Todos los niños para estirar la verdad y contar historias fantásticas en un momento u otro. Y si bien puede ser frustrante escuchar a su hijo decir una mentira descarada, es importante considerar la razón por la que su hijo está siendo deshonesto antes de tomar medidas.
Por qué los niños mienten
Estas son las tres razones principales por las que los niños mienten:
Utilizan su imaginación para contar historias fantásticas
¿Alguna vez su hijo le dijo que montaba un unicornio? ¿O insiste en que un monstruo debe haber hecho el desastre en su habitación? Los niños tienen una imaginación maravillosa y, a veces, presentan sus fantasías como verdades.
Cuando su hijo le cuente una fantasía, pregúntele: “¿Es algo que realmente sucedió o es algo que desearía que hubiera sucedido?” Una respuesta sin prejuicios animará a su hijo a reconocer: “Está bien, en realidad no es cierto, ¡pero desearía que lo fuera!”.
No desanime la imaginación de su hijo. En cambio, ayude a su hijo a aprender a reconocer que aún puede contar historias maravillosas siempre que deje en claro que sus historias no son ciertas.
Con práctica y entrenamiento, su hijo eventualmente puede aprender a comenzar un cuento de fantasía diciendo: “¿Sabes lo que desearía que fuera verdad?” o “Escuche esta historia …”
Quieren evitar las consecuencias
¿Alguna vez su hijo ha tratado de convencerle de que no comió ningún pastelito a pesar del glaseado azul en su cara? De manera similar a la forma en que un adulto puede mentir para evitar meterse en problemas con un jefe, los niños a menudo mienten para evitar consecuencias negativas.
Si descubre que su hijo está mintiendo, ofrezca una oportunidad para decir la verdad. Diga: “Te voy a dar un minuto para que lo pienses y luego te preguntaré una vez más qué sucedió realmente”.
A veces, los niños automáticamente mienten por defecto cuando temen tener problemas. Darles unos minutos para pensar en su respuesta les brinda la oportunidad de ser honestos.
Cuando le preguntes de nuevo, descubrirás que está más dispuesta a confesar la verdad. Si es honesta, dígale que aprecia su disposición a decir lo que sucedió, aunque probablemente fue difícil de compartir.
Si su hijo tiene el hábito de mentir para no meterse en problemas, examine sus estrategias de disciplina. Las investigaciones muestran que la disciplina severa en realidad convierte a los niños en buenos mentirosos. Si su hijo tiene miedo de su reacción, será más probable que mienta.
Quieren parecer geniales
Los niños también mienten porque quieren impresionar a otras personas. Un niño puede decirle a sus amigos que consiguió un jonrón en el juego de béisbol, o puede decirle a sus padres que obtuvo la calificación más alta en matemáticas de toda la clase, incluso cuando no sea cierto.
Exagerar la verdad, o incluso mentir abiertamente, se usa a menudo para enmascarar inseguridades. En un intento por encajar con sus compañeros, los niños a veces insisten en que han pasado por experiencias similares a las de sus amigos o intentan impresionar a sus amigos con sus historias.
Un niño que no sabe nadar puede afirmar que vio un tiburón en el océano o un niño que no recibió muchos regalos para las vacaciones puede formar parte de una larga lista de obsequios costosos que recibió.
Cuando los niños tienen el hábito de mentir para verse bien frente a los demás, es posible que necesiten un impulso para su autoestima. Hábleles sobre las posibles consecuencias de fanfarronear y trabaje en las habilidades sociales adecuadas. Ayúdelos a encontrar formas de conectarse con otras personas sin mentir sobre sus experiencias.
Alabe sus esfuerzos, no el resultado. Luego, le demostrará que valora su arduo trabajo, en lugar de sus logros. Por ejemplo, en lugar de elogiarlo por conseguir la mayor cantidad de goles en el partido de fútbol, elógielo por esforzarse. Recuérdele que no necesita ser el mejor para obtener la aceptación de los demás.
Cómo responder cuando ve a su hijo mintiendo
Tenga en cuenta que es importante concentrarse en enseñar a sus hijos una habilidad (control de los impulsos, integridad u honestidad) en lugar de enfocarse en un castigo basado en la ira de los padres. Aunque puede sentirse decepcionado porque su hijo eligió mentir, no se trata de usted. Se trata de ayudar a su hijo a tomar buenas decisiones y a tomar esas decisiones libremente, no mientras esté bajo la presión y la amenaza de un castigo.
Haga de la honestidad una prioridad también en su hogar. Cree una regla del hogar que diga: “Diga la verdad”, y sus hijos serán más propensos a reconocer la importancia de ser honestos.
Por último, asegúrese de ser un buen modelo a seguir. Mentir sobre la edad de su hijo para conseguirle un descuento en una entrada al cine, por ejemplo, le enseñará que mentir está bien.