Los bebés reciben numerosas vacunas durante sus primeros cuatro meses de vida. Si bien estas inyecciones hacen llorar a los niños (y a menudo hacen que los padres se sientan aprensivos), la práctica casi ha borrado muchas enfermedades infantiles que alguna vez se consideraron mortales.
![Un bebé recibe una vacuna.](https://www.verywellhealth.com/thmb/9w5d2EtsaQ4MdVYChk1rcdsNAUg=/1500x1000/filters:no_upscale():max_bytes(150000):strip_icc()/vaccine-56d3b87a3df78cfb37d46615.jpg)
A pesar de los mitos y conceptos erróneos sobre sus “peligros”, las vacunas son nada menos que esenciales para mantener a su hijo sano y fuera de peligro. Sin embargo, las vacunas pueden tener algunos efectos secundarios.
Saber cuáles son normales y cuáles no puede ayudarlo a decidir cuándo actuar en el caso poco probable de que su hijo tenga una reacción adversa.
Efectos secundarios comunes
No es inusual que los bebés tengan efectos secundarios después de recibir una vacuna. La mayoría no son tan graves y generalmente se resuelven en uno o dos días. Los más comunes incluyen:
- Sensibilidad, enrojecimiento o hinchazón en el lugar de la inyección
- Un poco de fiebre
- Irritabilidad
- Llorando
La lactancia materna o el biberón después de una inyección pueden ayudar a calmar a un bebé inquieto.
Signos de una reacción grave
Aunque son raras, se sabe que se producen reacciones alérgicas graves a las vacunas infantiles. Si no se trata de inmediato, podría provocar una reacción alérgica potencialmente mortal conocida como anafilaxia. En el transcurso de minutos a horas, los síntomas pueden empeorar a medida que las vías respiratorias se contraen cada vez más, lo que provoca dificultad respiratoria y otros efectos secundarios graves.
Cuándo llamar al 911
Llame al 911 si su bebé experimenta algunos o todos los siguientes síntomas después de una vacuna:
- Dificultad para respirar
- Hichazon facial
- Debilidad
- Latidos cardíacos acelerados
-
Cianosis (un tinte azulado de la piel)
La mayoría de los casos de anafilaxia ocurren dentro de las ocho horas posteriores a la inyección, pero pueden ocurrir en menos de 30 minutos. Si no se trata, la anafilaxia puede provocar pérdida del conocimiento, convulsiones, shock, coma e incluso la muerte.
Estimación del riesgo
La anafilaxia puede ocurrir en respuesta a cualquier medicamento. Si bien la posibilidad es preocupante, no debería hacer que evite vacunar a su hijo. La investigación ha demostrado que el riesgo es extremadamente bajo.
Un estudio de 2016 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) revisó los datos de Vaccine Safety Datalink y confirmó que solo hubo 33 casos de anafilaxia de las 25,173,965 dosis de vacunas administradas desde enero de 2009 hasta diciembre de 2011.
Con base en sus hallazgos, los investigadores de los CDC concluyeron que el riesgo de anafilaxia provocada por la vacuna es poco común en todos los grupos de edad.
Cuándo posponer o evitar una vacuna
Como regla general, las vacunas infantiles son seguras y un componente vital de la buena salud de su hijo. Hay ciertas circunstancias en las que puede ser necesario omitir o retrasar un disparo, sin embargo:
- Si un bebé tiene fiebre, no debe vacunarse hasta que esté completamente recuperado. Sin embargo, es seguro vacunar a un niño con un resfriado.
- Si un bebé ha tenido una respuesta alérgica previa a una vacuna, es importante buscar la consulta de un experto con un alergólogo para identificar la causa. Esto puede ayudar a determinar qué vacunas son seguras o peligrosas para su uso.
Cualquier bebé con fiebre o enfermedad debe ser evaluado por el médico antes de recibir cualquier vacuna.