La amigdalitis purulenta, también conocida como faringitis estreptocócica o faringitis estreptocócica, es una infección bacteriana común que afecta la garganta y las amígdalas. Esta afección se caracteriza por inflamación, hinchazón y formación de pus en las amígdalas, lo que provoca dolor intenso y molestias al tragar.
Uno de los síntomas más comunes de la amigdalitis purulenta es la fiebre, que es el resultado de que el sistema inmunitario del cuerpo combate la infección bacteriana. Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Microbiology, alrededor del 10 % al 15 % de los pacientes con amigdalitis purulenta experimentan fiebre recurrente, incluso después de recibir el tratamiento antibiótico adecuado.
La fiebre repetida en la amigdalitis purulenta puede ser un signo de una infección más grave, como un absceso amigdalino o fiebre reumática. El absceso amigdalino es una afección en la que se forma una bolsa de pus en las amígdalas, lo que provoca dolor intenso y dificultad para tragar, mientras que la fiebre reumática es una complicación rara de la faringitis estreptocócica no tratada que puede causar inflamación en varias partes del cuerpo, incluido el corazón.
Por lo tanto, debe buscar atención médica si experimenta fiebre repetida o cualquier otro síntoma de amigdalitis purulenta. Su médico puede realizar una prueba de frotis de garganta para confirmar el diagnóstico y recetar antibióticos apropiados para tratar la infección.
Tratamiento de amigdalitis purulenta repetida con fiebre.
Las opciones de tratamiento para la amigdalitis purulenta, incluida su recurrencia, dependen de la gravedad de la infección y la causa subyacente. Estas son algunas de las opciones de tratamiento que se pueden recomendar:
- Antibióticos: los antibióticos son el tratamiento principal para la amigdalitis purulenta causada por una infección bacteriana, como Streptococcus pyogenes. Los antibióticos comúnmente recetados incluyen penicilina, amoxicilina y cefalosporinas. Estos medicamentos ayudan a matar las bacterias que causan la infección y reducen el riesgo de complicaciones. Según una revisión Cochrane de ensayos controlados aleatorios, el tratamiento con antibióticos reduce la duración de los síntomas, el riesgo de complicaciones y la probabilidad de transmisión de la infección a otras personas.
- Extirpación quirúrgica de las amígdalas: la cirugía para extirpar las amígdalas puede recomendarse para pacientes con amigdalitis purulenta recurrente, especialmente si la amigdalitis causa dolor significativo, dificultad para tragar u otras complicaciones.
- Alivio del dolor: los analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden ayudar a reducir el dolor y la incomodidad asociados con la amigdalitis purulenta. También se pueden usar pastillas para la garganta o aerosoles para ayudar a adormecer la garganta y reducir el dolor.
- Remedios caseros: hacer gárgaras con agua salada, beber líquidos tibios y descansar lo suficiente también pueden ayudar a aliviar los síntomas de la amigdalitis purulenta. Estos remedios a menudo se usan en combinación con antibióticos u otros tratamientos.
- Terapias inmunomoduladoras: las terapias inmunomoduladoras, como la inmunoglobulina intravenosa, se pueden usar en pacientes con amigdalitis purulenta recurrente que tienen un trastorno de inmunodeficiencia subyacente.
- Cambios en el estilo de vida: se recomiendan ciertos cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar o evitar los irritantes que pueden irritar la garganta, para reducir el riesgo de recurrencia.
Es esencial seguir las instrucciones de su médico y completar el curso completo del tratamiento, incluso si sus síntomas mejoran, para garantizar que la infección se trate por completo y reducir el riesgo de recurrencia. Si experimenta amigdalitis purulenta recurrente, hable con su médico para determinar la causa subyacente y analizar las opciones de tratamiento más adecuadas para sus necesidades individuales.
¿La amigdalitis purulenta repetida con fiebre es un signo de cáncer de nasofaringe?
¿Las personas con amigdalitis repetida que contienen pus tienen algún riesgo de desarrollar cáncer de nasofaringe?
La amigdalitis purulenta repetida con fiebre no es un signo de cáncer nasofaríngeo. Sin embargo, la inflamación o infección crónica de las amígdalas puede provocar cambios en las células que recubren la garganta, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, incluido el cáncer de nasofaringe.
El cáncer de nasofaringe es un tipo raro de cáncer que se desarrolla en la nasofaringe, que es la parte superior de la garganta detrás de la nariz. Se desconoce la causa exacta del cáncer de nasofaringe, pero ciertos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, entre ellos:
- Infección por el virus de Epstein-Barr (EBV): El EBV es un virus común que puede causar mononucleosis infecciosa. Las personas que han tenido una infección por EBV tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de nasofaringe.
- Antecedentes familiares: las personas que tienen antecedentes familiares de cáncer de nasofaringe tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
- Exposición a ciertas sustancias químicas: Ciertas sustancias químicas, como el formaldehído y el polvo de madera, se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer de nasofaringe.
Si le preocupa el riesgo de cáncer de nasofaringe, hable con su médico. Su médico puede recomendar pruebas de diagnóstico por la imagen o una biopsia para evaluar el área y determinar si se necesita más investigación o no. Sin embargo, debe tener en cuenta que la amigdalitis purulenta repetida con fiebre no suele ser un signo de cáncer de nasofaringe, y el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer es relativamente bajo.
En conclusión, la amigdalitis purulenta con fiebre repetida es una infección bacteriana común que requiere atención médica inmediata. Los antibióticos son el pilar del tratamiento y han demostrado ser efectivos para reducir la duración de los síntomas y prevenir complicaciones. Debe seguir las instrucciones de su médico y completar el ciclo completo de antibióticos para garantizar la resolución completa de la infección.
Fuente de información:
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