores de referencia, incluido un valor superior e inferior, entre los cuales el recuento se considera “normal”. Los valores de glóbulos rojos y hemoglobina por debajo del rango de referencia son indicativos de anemia.
Prueba | Grupo | Rango de referencia normal |
---|---|---|
RBC | Hombres | 4,7 a 6,1 millones de células por microlitro (mcL) |
Mujer | 4,2 a 5,4 millones de mcL | |
Niños | 4.0 a 5.5 millones de mcL | |
Hemoglobina | Hombres | 14 a 18 gramos por decilitro (g / dL) |
Mujer | 12 a 16 g / dL | |
Niños | 11 a 13 g / dL |
Debido a que la anemia posoperatoria tiende a ser transitoria en individuos sanos, no está indicada una transfusión hasta que la hemoglobina esté por debajo de 7 g / dL, o por debajo de 8 mg / dL en personas con afecciones cardíacas.
Tratamiento
La anemia se trata según la causa subyacente. Si una persona tiene anemia por deficiencia de hierro, por ejemplo, un suplemento de hierro suele ser la mejor opción. Para alguien con una pérdida de sangre significativa debido a una cirugía o un traumatismo, una transfusión de sangre es el medio de tratamiento más directo y eficaz.
Los riesgos asociados con las transfusiones de sangre son bajos. En raras ocasiones, puede producirse una reacción alérgica. Debido al examen de rutina del suministro de sangre en los Estados Unidos, el riesgo de infecciones (como la hepatitis viral y el VIH) es extremadamente bajo.
Según la Cruz Roja Estadounidense, el riesgo de contraer el VIH, la hepatitis C y la hepatitis B por una transfusión de sangre es de uno por cada 2,3 millones, 2,6 millones y 1,5 millones de donaciones, respectivamente.
Una deficiencia en los componentes básicos de la sangre, como el hierro, la vitamina B12 o el ácido fólico, puede dificultar la reconstrucción del suministro de sangre después de la cirugía. Su proveedor de atención médica controlará de forma rutinaria sus análisis de sangre para asegurarse de que pueda recuperarse mejor de un trauma o cirugía.
Para quienes experimentan anemia leve después de la cirugía, el tratamiento de elección es el tiempo. Durante las semanas posteriores a la cirugía, el cuerpo reconstruirá el suministro de sangre. La fatiga y los niveles bajos de energía continuarán mejorando y, por lo general, volverá a sus niveles normales en una semana o dos, según la cirugía y los cuidados posoperatorios.
En caso de que sea necesaria una transfusión de sangre, algunas personas se preparan haciendo una donación de sangre autóloga, en la que se extrae la propia sangre del paciente antes de la cirugía y se usa después de la cirugía si es necesario. Elimina cualquier riesgo de transmisión de enfermedades.