El concepto de disfunción endotelial se ha vuelto importante en los últimos años para nuestra comprensión de muchas afecciones cardiovasculares, incluida la enfermedad de las arterias coronarias (EAC), la hipertensión, la angina microvascular (síndrome cardíaco x), la disfunción diastólica y otras.
Disfunción endotélica
La disfunción endotelial es una afección en la que la capa endotelial (el revestimiento interno) de las arterias pequeñas no realiza todas sus funciones importantes con normalidad. Como resultado, pueden suceder varias cosas malas a los tejidos irrigados por esas arterias.
Función de la capa endotelial
En las arteriolas del cuerpo (las pequeñas arterias que regulan con precisión el flujo de sangre a los tejidos), la capa endotelial (o endotelio) es el revestimiento interno de las células que tiene varias funciones críticas.
El endotelio mantiene la dilatación y constricción adecuadas de los vasos sanguíneos. Esta función determina momento a momento cuánta sangre reciben los diversos tejidos del cuerpo.
El “tono” endotelial (el equilibrio entre la dilatación y la constricción) también determina en gran medida la presión arterial de una persona y cuánto trabajo debe hacer el corazón para bombear sangre al cuerpo.
Además, el endotelio también protege los tejidos de diversas sustancias tóxicas, regula el mecanismo de coagulación de la sangre, controla el líquido, los electrolitos y muchas otras sustancias que pasan de un lado a otro entre la sangre y los tejidos, y regula la inflamación en los tejidos.
Lo que todo esto significa es que el funcionamiento adecuado del endotelio es fundamental para el funcionamiento normal de los tejidos y órganos del cuerpo.
Cuando la capa endotelial no realiza todas estas funciones de manera adecuada, en otras palabras, cuando hay disfunción endotelial, las condiciones favorecerán el desarrollo de aterosclerosis, hipertensión y otros tipos de enfermedades cardiovasculares.
Causas de disfunción endotelial
Debido a que el endotelio es tan importante para tantas funciones vitales, se están realizando muchas investigaciones para comprender todas las causas de la disfunción endotelial. En este punto, es evidente que la disfunción endotelial está relacionada con una reducción de los niveles de óxido nítrico (NO) en las paredes de los vasos sanguíneos.
El NO es un gas producido por el metabolismo del aminoácido L-arginina. El NO, que tiene una vida media muy corta, actúa localmente dentro de los vasos sanguíneos para ayudar a modular el tono vascular y otras funciones endoteliales importantes.
Una deficiencia en la producción de NO conduce a una constricción excesiva de los vasos sanguíneos (que puede producir hipertensión), contribuye a la activación de las plaquetas (que conduce a la coagulación de la sangre), aumenta la estimulación de la inflamación en las paredes de los vasos sanguíneos (que contribuye a la aterosclerosis) y aumenta la permeabilidad de las paredes de los vasos a las lipoproteínas dañinas y diversas toxinas.
En resumen, la disfunción endotelial se caracteriza por niveles reducidos de NO vascular, lo que, a su vez, conduce a varias anomalías en la función de los vasos sanguíneos. Estas anomalías funcionales tienden a promover enfermedades cardiovasculares.
Además, la disfunción endotelial puede causar directamente una constricción anormal de las arterias pequeñas y se cree que es un factor importante en la producción del síndrome cardíaco xy, potencialmente, disfunción diastólica.
Trastornos y hábitos asociados
Las vías precisas por las que una persona desarrolla una disfunción endotelial aún se están elaborando. Sin embargo, parece claro que numerosos trastornos médicos, hábitos y acontecimientos vitales inevitables pueden contribuir a ello, entre ellos:
- Hipertensión
- Diabetes
- Niveles elevados de colesterol LDL y triglicéridos
- De fumar
- Estilo de vida sedentario
- Estrés emocional: ahora se cree que la miocardiopatía por estrés, también conocida como “síndrome del corazón roto”, está asociada con una forma aguda y grave de disfunción endotelial.
- Infecciones
- Insuficiencia cardiaca
- Hipotiroidismo
- Osteoporosis
- Envejecimiento
- Quimioterapia y radioterapia.
- Influencias genéticas
Diagnóstico
Por lo general, no es necesario realizar un diagnóstico formal de disfunción endotelial. Se puede asumir con seguridad cierto grado de disfunción endotelial en cualquier persona que tenga CAD, hipertensión o factores de riesgo importantes de enfermedad cardíaca (especialmente los enumerados anteriormente). Por tanto, medir la función endotelial de un paciente no es algo que los médicos hagan habitualmente.
Pero si se sospecha disfunción endotelial en una persona sin razones claras para ello (como una persona que se cree que tiene síndrome cardíaco x), el diagnóstico se puede confirmar mediante pruebas que miden la capacidad de los vasos sanguíneos para dilatarse (durante el cateterismo o con ultrasonido). ) en respuesta a la administración de acetilcolina.
Tratos
La función endotelial se puede mejorar con las medidas de estilo de vida que comúnmente se instan a todos nosotros para reducir nuestro riesgo de enfermedad cardiovascular, incluida la pérdida de peso, el ejercicio, el abandono del hábito de fumar, el control de la hipertensión y el control de la diabetes.
Algunas de estas medidas de control de riesgos han sido bien documentadas para reducir la disfunción endotelial. Éstos incluyen:
- Drogas de estatinas
- Dieta mediterránea
- Otras medidas dietéticas que incluyen nueces, aceite de oliva, chocolate amargo, té verde, alimentos de origen vegetal.
- Ejercicio aerobico
- Pérdida de peso
Además, se están estudiando varios medicamentos específicamente para ver si pueden mejorar la disfunción endotelial de una manera clínicamente significativa. Algunos de los agentes que parecen prometedores incluyen nifedipina, estrógeno, ranolazina, aspirina, L-arginina y sildenafil.
En los últimos años, los investigadores médicos han identificado la disfunción endotelial como un importante contribuyente subyacente a muchos tipos de problemas cardiovasculares. Si bien se está llevando a cabo una investigación activa para descubrir formas de mejorar la función endotelial y, por lo tanto, reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, ya hay mucho que podemos hacer al respecto.
En particular, debemos asegurarnos de hacer mucho ejercicio, dejar de fumar y trabajar con nuestros médicos para controlar nuestra hipertensión o diabetes, si tenemos estas afecciones.