Siempre que tenga sangrado durante el embarazo, es motivo de preocupación. Si bien hay muchas razones por las que puede tener manchado o sangrado durante el embarazo, la mayoría son inofensivas. Una hemorragia subcoriónica puede ser preocupante o no, según el tamaño y la ubicación.
¿Qué es una hemorragia subcoriónica?
Una hemorragia subcoriónica, también llamada hematoma subcoriónico, es una hemorragia entre el saco amniótico y la pared uterina. Esto puede ocurrir porque la placenta se desconecta del sitio original de implantación, lo que resulta en sangrado de las membranas coriónicas, la capa externa del saco amniótico.
Mucha gente, al escuchar la palabra “hemorragia”, imagina charcos de sangre y los peores escenarios. Pero una hemorragia subcoriónica no suele ser tan drástica como parece.
La mayoría de las personas que experimentan este tipo de sangrado tienen embarazos a término y dan a luz un bebé sano.
Es más probable que tenga una hemorragia subcoriónica si está embarazada después de una fertilización in vitro (FIV) o una transferencia de embriones descongelados. También puede tener una mayor incidencia si está embarazada de un bebé que no es su primer bebé. La edad también puede ser un factor.
¿Qué tan común es la hemorragia subcoriónica?
La hemorragia subcoriónica ocurre en casi el 2% de todos los embarazos, pero es la causa de aproximadamente el 20% de todos los sangrados en el primer trimestre. Aproximadamente una cuarta parte de las personas embarazadas experimentan sangrado en el primer trimestre.
Una hemorragia subcoriónica puede causar un sangrado que es visible o es posible que solo lo vea durante una ecografía realizada durante el embarazo por una razón diferente. Puede variar en cantidad, desde manchado hasta sangrado abundante. La sangre puede ser de color rosa, rojo, rojo brillante o marrón. Si tiene manchado o sangrado, su proveedor de atención médica puede usar una ecografía para determinar la causa.
Resultados del embarazo
Cualquier sangrado durante el embarazo puede aumentar los riesgos de complicaciones. Las personas que tienen una hemorragia subcoriónica tienen un mayor riesgo de sufrir un aborto espontáneo y un parto prematuro. Sin embargo, el riesgo depende del tamaño, la ubicación, los síntomas y el momento del embarazo. Cuanto mayor sea el área de sangrado, mayor será la probabilidad de que tenga una complicación, aunque esto ciertamente no es cierto para todos los casos.
Muchas personas experimentan sangrado durante el embarazo y llegan a tener bebés sanos. Si está sangrando o manchando, comuníquese con su médico o partera, quienes probablemente le preguntará sobre la cantidad, el momento y el color de la sangre que está viendo. Es posible que le pidan que vaya al consultorio para que lo examinen o que su médico le recomiende descansar y esperar con atención.
Su médico o partera pueden ayudarla a comprender cuáles son sus factores de riesgo específicos, así como la probabilidad de que el sangrado cause problemas en su embarazo actual. La atención prenatal de rutina, ciertas pruebas prenatales y un buen seguimiento serán útiles.