Dos vacunas COVID-19 desarrolladas por compañías chinas han logrado activar la inmunidad contra B1351, la variante sudafricana del coronavirus, que los científicos temían que pudiera evadir las vacunas de ARNm a través de sus mutaciones.
Las variantes del coronavirus han suscitado preocupaciones en todo el mundo sobre si podrían debilitar los efectos de las vacunas y los tratamientos que se desarrollaron antes de su aparición. Sin embargo, 12 muestras de suero, cada una tomada de receptores de dos vacunas desarrolladas usando la técnica de vacunas inactivadas por una subsidiaria del Grupo Farmacéutico Nacional de China (Sinopharm) y una unidad de Productos Biológicos de Chongqing Zhifei, mostraron que las vacunas retuvieron la actividad neutralizante contra el Sur. Variante africana.
El estudio fue realizado por investigadores del Instituto de Microbiología de la Academia de Ciencias de China del Instituto de Productos Biológicos de Beijing, afiliado a Sinopharm, que está desarrollando conjuntamente una vacuna candidata con la unidad Zhifei y otras dos agencias chinas.
Sin embargo, el efecto de las vacunas sobre B1351 pareció ser algo más débil que contra el virus original y otra variante que actualmente se está extendiendo a nivel mundial, mostraron los resultados del estudio de laboratorio de muestras pequeñas. Los hallazgos se publicaron antes de la revisión por pares en BioRxiv el 2 de febrero.
La reducción de la actividad “debe tenerse en cuenta por su impacto en la eficacia clínica de estas vacunas”, dijo el estudio.
La vacuna Sinopharm ya ha sido aprobada en China para uso público en general. La inyección de Zhifei, por otro lado, todavía se encuentra en ensayos clínicos en etapa avanzada en China y en el extranjero. Mientras tanto, Turquía ha comprado 50 millones de dosis de una vacuna contra el coronavirus de otra empresa china, Sinovac. También ha comenzado su programa de vacunación a nivel nacional después de recibir 6,5 millones de dosis de Sinovac.
Los datos preliminares de los ensayos clínicos sobre vacunas de Novavax Inc. y Johnson & Johnson también han demostrado que fueron significativamente menos efectivos para prevenir el COVID-19 en los participantes del ensayo en Sudáfrica, donde la nueva y potente variante está muy extendida. La eficacia de otras vacunas contra la variante sudafricana aún se está investigando, mientras que la variante B.1.1.7, que se descubrió en el Reino Unido, continúa extendiéndose por todo el mundo y, junto con otras variantes, arroja dudas sobre los esfuerzos de vacunación.
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