Gane o pierda, aumente la autoestima de su hijo con comentarios de apoyo.
No hay presión, mamá y papá, pero el chat posterior al juego puede mejorar o deshacer la experiencia deportiva juvenil de sus hijos. Si se manejan bien estas charlas, la participación deportiva será más significativa para sus hijos. Y como beneficio adicional, también fortalecerán su relación con ellos.
Hay una diferencia entre la conversación inmediata (digamos, en el auto de regreso a casa) y la que ocurre unas horas más tarde o al día siguiente. En las secuelas iniciales de una competencia, es posible que su hijo solo necesite tiempo para descomprimirse y es posible que no quiera hablar sobre el evento en absoluto. Respete sus sentimientos y aprenda qué funciona mejor para ellos. Cada niño es diferente.
¿Por qué tener un chat posterior al juego?
Las horas posteriores a un juego te ofrecen una oportunidad única de crianza. Después del evento, su discusión debe realizar muchas tareas diferentes. Considere los beneficios y las diferentes formas en que puede lograr cada objetivo.
Beneficios de Pep Talk después del juego
- Desarrolle la confianza de sus hijos
- Reforzar la deportividad
- Muestre amor y apoyo incondicional
- Ayude a sus hijos a establecer expectativas para el futuro
- Aprenda sobre los problemas que enfrentan sus hijos
Confianza
Para aumentar la confianza y la autoestima de su hijo después de un juego, ofrezca elogios que sean específicos y sinceros, y que no estén vinculados al resultado final. Quieres notar su esfuerzo, no si el equipo ganó o perdió. Diga: “Me di cuenta de que realmente trataste de apuntar con los dedos de los pies como sugirió tu entrenador” o “Ese fue un buen pase para Taylor en el segundo período”. No digas: “¡Buen trabajo!” (Se siente falso y no merecido).
Deportividad
Ser un buen deportista significa ser amable en la victoria, pero también en la derrota. Por lo tanto, evite criticar a los oponentes u oficiales si su hijo pierde un juego o se desempeña mal. ¡Eso da un mal ejemplo! Si el equipo de su hijo ganó, evite jactarse con demasiada vehemencia. Diga: “Su equipo trabajó realmente bien hoy” o “El otro equipo hizo algunos tiros a puerta geniales”. No digas: “Ese árbitro fue terrible. ¡Tu equipo debería haber ganado!”
Apoyo
Su hijo necesita saber que no está enojado o avergonzado si pierde o se desempeña mal. También deben comprender que su amor no depende de sus éxitos en los deportes. Eso suena descabellado, pero sucede y rápidamente puede provocar ansiedad o agotamiento. Diga: “Estoy tan orgulloso de ti”, “Estoy tan impresionado con lo duro que trabajaste” o “Me encanta verte correr”. No digas: “Estoy decepcionado” o “¿Cómo es que no hiciste esa captura?”
Éxito futuro
Utilice el informe posterior al juego para animar a su hijo y orientar sus próximos esfuerzos. Pero no hagas un análisis jugada por jugada, especialmente inmediatamente después de un juego; guárdelo para el entrenador. Diga: “¡Parece que su práctica está dando sus frutos!” o “Sé que estás triste por haber perdido. ¿Hay algo que quieras que te ayude a practicar antes del próximo juego?” No digas: “¡No estás practicando lo suficiente!”
Diagnóstico de problemas
Si su hijo tiene dificultades en su deporte, a veces puede detectar un problema durante su charla. Proceda con precaución, ya que es probable que sus emociones estén intensas en este momento. Es posible que deba permitir un período de reflexión y luego hacer un seguimiento. Es posible que pueda sentir qué problemas están surgiendo con preguntas delicadas. Di: “¿Te divertiste?”, “¿Aprendiste algo nuevo?” O “¿Alguien dijo algo gracioso en el vestuario?” No digas: “¿Cómo es que ya no te gusta tu equipo?” o “¿El entrenador les gritó a todos, o solo a ti?”