Un nuevo informe de la Federación Mundial de Obesidad predice que el 51% de la población mundial, o 4 mil millones de personas, tendrá sobrepeso en los próximos 12 años.

El informe, publicado el 2 de marzo, muestra que las tasas de obesidad están aumentando con especial rapidez en los niños y en los países de bajos ingresos. Según Louise Baur, presidenta de la Federación Mundial de Obesidad, este número es una campana de advertencia para los países. Los formuladores de políticas deben tomar medidas concretas y rápidas para evitar que la situación empeore.
“Es preocupante ver las tasas de obesidad de más rápido crecimiento entre los niños y jóvenes. Los gobiernos deben hacer todo lo posible para reducir los gastos de salud y el impacto social y económico en la generación joven”, dijo.
Este informe muestra que la obesidad infantil podría duplicarse a partir de 2020, a 208 millones de niños y 175 millones de niñas para 2035. Los costos sociales serán mayores debido a las condiciones de salud relacionadas con el sobrepeso. Se espera que el mundo pague 4 billones de dólares anuales a partir de 2035 para hacer frente a las consecuencias, lo que equivale al 3 % del PIB mundial.
Sin embargo, el autor del informe dijo que no se debe culpar a los individuos. En cambio, los países deberían centrarse en los factores sociales, ambientales y biológicos relacionados con las condiciones de desarrollo de las personas.
Este informe utiliza el índice de masa corporal (IMC) para evaluar la obesidad humana. El IMC se calcula dividiendo su peso por el cuadrado de su altura. Según las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un IMC superior a 25 indica sobrepeso y superior a 30, obesidad.
En 2020, 2.600 millones de personas pertenecen a este grupo, lo que equivale al 38% de la población mundial.
Este informe también encontró que la mayoría de los países que experimentarán la obesidad más severa en los próximos años se encuentran entre los grupos de ingresos bajos o medios en Asia y África.
Según la OMS, la causa subyacente de la obesidad y el sobrepeso es un desequilibrio energético, entre las calorías consumidas y gastadas. En muchos países, las personas tienen el hábito de comer alimentos ricos en energía, altos en azúcar, viviendo un estilo de vida sedentario debido a la naturaleza del trabajo, cambiando los modos de transporte y aumentando la urbanización.