Si su hijo practica deportes, tarde o temprano se enfrentará a una declaración de “¡Dejo de fumar!” Pero antes de decir que no, por temor a que su hijo sea marcado como un desertor de por vida, escúchelo y trate de comprender sus motivos.
Mejor aún, desarrolle un plan anti-dejar de fumar incluso antes de que su hijo se inscriba en un nuevo deporte. Discuta desde el principio qué tipo de compromiso está asumiendo su hijo: la necesidad de mantenerse durante toda la temporada, por ejemplo, o una cierta cantidad de semanas o meses si el deporte no tiene una temporada definida. Y, por supuesto, las lesiones pueden significar la necesidad de dejar de fumar, o al menos tomar un descanso para sanar.
Preguntas para hacer antes de dejar de fumar
Si no ha presentado previamente un plan, comience a hacer preguntas (con sensibilidad; su hijo responderá mejor si elige un momento y un lugar que le resulten cómodos). Tratar:
- ¿Alguien te está lastimando, física o emocionalmente? (En este caso, dejar de fumar rápidamente puede estar justificado si el acoso no se resuelve rápidamente).
- Parecía muy interesado cuando se registró por primera vez. ¿Qué ha cambiado?
- ¿Te ha decepcionado tu desempeño o el de tu equipo?
- ¿Cómo crees que se sentirían tu entrenador / compañeros de equipo si dejaras el equipo?
- ¿Hay algo más que prefiera hacer en su lugar?
- ¿Le gustaría jugar el mismo deporte, pero en un equipo diferente?
- ¿Te gustaría seguir aprendiendo este deporte, pero no ahora mismo?
- ¿Te gustaría probar un deporte similar?
Próximos pasos
Dependiendo de lo que haya aprendido de estas conversaciones con su atleta, considere si vale la pena presionar para cambiar de opinión. Charle con el entrenador o instructor, que podría tener algunas ideas útiles. Si parece que su hijo está en riesgo de agotamiento, un descanso podría ayudar a recargar las baterías de su hijo y volver renovado al deporte que alguna vez le encantó.
Si decide que su hijo debe seguir practicando el deporte, asegúrese de que sepa por qué y durante cuánto tiempo. Por ejemplo, podría explicar: “Hemos invertido en estas clases y en el equipo necesario, por lo que debe continuar hasta el final de esta sesión. Después de eso, puede probar algo diferente si lo desea”.
Si dejar de fumar de inmediato es realmente lo correcto, digamos que las calificaciones o la salud de su hijo están sufriendo, felicítelo por conocerse lo suficientemente bien como para tomar una decisión difícil y por acudir a usted en busca de ayuda.
Recuérdele que puede volver a intentarlo más tarde si lo desea, o buscar una alternativa. Podría disfrutar del mismo deporte en un equipo menos competitivo, por ejemplo, o una versión individual de una actividad en lugar de un equipo (o viceversa).
Dejar de fumar no tiene por qué ser tan negativo como suele parecer. Después de todo, queremos que nuestros hijos estén dispuestos a probar cosas nuevas. No harán eso si sienten que siempre están asumiendo un compromiso de por vida.
Cuantas más oportunidades tenga su hijo de probar nuevos deportes y actividades físicas, más posibilidades tendrá de encontrar un amor a largo plazo. Y eso es mucho más importante que ser tildado de “abandonador”.