La manometría anorrectal es un procedimiento de diagnóstico que mide el tono muscular de los esfínteres y otros músculos del ano y el recto. Su proveedor de atención médica puede utilizar esta información para comprender y tratar mejor cualquier problema que pueda tener con sus evacuaciones intestinales.
Una prueba de expulsión de balón rectal puede acompañar al procedimiento de manometría anorrectal. Específicamente, estas pruebas evalúan:
- La coordinación de los músculos anales y rectales.
- La acción refleja de los músculos rectales y anales.
- Sensaciones dentro del recto.
- La fuerza y la debilidad de los músculos anales y rectales.
La manometría anorrectal se considera un procedimiento seguro y de bajo riesgo, pero existen algunas dudas sobre su utilidad clínica. Algunos argumentan que el diagnóstico de trastornos de la defecación se puede hacer basándose únicamente en el informe de síntomas. Se espera que el uso de nueva tecnología, como catéteres de alta resolución y alta definición, produzca mejoras en la validez y utilidad de los resultados de las pruebas, aunque la investigación aún no ha respaldado plenamente esta esperanza.
¿Para qué se utiliza la manometría anorrectal?
Es posible que le recomienden la manometría anorrectal si tiene uno de los siguientes problemas de salud:
- Constipación crónica
- Defecación disinérgica(una afección en la que existe un problema con la forma en que ciertos nervios y músculos funcionan en el piso pélvico)
- Incontinencia fecal (suciedad)
La tensión de los músculos del esfínter durante una evacuación intestinal puede contribuir al estreñimiento, mientras que la debilidad de los músculos del esfínter puede provocar incontinencia fecal.La manometría anorrectal puede indicar si estos músculos están funcionando como deberían.
Qué esperar durante el procedimiento
Antes del procedimiento, lo más probable es que no tenga que someterse a una preparación completa para la colonoscopia, pero lo más probable es que le pidan que se aplique un enema.
La prueba en sí no es dolorosa. Implica la inserción de una sonda pequeña y flexible en el recto mientras está acostado sobre una mesa.Si le van a realizar la prueba de expulsión del globo, se le insertará un pequeño globo en el recto y se lo llenará lentamente. Es posible que le pidan en varios momentos que se relaje o apriete los músculos rectales o que empuje hacia abajo como si tuviera una evacuación intestinal. La prueba suele tardar entre 15 y 45 minutos aproximadamente.