Tan pronto como los niños comienzan a practicar deportes juveniles, comienzan a aprender los conceptos básicos del espíritu deportivo para niños. De hecho, esta es la mejor razón para que los niños pequeños participen en deportes de equipo.
Para los atletas que recién comienzan, chocar los cinco con el equipo contrario después de un juego puede parecer un detalle menor, no un gesto significativo. Pero momentos como estos sientan las bases para un verdadero juego en equipo.
Lecciones de deportividad para niños
Hable con sus jugadores jóvenes sobre estos 10 principios importantes del espíritu deportivo a partir de los 5 o 6 años, y continúe la conversación a medida que crecen y los deportes se vuelven más competitivos.
Juega según las reglas
Están ahí para asegurarse de que el juego sea justo y divertido, y para ayudar a mantener seguros a los jugadores (y oficiales). Entonces romperlos puede ser peligroso, además de deshonesto. Además, las victorias obtenidas haciendo trampa no se sienten tan bien como las victorias honorables.
Ser un jugador de equipo
Ser parte de un equipo significa tener una actitud positiva y nunca pensar que las reglas y políticas del equipo no se aplican a usted. También significa compartir el centro de atención, así que no acapares la pelota ni la gloria. Un buen entrenador debe señalar con frecuencia oportunidades para que los jugadores trabajen juntos por el bien del equipo.
Ser un buen amigo
Si un compañero de equipo se lastima, comete un error o se siente triste, ofrezca algunas palabras de aliento. Nunca culpes ni te burles de un miembro del equipo por perder un juego, dejar un puntaje o cometer un error. Ganas como equipo y pierdes como equipo.
Sea dueño de sus errores
Si eres quien deja caer la pelota, acepta la responsabilidad en lugar de tratar de poner excusas o echar la culpa a los demás. Un buen jugador aprende de los errores (y un buen entrenador aprovecha al máximo los errores, convirtiéndolos en momentos de aprendizaje).
Evite hablar basura
Decir cosas malas acerca de tus oponentes (incluso si no pueden oírte) es irrespetuoso con ellos, con el juego que todos amas e incluso con tus propios compañeros de equipo. También les hace quedar mal. Así que mantén los comentarios educados o guárdalos para ti.
Di gracias”
Tu entrenador merece tu agradecimiento por todo el tiempo que dedica a tu equipo. También lo hacen otros voluntarios, incluidos los asistentes de entrenamiento, los ayudantes de campo, los árbitros y otros oficiales.
Pídale a los fanáticos que también sean buenos deportistas
Cuando los padres, hermanos y hermanas, otros familiares y amigos vienen a verte jugar, deben ser buenos espectadores. Recuérdeles amablemente que mantengan los comentarios (sobre jugadores de ambos equipos, entrenadores y oficiales) positivos y educados.
Dar la mano después del juego
Estreche la mano o intercambie choques de manos y dígale al equipo contrario “buen juego”. Esto muestra a los otros jugadores que los respetas y los aprecias. Después de todo, se necesitan dos equipos para jugar; los juegos no serían muy divertidos sin oponentes.
Sea respetuoso cuando gane
No presumas ni te regodees cuando el equipo perdedor esté cerca, ni te burles de ellos por perder. Está bien disfrutar de una victoria. ¡Te lo has ganado! No menosprecies al otro equipo mientras celebras.
Sea amable cuando pierda
No todos los juegos te saldrán bien. Asuma la responsabilidad de sus pérdidas en lugar de culparlas al otro equipo, al clima oa los oficiales.
Otra forma de fomentar el espíritu deportivo en los niños es leer libros sobre el tema. Los libros escritos especialmente para niños en edad escolar más pequeños, preadolescentes y adolescentes pueden generar grandes conversaciones sobre ganar, perder y jugar limpio.
El buen espíritu deportivo no es algo fácil ni automático para todos los niños. Su enseñanza y su ejemplo a seguir son fundamentales para ayudar a su hijo a aprender esta importante habilidad para la vida.