La corioamnionitis es una infección bacteriana de las membranas que rodean al feto en el útero (el corion y el amnios) y el líquido amniótico (el líquido en el que flota el feto) durante el embarazo. Esta afección ocurre en aproximadamente el 2 por ciento de los nacimientos y, cuando no se detecta ni se trata, puede provocar complicaciones graves para la madre y el bebé.
Las consecuencias de la corioamnionitis son variadas. En el mejor de los casos, cuando la infección se detecta y se trata de manera oportuna, es posible que no haya complicaciones a largo plazo para usted o su bebé más allá del parto. Los médicos controlarán a su bebé en busca de signos de una infección resultante, pero según March of Dimes, afortunadamente, alrededor del 95 por ciento de los bebés infectados con estreptococo del grupo B, una de las cepas de bacterias que se encuentran en la corioamnionitis, se recuperan con la ayuda de antibióticos.Los bebés prematuros son más vulnerables a desarrollar complicaciones graves o morir debido a infecciones.
Causas y factores de riesgo
La corioamnionitis ocurre cuando las bacterias rompen las defensas normales del útero, generalmente ascendiendo desde la parte inferior de la vagina. Los culpables comunes incluyen estreptococos del grupo B y E. coli. Es más probable que desarrolle corioamnionitis si tiene un parto prolongado después de que sus membranas se han roto, también conocido como cuando se rompe la fuente.La corioamnionitis ocurre con mayor frecuencia en partos prematuros.
Síntomas
Si la infección ocurre durante el trabajo de parto o el parto, los signos de corioamnionitis pueden incluir:
- Fiebre
- Transpiración
- Frecuencia cardíaca fetal o materna elevada
- Dolor uterino
- Olor anormal de líquido amniótico
Si la infección ocurre durante el embarazo, es posible que no experimente ningún síntoma.
Diagnostico y tratamiento
Si un médico sospecha que tiene corioamnionitis antes de que comience el trabajo de parto, puede diagnosticar la infección mediante una amniocentesis y analizando el líquido amniótico en busca de signos de bacterias.Si se sospecha la afección durante el trabajo de parto, su médico puede hacer un diagnóstico y optar por un tratamiento basado en los síntomas clínicos.
La forma en que su médico trata su infección depende de sus circunstancias individuales. Por lo general, el tratamiento incluye antibióticos por vía intravenosa. Otros casos requieren el parto inmediato del bebé. Después del parto, es posible que tanto usted como su hijo deban seguir tomando antibióticos durante uno o dos días.
Si la afección es grave o no se trata, puede enfrentar posibles complicaciones como una infección abdominal o pélvica, sepsis (una infección de la sangre), endometritis (una infección en el revestimiento del útero) o coágulos de sangre en los pulmones o pelvis.Las complicaciones para su hijo pueden incluir sepsis, problemas respiratorios y meningitis (una infección del cerebro y la médula espinal).
En algunos casos, especialmente cuando la corioamnionitis ocurre al principio del embarazo y es asintomática, la infección puede causar un parto prematuro o incluso un mortinato. La investigación sugiere que la corioamnionitis es un factor común en los mortinatos inexplicables, y existe alguna evidencia de que la afección en sí misma podría ser la causa del mortinato en estos casos.Desafortunadamente, no se sabe mucho en este momento sobre quiénes podrían estar en riesgo de contraer infecciones asintomáticas tempranas o cuál es la mejor forma de diagnosticar y tratar las infecciones tempranas.