Descripción general de la polimiositis
La polimiositis es una enfermedad inflamatoria poco común que causa debilidad muscular que afecta a ambos lados del cuerpo. Las personas que tienen esta afección tendrán dificultades para subir escaleras, levantarse de una posición sentada, levantar objetos o estirarse por encima de la cabeza.
La polimiositis afecta más comúnmente a adultos de 30, 40 o 50 años. Las mujeres se ven afectadas con más frecuencia que los hombres. Los signos y síntomas generalmente se desarrollan gradualmente, durante semanas o meses.
Si bien no existe una cura para la polimiositis, el tratamiento, que va desde medicamentos hasta fisioterapia, puede mejorar la fuerza y el funcionamiento de los músculos.
Síntomas de la polimiositis
La debilidad muscular asociada con la polimiositis involucra los músculos más cercanos al tronco, como los músculos de las caderas, los muslos, los hombros, la parte superior de los brazos y el cuello. Los músculos de los lados izquierdo y derecho de su cuerpo se debilitarán y tenderán a empeorar gradualmente.
¿Cuándo necesita ver a un médico?
Busque atención médica si desarrolla debilidad muscular inexplicable.
¿Qué causa la polimiositis?
Se desconoce la causa exacta de la polimiositis, pero esta enfermedad tiene muchas características similares a las características de los trastornos autoinmunitarios, en los que el sistema inmunitario ataca por error a los tejidos de su propio cuerpo.
Factores de riesgo
Su riesgo de polimiositis es mayor si tiene lupus, artritis reumatoide, esclerodermia o síndrome de Sjogren.
Complicaciones de la polimiositis
Las posibles complicaciones de la polimiositis incluyen:
- Dificultad para tragar. Si los músculos del esófago se ven afectados, es posible que tenga problemas para tragar (dysphagia), lo que a su vez puede causar pérdida de peso y desnutrición.
- Neumonía por aspiración. La dificultad para tragar también puede hacer que respire alimentos o líquidos, incluida la saliva, en los pulmones (aspiration), lo que puede provocar neumonía.
- Problemas respiratorios. Si los músculos de su pecho se ven afectados por esta enfermedad, puede experimentar problemas respiratorios, como dificultad para respirar o, en casos graves, insuficiencia respiratoria.
Enfermedades asociadas a la polimiositis
La polimiositis a menudo se asocia con otras enfermedades, y estas enfermedades pueden causar más complicaciones propias o en combinación con los síntomas de la polimiositis. Las enfermedades asociadas con la polimiositis incluyen:
- El fenómeno de Raynaud. Esta es una condición de salud en la que los dedos de las manos y los pies, las mejillas, la nariz y las orejas inicialmente se ponen pálidos cuando se exponen a temperaturas frías.
- Otras enfermedades del tejido conectivo. Otras condiciones de salud, como el lupus, la artritis reumatoide, la esclerodermia y el síndrome de Sjogren, pueden ocurrir en combinación con la polimiositis.
- Enfermedad cardiovascular. La polimiositis puede hacer que las paredes musculares de su corazón se inflamen (myocarditis). En un pequeño número de personas que tienen polimiositis, pueden desarrollar insuficiencia cardíaca congestiva y arritmias cardíacas.
- Enfermedad pulmonar. Una enfermedad llamada enfermedad pulmonar intersticial puede ocurrir con polimiositis. La enfermedad pulmonar intersticial es un grupo de trastornos que causan cicatrización (fibrosis) del tejido pulmonar, lo que hace que los pulmones se vuelvan rígidos e inelásticos. Los signos y síntomas incluyen tos seca y dificultad para respirar.
- Cáncer. Las personas que tienen polimiositis tienen un riesgo elevado de cáncer.
Diagnosticar polimiositis
Si su médico sospecha que tiene polimiositis, el médico podría sugerir algunas de las siguientes pruebas:
- Análisis de sangre. Un análisis de sangre le permitirá a su médico saber si tiene niveles elevados de enzimas musculares o no. Un alto nivel de enzimas musculares puede indicar daño muscular. Un análisis de sangre también puede detectar autoanticuerpos específicos asociados con diferentes síntomas de polimiositis. Esta información puede ayudar al médico a determinar el mejor medicamento y método de tratamiento.
- Electromiografía. Esta prueba se realiza insertando un electrodo de aguja delgada a través de la piel hasta el músculo. La actividad eléctrica se mide a medida que relaja o contrae el músculo, y los cambios en el patrón de actividad eléctrica pueden confirmar una enfermedad muscular. El médico puede determinar la distribución de la enfermedad examinando diferentes músculos.
- Imágenes por resonancia magnética (IRM). Un escáner crea imágenes transversales de sus músculos a partir de datos generados por un poderoso campo magnético y ondas de radio. A diferencia de una biopsia muscular, la resonancia magnética puede evaluar la inflamación en un área grande de músculo.
- Biopsia muscular. Durante esta prueba, se extirpa quirúrgicamente una pequeña porción de tejido muscular para análisis de laboratorio. El análisis puede revelar anomalías, como inflamación, daño, ciertas proteínas o deficiencias enzimáticas.
Preparación para una cita con un médico
Cuando se comunique con un hospital, es posible que lo remitan a un médico que se especializa en el tratamiento de la artritis y otras enfermedades de las articulaciones, los músculos y los huesos (reumatólogo) o a un médico que se especializa en trastornos del sistema nervioso (neurólogo).
Qué puedes hacer para prepararte
Cuando vaya a ver a su médico, asegúrese de tener un registro de sus síntomas. Aunque puede ser difícil determinar con precisión cuándo comenzaron los síntomas, intente estimar cuándo notó debilidad por primera vez y qué músculos se han visto afectados. Es posible que desee escribir una lista que incluya:
- Descripciones detalladas de sus síntomas, incluidos los músculos afectados
- Información sobre problemas médicos que ha tenido
- Información sobre los problemas médicos de tus padres o hermanos
- Todos los medicamentos y suplementos dietéticos que toma
- Preguntas que desea hacerle al médico
Debe preparar una lista de preguntas con anticipación para ahorrar tiempo. Para la polimiositis, algunas preguntas básicas para hacerle a su médico incluyen:
- ¿Qué es lo que probablemente está causando mis síntomas?
- ¿Existen otras causas posibles para mis síntomas?
- ¿Es probable que mis síntomas cambien con el tiempo?
- ¿Qué tipo de pruebas podría necesitar? ¿Se requieren preparativos especiales?
- ¿Existen métodos de tratamiento para mi enfermedad? ¿Qué métodos de tratamiento recomienda?
- Tengo otras condiciones médicas. ¿Cómo puedo manejar mejor estas condiciones médicas juntas?
- ¿Tiene algún material impreso que pueda llevar conmigo? ¿Qué sitios web recomiendas?
Además de las preguntas que ha preparado para hacerle a su médico, no dude en hacer preguntas durante su cita si piensa en algo nuevo.
Lo que su médico puede preguntar
Es probable que su médico le haga varias preguntas, como:
- ¿Cuándo notó por primera vez debilidad muscular?
- ¿Su enfermedad se desarrolló gradualmente o apareció de repente?
- ¿Se fatiga fácilmente durante las horas de vigilia?
- ¿Qué otros síntomas estás experimentando?
- ¿Su enfermedad limita sus actividades?
- ¿Alguien en su familia ha sido diagnosticado alguna vez con una enfermedad que afecte los músculos?
- ¿Actualmente está tomando algún medicamento o suplemento dietético?
- ¿Qué parece mejorar sus síntomas?
- ¿Qué parece empeorar sus síntomas?
Tratamiento de la polimiositis
Aunque no existe una cura para la polimiositis, el tratamiento puede mejorar la fuerza y el funcionamiento de los músculos. Cuanto antes se inicie el tratamiento en el curso de la polimiositis, más eficaz será, lo que provocará menos complicaciones.
Sin embargo, como ocurre con muchas enfermedades, ningún enfoque único es el mejor; su médico adaptará su estrategia de tratamiento según sus síntomas y qué tan bien respondan los síntomas a la terapia.
Medicamentos para tratar la polimiositis
Los medicamentos más utilizados para tratar la polimiositis incluyen:
- Corticosteroides. Los medicamentos como la prednisona pueden ser muy efectivos para controlar los síntomas de la polimiositis. Pero el uso prolongado de estos medicamentos puede tener efectos secundarios graves y de gran alcance, por lo que su médico puede reducir gradualmente la dosis del medicamento a niveles más bajos.
- Agentes ahorradores de corticosteroides. Cuando se usan en combinación con un corticosteroide, estos medicamentos pueden disminuir la dosis y los posibles efectos secundarios del corticosteroide. Los dos medicamentos más comunes que se usan para la polimiositis son la azatioprina (Azasan, Imuran) y el metotrexato (Trexall). Otros medicamentos recetados para la polimiositis incluyen micofenolato mofetilo (CellCept), ciclosporina y tacrolimus.
- Rituximab (Rituxan). Más comúnmente utilizado para tratar la artritis reumatoide, el rituximab es una opción si las terapias iniciales no controlan adecuadamente los síntomas de la polimiositis.
Terapia para tratar la polimiositis
Dependiendo de la gravedad de sus síntomas, su médico podría sugerirle:
- Terapia física. Un fisioterapeuta puede mostrarle ejercicios para mantener y mejorar su fuerza y flexibilidad y aconsejarle un nivel adecuado de actividad.
- Terapia del lenguaje. Si sus músculos para tragar están debilitados por la polimiositis, la terapia del habla puede ayudarlo a aprender cómo compensar esos cambios.
- Evaluación dietética. Más adelante en el curso de la polimiositis, la masticación y la deglución pueden volverse más difíciles. Un dietista registrado puede enseñarle cómo preparar alimentos nutritivos y fáciles de comer.
Otros métodos de tratamiento
La inmunoglobulina intravenosa (IVIg) es un producto de sangre purificada que contiene anticuerpos sanos de miles de donantes de sangre. Estos anticuerpos saludables pueden bloquear los anticuerpos dañinos que atacan el músculo en la polimiositis. Administrado como una infusión a través de una vena, IgIV Es posible que los tratamientos deban repetirse regularmente para que los efectos continúen.
Afrontamiento y apoyo
Para hacer frente a una enfermedad autoinmune crónica, debe hacer un esfuerzo para:
- Conoce tu enfermedad. Lea todo lo que pueda sobre la polimiositis y otros trastornos musculares y autoinmunitarios. Hable con otras personas que tengan una enfermedad similar. No tenga miedo de hacerle a su médico cualquier pregunta que pueda tener sobre su enfermedad, diagnóstico o plan de tratamiento.
- Sea parte de su equipo médico. Considérese a usted mismo, a su médico ya cualquier otro experto médico involucrado como un frente unido en la lucha contra su enfermedad. Seguir el plan de tratamiento que acordó es vital. Mantenga a su médico actualizado sobre cualquier signo o síntoma nuevo que pueda experimentar.
- Conozca y haga valer sus límites. Aprenda a decir que no de manera efectiva y pida ayuda cuando la necesite.
- Descansa cuando estés cansado. No espere hasta que esté agotado.
- Reconoce tus emociones. La negación, la ira y la frustración son sentimientos normales cuando se debe lidiar con una enfermedad. Las cosas no parecen normales o justas y parecen estar fuera de su control. Los sentimientos de miedo y aislamiento son comunes, por lo tanto, debe permanecer cerca de su familia y amigos. Trate de mantener su rutina diaria lo mejor que pueda y no deje de hacer las cosas que disfruta. Muchas personas consideran que los grupos de apoyo son un recurso útil.